Por iniciativa de la Dirección Nacional de
Juventud, y con la participación de juventudes partidarias de la ciudad, el
espacio “Ernesto Malizia” fue escenario de un
conmovedor acto en que se plantaron mil flores celestes y blancas en homenaje a
los treinta mil desaparecidos.

La tarde se prestaba, con un
sol de otoño pero primaveral y en retirada. La temperatura acompañaba. Y los
asistentes comenzaron a aparecer, bajo diferentes banderas. La JP Evita, la JP,
la Kolina, la Güemes, la Cámpora. También funcionarios y ediles -Diego Palomo, Marcelo
Ciccola, Raúl Ayude, Marta Castaño, Alejandro Curino- y una buena asistencia
del público en general.
El objetivo era poblar el Espacio por la Memoria “Ernesto Malizia”, sito en Cuyo
entre 12 de Octubre y Witcomb, con mil flores de colores celestes y
blancos, en homenaje a las víctimas del terrorismo de Estado que comenzó con la
Triple A de José López Rega y se profundizó durante la dictadura cívico militar
que asoló el país entre 1976 y 1983.
El acto -inicialmente previsto para el 26, día que iniciarían los ahora
pospuestos juicios por crímenes de lesa humanidad ocurridos en Bahía Blanca- fue
producto de la iniciativa de la Dirección Nacional de Juventud, que estuvo
representada por el dirigente Gastón Mena. De las alocuciones previas a la
disposición de las flores, que terminaron conformando un pañuelo en homenaje a
la lucha de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, tomaron parte el propio Mena, el
titular de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de Bahía
Blanca Eduardo Hidalgo, el ex fiscal Hugo Cañón, y María del Carmen Drome, quien
articula en Bahía Blanca el Centro de Referencia del Ministerio de Desarrollo
Social de la Nación.

Aquí y en todos lados
Al abrir formalmente el acto, Drome se dispuso a “agradecer a la vida y a Dios
por esta tarde preciosa, para poder disfrutar de un momento que para nosotros
es sumamente emotivo. Queremos contarles que esta jornada se hizo por primera
vez hace un mes y unos días en la ESMA y la idea es que se pueda hacer en todas
las ciudades donde hubo centros clandestinos”.
Luego de la apertura, hizo uso de la palabra Gastón Mena. Hijo de
desaparecidos, Mena narró su historia, que incluye el abandono de su familia
adoptiva, quien lo expulsó de su casa y obligó a vivir en la calle “por una
travesura, salir a festejar que Argentina le había ganado a Inglaterra en el
Mundial ‘86”. De esa situación fue rescatado por una persona que resultó ser
una Abuela de Plaza de Mayo. “La historia me estaba siguiendo. Y ahí empecé a
armar todo un rompecabezas que tenía desde muy adolescente. Y a los veinte años
me puse la mochila de trabajar por los que menos tienen”, reflexionó.
 “Me pareció importante cuando se me
acercó un compañero, en la ESMA, y me dijo ‘esto se tendría que hacer en Bahía
Blanca, porque ahí hubo un centro clandestino’. Y justamente el 26 comenzaban
los juicios. Lamentablemente, los juicios no se hicieron, por cuestiones de que
los jueces todavía comen asados con los que están procesados. Qué bárbaro. Pero
seguimos luchando desde adentro, tomando conciencia de que tenemos que seguir
unidos y trabajando”, opinó.
“Lo importante es que estemos acá, haciendo esta actividad, tomando un poquito
de reflexión. Que la flor que vamos a plantar significa un alma más de un
compañero. Y sigamos construyendo memoria, verdad y justicia”, marcó.

Las flores, en su lugar
A su turno, también dio su testimonio el titular de la APDH bahiense,
Eduardo Hidalgo. Antes de leer un conmovedor texto del poeta Francisco “Paco”
Urondo, Hidalgo destacó que “no quiero dejar de mencionar la importancia de
esta señal de la memoria que está siendo instalada en este lugar, que alguna
vez soñamos que fuera muy importante con el compañero Ernesto Malizia”.
La cartelería que señala el emplazamiento del paseo de la memoria excluye la
mención a Malizia, a pesar de que una
ordenanza que el Honorable Concejo Deliberante emitió en 2004 lo bautiza con
dicho nombre.
“Entonces, que esta señal quede en este lugar es importantísimo para la
historia institucional nuestra y lo que tiene que ver con la lucha que llevamos
adelante buscando justicia, desde un ejercicio de la memoria permanente”,
afirmó Hidalgo.
“Y tiene que ver con una fecha importante, porque hace seis meses se fue la
figura que canalizó lo que hacía tiempo esperábamos que fuera canalizado desde
el Estado, que fue Néstor Kirchner”, añadió.
“Plantamos mil flores y florece una historia, una historia que en Bahía Blanca
suele ser tan complicada. Es difícil saber cómo hacemos para seguir resistiendo
cuando, hace apenas algunos días, un juez acaba de reconocer en su excusación
su relación con ese pasado criminal”, sostuvo.
Por su parte, el ex fiscal y actual presidente de la Comisión Provincial por la
Memoria, Hugo Cañón, también recordó la figura del fallecido promotor de la
APDH de Bahía Blanca que “como una computadora andante, trabajaba, reclamaba,
aportaba elementos de prueba y buscaba testimonios”.
“Destaco esto porque en estos momentos puntuales que estamos viviendo, si
estamos acá, tenemos que estar desde un lugar de convicciones. Y si somos pocos
pero con convicciones, sobra. Pero si lo hacemos desde una posición coyuntural,
desde una mirada oportunista, mejor mirémonos en el espejo para ver qué estamos
haciendo”, marcó.