“A
veces los niños piden ayuda de maneras muy diferentes”, cuenta la protagonista
de la película La Mala
Verdad, que aborda el abuso sexual infantil desde la mirada
de una niña, rodeada de adultos que encubren y niegan una problemática con
cifras que indican su origen intrafamiliar.

CreerSí organizó jornadas de intercambios, concientización y difusión con
abordajes jurídico, psicológico y el análisis del entorno familiar, dirigidas a
docentes, trabajadores sociales y comunidad bahiense.

Avances
La Dra. María Marta Corrado, agente fiscal a cargo de la Unidad fiscal de delitos
sexuales, aseguró que “para prevenir y combatir el abuso sexual infantil, el
compromiso es de todos”. Uno de los grandes avances en el tratamiento de la
niña o el niño abusado es la creación y uso de la cámara Gessell, que se
constituye como un espacio físico adaptado con circuito cerrado de televisión
para proteger la identidad e intimidad de la víctima. En la misma, se realiza
la entrevista semidirigida con la menor exposición.
“A la fecha, cinco personas están detenidas por abuso sexual infantil, cuatro
de ellas vinculadas a menores de edad”. El relato se construye con lo contado
por la propia víctima o lo aportado por otras personas, que se enteraron en
instancias de los dichos o testimonios de la víctima. Todas las personas que
recogen los testimonios psicológicos y peritos que intervienen ayudan a la
revictimización mínima.
La abogada destacó el rol de los docentes, por el acompañamiento y el vínculo
creado en el ámbito educativo. “Muchas causas surgieron de actas redactadas por
maestras o integrantes del equipo de orientación de las escuelas. Tenemos que
pensar que los intereses superiores son los del niño, que está protegido y
reconocido por la
Convención internacional de derechos”. En cuanto, a los
síntomas es posible identificar dificultades para establecer vínculos,
angustia, insomnio, depresión, ideas de suicidio, trastornos cognitivos, de
memoria y concentración, masturbación compulsiva o juegos sexuales inusuales a
la edad.

El drama familiar
“Es una forma de abuso de poder, por el cual un adulto somete o se impone,
con diversidad de grados de violencia física, emocional y simbólica sobre un
niño, que en su condición de tal no está en condiciones de defenderse.” La
asimetría es la que prevalece en las relaciones entre el adulto abusador y la
víctima, la confianza y el cariño del niño son usados por el agresor. En el
rango de casos atendidos en CreerSí, es posible destacar que 43% de los casos
son protagonizados por los padres biológicos, 23% los agresores son familiares
cercanos y 17% son conocidos no familiares.
Las sobrevivientes al abuso sexual infantil son las madres de las niñas y niños
abusados, que pueden presentarse colaboradoras con el tratamiento y/o denuncia
del mismo. Aunque también, es posible encontrar resistencias para sostener el
tratamiento de sus hijos. El 17% rechazan o niegan la revelación del abuso y el
5% rechazó el tratamiento de la víctima menor. La realidad del abuso impacta en
ellas, que se sienten interpeladas por los supuestos radicales de “buena
madre”, afrontan la situación con culpa y dolor por no poder cuidar a sus
hijos. “En todos los casos la relación entre hija y madre queda dañada”, explicó
Clelia Severini, trabajadora social. “Para poder romper con este ciclo tan
duro, se hace necesario ayudar y acompañar a las madres para que escuchen y
crean en su hijo, puedan protegerlo, desculpabilizarlo, pedir ayuda a
profesionales y hacer la denuncia de la situación”.

Hogares seguros
Un cortometraje indica cómo la víctima describe sus pérdidas. “Si usted
está en este lugar es porque quiere recuperar sus sueños”, declara uno de los
personajes, mientras la mujer, víctima del abuso sexual en su infancia, enumera
las pequeñas cosas incontables que ha perdido: la posibilidad de tener
ilusiones, la confianza en sí misma y en otros, la dulzura, entre otras
cualidades humanas.
La licenciada Beatriz Forclaz, psicóloga y perito del equipo técnico de
fiscalía describe las pautas sociales que previenen el abuso, entre ellas se
cuenta una clara política para hacerlo en las diferentes edades y la adecuada
educación en la sexualidad, temática obligatoria en contenidos para las
escuelas. La orientación y firme formación de niños que conozcan, valoren y
controlen su cuerpo, con espacios en los que puedan expresar sus sentimientos,
con posibilidades de diferenciar caricias y maneras adecuadas o inadecuadas
para las relaciones y conocer las condiciones del secreto.
“Las familias pueden favorecer la prevención si crean climas de comunicación,
dirigidos por los valores de seguridad, cariño y confianza. El niño debe saber
que puede pedir ayuda en situaciones de riesgo, esto sucede si se lo educa
mediante estímulos en lugar de castigos. La adecuada incorporación de la
prohibición del incesto en toda la familia es un aprendizaje sociológico
absolutamente necesario. Además, niñas y niños deben tener la posibilidad de
decir no, cuando alguna situación les desagrada, con una enseñanza centrada en
que su cuerpo es suyo y que nadie tiene derecho a tocarlo”. Por una infancia
sin abusos y una adultez responsable, se instauró al 19 de noviembre como el
día internacional para su prevención y atención.

Ayuda en la denuncia
“Qué hacer si sos una niña/o o adolescente, recurrí y contá lo que te está
pasando a la persona de tu mayor confianza. Insistí hasta que alguien te ayude.
Si sos un adulto, escuchá, cree al niño y solicitá ayuda profesional”, es el
lema de la organización no gubernamental CreerSí.
“El abuso sexual es un delito hay que denunciarlo”.
Lugares:
Comisaría de la mujer: Berutti 650
Fiscalía: Moreno 25.
Para solicitar ayuda, orientación y acompañamiento es posible dirigirse a
CreerSí, que desde el año 2005 trabaja con la temática de abuso sexual infantil
a través de programas de difusión y de asistencia y orientación a las víctimas
y su grupo familiar. Las consultas se atienden en Donado 151, los días lunes de
16 a 18
hs. y miércoles 15.30 a
17 hs. Otras vías de comunicación institucional por teléfono 0291- 154431929 o
por correo electrónico creersi@hotmail.com.