El Concejo Deliberante de la ciudad, por iniciativa
de organizaciones de Derechos Humanos, 
reconoció a la dra. Mirta Mántaras por su intensa labor.

Mirta Mántaras es abogada y especialista en Derecho Militar. Desde la década
del ‘80 representó a las víctimas y familiares del Terrorismo de Estado de
Neuquén, Río Negro y Bahía Blanca. Impulsó la declaración de
inconstitucionalidad de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, logrando
el fallo que declaró la inconstitucionalidad mediante una resolución de la
Cámara Federal de Apelaciones de nuestra ciudad, único en la historia en esa
temática.
Actualmente, se desempeña como subcoordinadora en el Programa Verdad y Justicia
que funciona en la órbita del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, desde
donde se trabaja para remover todos los obstáculos que atenten contra la
celeridad en la realización de juicios por delitos de Lesa Humanidad.
En la sesión del 7 de abril del Concejo Deliberante bahiense se dio lectura a aspectos
destacados de la carrera de vida de Mirta Mántaras. Luego tomaron la palabra los
concejales Elisa Quartuchi, Raúl Ayude, Oreste Retta y Diana Larraburu.
Seguidamente se invitó a la dra. Mántaras a dedicar unas palabras. Además de
agradecimientos, mencionó datos históricos y relevantes para entender el
contexto en que se desarrolló el genocidio y el por qué de estos juicios que se
avecinan.
“Nosotros hemos perseverado en conjunto con los familiares, con la Asamblea Permanente
por los Derechos Humanos, con la prensa alternativa, con la cooperación de
todos; de un lado y del otro para facilitarnos el trabajo”
“Sólo en Bahía Blanca, el juez de primera instancia ha dicho: estos delitos
analizados son constitutivos del delito de genocidio. Es el resultado de
nuestra lucha. La Cámara ha dicho: estos delitos son constitutivos del delito
de genocidio. Solamente acá hubo una Cámara Federal que decretó la
inconstitucionalidad de las leyes de Obediencia de Vida”.
Mencionó que fue acá, en esta ciudad, donde se han afirmado los principios de
derecho de los Derechos Humanos y que este trabajo a lo largo de los años ha
sido arduo “y es un trabajo para el que se requiere corazón”.
Sobre el genocidio, entre otras cosas, dijo: “Un elemento clave del genocidio
ha sido la eliminación concreta, directa e intencionada de personas. ¿Quiénes
eran las personas a eliminar? Ellos lo definieron: el oponente. El oponente era
todo el mundo que estuviera en contra del gobierno cívico militar”.