Se están desarrollando diferentes actividades en el
Museo de Arte Contemporáneo respecto a lo realizado como sociedad desde la
vuelta de la democracia en la
Argentina. Una de ellas refirió a un ciclo de charlas referidas
a la temática.

Desde el lunes 18 de marzo en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de nuestra
ciudad, se pusieron en marcha diversas actividades referentes a los 30 años de
democracia en la Argentina.
La idea, señala la información proveniente del MAC, es preguntarnos qué hicimos
durante los 30 años a partir de talleres, charlas – debate, un archivo de
objetos y una muestra – instalación realizada entre todos.
Música, feriantes, artistas, artesanos, alfarería, fotografía, poesía y
serigrafía son solo algunas de las propuestas que se ofrecieron y que aún se
pueden disfrutar hasta el próximo 28 de marzo.
Y en el medio de ello hubo, como se anunciaba, un ciclo de charlas que fue
llamada Cuerpo, Espacio, Voz Memoria, siendo dividida cada una de las disertaciones
en los cuatro ítems mencionados en el título de las charlas.
De las mismas participaron diferentes personalidades de Bahía Blanca entre
quienes se encontraron, solo por nombrar a algunas de ellas: el artista Rafael
Martín, Celia Jinsky de Korsusnky, Madre de Plaza de Mayo de Bahía Blanca; el
ex fiscal Abel Córdoba; el licenciado en Letras Omar Chauvié y Pablo Reynafé,
director de Derechos Humanos de la municipalidad de Bahía Blanca, entre otros.
Todos ellos constituyeron cada una de las mesas mientras que de la primera de
ellas, la charla – debate “Cuerpo”, formó parte Anahí Junquera, hija de
desaparecidos y militante de la agrupación HIJOS.
EcoDias dialogó con Anahí sobre la temática a tratar en la disertación que
compartió junto a las artistas Cecilia Miconi, Nilda Rosenberg y Natalia
Martirena: “La idea es que se pueda interactuar, entonces desde todos nuestros
puntos de vista, desde nuestras experiencias y vivencias vamos a poder contar
lo que es poner el cuerpo en esta temática o por lo menos así lo entendemos los
hijos”.
En ese sentido Anahí agregó “y cómo se fue transformando a lo largo de los años
lo que significaba poner el cuerpo hace más de diez años y lo que significa
poner el cuerpo hoy en los juicios, más o menos está orientado a eso”.
Le consultamos justamente a Anahí que significa poner el cuerpo desde el
espacio que ocupa: “Nosotros desde la agrupación HIJOS poner el cuerpo es poner
todo lo que tenemos, lo que somos, como somos, así como nos ven. Es ponerle
toda nuestra voluntad y nuestra militancia en este caso apoyando, estando y
militando en los juicios y estando atentos de que no haya un genocida suelto en
Argentina que es una consigna para la que falta mucho pero que estamos en el
camino para que eso suceda”.
Respecto a las diferencias entre ese ayer y este ahora al momento de ponerle el
cuerpo a la situación y a la historia, Anahí señaló: “En realidad poner el
cuerpo en la agrupación HIJOS siempre es poner el cuerpo desde todo, desde el
pensamiento, el corazón, la militancia. En aquellos momentos era a través del
escrache cuando había impunidad, entonces la consigna era “Si no hay justicia,
hay escrache” y utilizando todos los mecanismos posibles democráticos para
poder alcanzar la justicia. Nosotros exponemos nuestras historias de vida, la
militancia de nuestros viejos, la lucha, reivindicamos la lucha y seguimos
poniendo el cuerpo hoy en la búsqueda de nuestros hermanos apropiados que
todavía faltan muchos, faltan 400 aproximadamente y tiene que ver con eso, con
una postura, con la postura que nosotros tomamos en la sociedad”.
Obviamente, concluyó Anahí, la presente realidad es distinta y feliz debido a
la primera condena de represores que vio la luz durante 2012 en Bahía Blanca:
“Por supuesto, para nosotros este 24 de marzo lo tomamos con alegría porque en
realidad era impensado hace diez años atrás que tengamos 17 represores presos y
que vayamos por más. Esa una sentencia que abre camino para que se empiece a
investigar al diario La Nueva Provincia
y que se empiece a investigar al cura Aldo Vara que tienen que ver con la pata
civil y la pata de la iglesia que tuvieron que ver y que fueron el engranaje
necesario para lo que fue la dictadura cívico, religiosa y militar”.