Años y años de diarios publicados. Infinidad de notas,
líneas, imágenes. El testimonio de los sobrevivientes y testigos de la última
dictadura cívico militar. El pedido de un Tribunal de que se investigue. Nada
le hizo cosquillas al Juez Subrogante Santiago Martínez a la hora de decidir no
detener e indagar al dueño del diario La Nueva Provincia, Vicente Massot. No
sorprende en lo más mínimo. Refuerza y reafirma que el entretejido de poder y
favores estaría intacto.
Pero para el diario más viejo de la ciudad el pedido de detención significó la
exposición nacional, un bochorno con todas las letras. Bochorno al que
obviamente le hizo frente con escasas líneas. De hacerse cargo… ni mú. Porque
de lo que se carece es de la valentía para hacer frente y responsabilizarse sin
cobardías de lo que son y representan, de lo que hicieron y dejaron de hacer.
La verdadera y legítima Justicia les llegará aunque le gambeteen. Y lo saben,
estiran el tiempo para que les llegue el olvido y se perpetúe la impunidad,
incluso la biológica.
Revolcándose en la tumba debe estar don Enrique Julio, fundador del diario, que
en las primeras ediciones allá por agosto de 1898 decía: “Marcharé al lado de
los que abriguen ideas de Justicia”. Pero la familia, dicen, no se elige.

Declaración de la APDH
Porque nunca podrán arrebatarnos la esperanza…
ni aunque vengan revoleando la muerte

El juez federal ad hoc Ulpiano Martínez ha reemplazado
calificadamente al juez jubilado Alcindo Alvarez Canale. La resolución en favor
de esta nueva impunidad, se suma a las que en su gestión nos legara el juez
jubilado.
Esta, aunque sea circunstancial, tiene además el
agravante de dejar habilitada la profugación de Vicente Massot, ahora o cuando
se revierta esta burla a la justicia. Este juez ad hoc nos demuestra por sí
mismo su perfil. Allí se mezcla el desprecio por sus propias decisiones
anteriores delegando la investigación en la Unidad Fiscal de Delitos de Lesa
Humanidad, y sin ningún escrúpulo tira todo a la cloaca desde su fundamentación
subjetiva y para nada jurídica. No responde a ninguno de los sólidos
fundamentos jurídicos de la Unidad Fiscal, respecto de lo que él no investigó y
que además ahora ni tiene en cuenta, mostrando una práctica judicial que
degrada a la justicia. Su incapacidad e irresponsabilidad para ocupar ese
cargo, incluso ad hoc, desenmascara central y fundamentalmente su grado de
complicidad con participes necesarios y probados públicamente. Las páginas del
diario La Nueva Provincia de la Familia Massot, y en Canal 9 Telenueva y LU2
Radio Bahía Blanca, también por entonces de su propiedad, muestran esa
participación como los estragos de entonces en términos de vidas y económicos
en una política de sometimiento, control social, y conservadurismo económico de
enriquecimiento para las minorías civiles de la Bahía del Silencio hasta
nuestro días. Sus reivindicaciones casi cotidianas del Terrorismo de Estado así
lo demuestran. Su encolumnamiento destituyente sobre el Gobierno Nacional,
desde aquella nota titulada “Aprendiz de brujo” con firma y foto de Vicente
Massot al estilo de la que publicaran al momento de la asunción de Héctor
Cámpora, sostiene esta línea político ideológica antidemocrática junto a
Clarín, apropiador de Papel Prensa entre otras cuestiones, y La Nación en el
mismo sentido. Todo evidencia como hoy aplican el mismo Plan de Acción
Sicológica que gestaron y aplicaron sobre la comunidad durante la etapa
genocida. Su asistencia en la acción represiva, a través de uno de los perfiles
del genocidio como fue el Plan de Acción Sicológica en el marco del Plan de
Exterminio, quedó clara y precisamente registrada y explicitada, en los
manuales que el propio genocida fallecido Acdel Vilas presentara en su
indagatoria en la década del 80, y como reafirmara al dejarlo declarado en esa
indagatoria respecto de La Nueva Provincia.
El juez ad hoc Ulpiano Martínez es un personaje
secundario pero servil a esos poderes impunes como lo ha demostrado. Pero esa
conducta lo pone en el borde de que tal servilismo, lo coloque fuera de la
estructura del Poder Judicial que es verdadero lugar que se ha ganado.
Repudiamos su resolución por todos los argumentos
expuestos en la denuncia de la Unidad Fiscal, por lo aquí expuesto y mucho más,
reafirmando que este solo ha sido un capítulo más del libro de la Memoria, la
Verdad y la Justicia. Esa Justicia reconoce otros niveles a los que
recurriremos y que deberán revertir este abuso despreciable en una justicia
cuestionada por antidemocrática y corporativa. Es allí donde sabemos habremos
de quebrar el espinazo de la impunidad, la que aún subyace en la sociedad
argentina, y romper este eslabón agregado por el juez ad hoc Ulpiano Martínez a
la cadena histórica de injusticias.
No Olvidamos – No Perdonamos – No Nos Reconciliamos.
Al juez ad hoc Ulpiano Martínez tampoco.

(Eduardo A. Hidalgo, secretario general de la Asamblea Permanente por los
Derechos Humanos de Bahía Blanca)