Invitada a participar de una disertación con el doctor Hugo Cañón,
Vanesa Orieta, hermana del secuestrado Luciano Arruga, habló del caso del
joven, de la lucha de la familia y del nulo apoyo de las autoridades políticas.

La Cátedra de Derecho Procesal Penal de la Universidad Nacional
del Sur, realizó, el viernes 15 de junio, una cátedra libre sobre Sistema
Interamericano de Derechos Humanos. Para la misma, se invitó al ex fiscal Hugo
Cañón, co presidente de la Comisión Provincial por la Memoria, para disertar
acerca del tema Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de
Personas. Pero Cañón no estuvo solo sino que junto a él, participó Vanesa
Orieta, hermana de Luciano Arruga, quien fuera secuestrado por la policía y que
aún continúa desaparecido. Es, junto a Julio López, uno de los desaparecidos en
democracia, víctima de prácticas propias de la dictadura militar.
Antes de la actividad y en conferencia de prensa, Cañón destacó que lo
importante de la charla es llevar visibilidad y conciencia respecto a la
temática de desaparición forzada de personas “que es algo que ha caracterizado
desgraciadamente a la sociedad argentina y que ha llevado a la tipificación de
este delito a partir de los hechos en Argentina. De allí sale la Convención y esto es un
avance significativo desde el punto de vista normativo, de las leyes y de la
estructura internacional para el seguimiento que hace a estos crímenes
gravísimos de lesa humanidad y que tiene que ver con las peores aberraciones
del ser humano y que en el caso de la Argentina se ha dado en el marco de la dictadura,
que afortunadamente se están investigando los crímenes de lesa humanidad”.
Por ello consideró importante que tal visualización no quede solamente en el
plano normativo y teórico sino que se tenga la posibilidad de palparlo a través
de un caso concreto como es la desaparición del joven Luciano Arruga.

¿Y Luciano?
Luego del ex fiscal, habló con la prensa Vanesa Orieta, hermana de Luciano
Arruga quien relató el caso: “Sabemos que el día 31 de enero del año 2009,
Luciano es detenido por efectivos del destacamento de Lomas del Mirador,
partido de La Matanza,
en el conurbano bonaerense. Nosotros decimos que a Luciano lo secuestran porque
de él no hay registros en el destacamento, no sabemos por qué motivo Luciano es
detenido pero sí tenemos un antecedente más que importante para nosotros que es
el ofrecimiento de parte de policías de este destacamento de salir a robar para
ellos. Mi hermano se niega a esta actividad y comienza a ser detenido de forma
sistemática por estos policías en todos los casos con violencia tanto física
como psicológica”.
Ese, dijo Vanesa, es el dato que lleva a denunciar desde el primer momento a la
policía. Lamentablemente, el Poder Judicial no actuó de inmediato sobre ese
aspecto sino que lo que hizo, contrariamente, fue investigar al propio Arruga
“involucrándolo con drogas, involucrándolo en un autosecuestro lo que llevó a
45 días perdidos que por supuesto tuvieron todo su otro costado que es seguir
ocultando pruebas, ocultar el cuerpo de Luciano, matarlo por 45 días seguidos
como dice mi mamá. Esta causa tiene pericias que arrojaron resultados
positivos, tiene testigos pero lamentablemente continúa como averiguación de
paradero. A Luciano se lo está buscando como a un chico perdido y los ocho
policías, que creo que es la parte que más nos duele, siguen trabajando en
funciones en diferentes comisarías del partido La Matanza”.

Desenmascarar al poder
Al no encontrar respuestas ni del Poder Judicial ni del político, explicó
Vanesa, lo que se hizo fue plantear una forma de lucha diferente a través de la
organización con los familiares, amigos, vecinos y organismos de derechos
humanos: “Tomando todos los espacios públicos que hemos podido, tratando de
difundir el caso de Luciano, este caso se ha militado. Los abogados que están
en esta causa han militado la causa y nos llevó un año y medio aproximadamente
poder instalar mínimamente el caso y solamente de esta forma es como que uno
empieza a ver algunos resultados, también mínimos pero que a uno en definitiva
lo llenan y siente que no está todo pedido y que puede haber un cambio”.
Un ejemplo de la dificultad del instalar el caso, estuvo en la mínima presencia
periodística en la conferencia de prensa: “Somos concientes que esto es difícil
pero intentamos con el caso de Luciano también instalar una problemática, no
nos quedamos solamente en este hecho. Decimos que Luciano es el ejemplo de un
caso que se reproduce por miles, esta es una problemática que se llama gatillo
fácil que se lleva la vida de un chico todos los días. Acá hay un aparato que
son los diferentes sistemas de seguridad que no dudan en matar, que no dudan en
desaparecer y nosotros estamos para denunciarlo”.
Para eso, señaló, se necesita cada vez más organización de las familias de las
víctimas “para poder visibilizar esta problemática y desenmascarar a estos
sectores políticos, sectores judiciales y gran parte de la sociedad que tienen
un alto grado de discriminación hacia los sectores más pobres. Porque acá lo
que hay que remarcar es que Luciano era pobre, mi familia es pobre y estos
hechos ocurren en estos sectores”.
Justamente la familia de Luciano, afirmó, no fue atendida en ningún momento ni
por el gobierno provincial ni tampoco por el nacional.
EcoDias consultó a Vanesa y volvió sobre el tema de la carátula de la causa en
la cual Arruga figura como averiguación de paradero. Sin embargo, comentó su
hermana: “En el caso de Luciano existe un secuestro, Luciano fue torturado dentro
de una dependencia policial porque hay testigos que así lo afirman y
posteriormente la máxima prueba que es la que la Justicia necesita que es el
cuerpo de Luciano, no está y por eso nos vemos rodeados de una total impunidad
porque no se cree en los testimonios de los detenidos por esto, por ser
detenidos, porque pueden mentir, porque pueden querer beneficios. No se toman
en cuenta las pericias que se han hecho en la causa porque no son consistentes
o vaya saber uno por qué la Justicia no las toma como pruebas importantes. Y
acá lo que razonamos desde el sentido común es que a Luciano muchas personas no
lo pudieron ver encerrado, solamente detenidos. Y si esos testigos no son
importantes en esta causa y si el cuerpo de Luciano no está, entonces estamos perdidos”.
Como avances positivos, Vanesa mencionó la organización en cuanto al pedido de
cierre del destacamento policial en el cual estuvo Luciano que había sido
dispuesto luego de un pedido de más seguridad de un foro vecinal: “Hoy hemos
logrado que el lugar se cierre. La lucha es otra, pelear porque no sea
trabajado solamente como una repartición municipal sino como un espacio de
memoria, un espacio de participación de todos los vecinos y un espacio de
integración para los sectores más pobres”.