Vicente Massot, propietario del diario La Nueva
Provincia declaró como imputado por crímenes de lesa humanidad cometidos
durante la última dictadura cívico militar.

Desde que comenzó el primer juicio contra los represores, Bahía Blanca parece
estar destinada a vivir muchas jornadas históricas. En aquella oportunidad fue
por poder llevar por primera vez a la justicia a algunos de los responsables
del terrorismo de Estado. La segunda oportunidad se dio justamente con el
segundo juicio y ahora le tocó el turno a un civil pero no a cualquier civil
sino a uno muy poderoso, a un hombre fuerte de la ciudad de Bahía Blanca. Nada
más ni nada menos que Vicente Massot, propietario del diario La Nueva Provincia,
ahora llamado La Nueva.
Ocurrió durante la mañana y el mediodía del martes 18 de marzo de 2014 y sí,
fue un día histórico para toda Bahía Blanca. No solo por su carácter de civil
sino por todo lo que este personaje representa, por todo lo que La Nueva
Provincia representa.
Es que hicieron mucho daño, de ellos se sospecha por el asesinato de los
trabajadores del matutino, Enrique Heinrich y Miguel Loyola; en las páginas del
diario salieron los falsos enfrentamientos durante la dictadura y de sus páginas
salió siempre el aliento para tomar las armas, el festejo por la dictadura
instaurada y la posterior defensa de ésta hasta nuestros días.
Y a no confundir, no se trata aquí de libertad de expresión o censura. No se
está juzgando a alguien por su manera de pensar sino por su manera de actuar,
lo cual es muy diferente. Es que La Nueva Provincia a través de su conducta
colaboró con el terrorismo de Estado. Así lo sostienen los fiscales y de allí
la acusación contra Massot y de allí también a que en la sentencia del primer
juicio, el tribunal haya ordenado investigar el accionar del diario.
Y el diario es Massot o mejor dicho los Massot. Ya fallecidos su madre Diana
Julio de Massot y hermano Federico. Quedó Vicente quien pidió declarar cuando
se supo de la imputación y el juez Álvaro Coleffi le fijó audiencia para el
martes 18 de marzo.
Fue una audiencia sin preguntas, solo con una exposición de Massot en la que,
obviamente se intuye y se descarta, negó toda la acusación y se desligó de la
misma. Pero es un paso, es una victoria ver al responsable de un medio de
prensa escrita de esos tiempos ante la justicia por primera vez. Los fiscales
por su parte ya pidieron que se lo vuelva a citar para una declaración
indagatoria en donde sí podrá recibir pregunta y donde también puede negarse a
hablar.

Más protección que a cualquiera
Vicente Massot fue citado por el juez Coleffi para que declare a las 10 y
15 de la mañana. Obviamente para no toparse con la gente ni con los organismos
de derechos humanos, Massot ingresó o lo ingresaron en secreto alrededor de las
7 de la mañana. EcoDias llegó al lugar minutos antes de las 9, hora en que
estaban previstas las manifestaciones de repudio contra Massot.
El juzgado está ubicado en la tercera cuadra de calle Alsina sobre mano derecha
y el lugar prácticamente se encontraba sitiado por fuerzas de la Policía
Federal y de Prefectura. Ya en Alsina y Soler el tránsito estaba cortado
mediante los conocidos conos naranjas pero peor se puso la cosa al llegar a
Alsina y Lamadrid, a pocos metros del juzgado, donde toda una valla enrejaba la
calle de esquina a esquina. Lo mismo pasaba del otro lado, es decir Alsina y
Dorrego con lo cual toda la cuadra de Alsina al 300 quedó exclusiva para
policías, gendarmes y periodistas que cubrían el hecho.
En la esquina de Alsina y Dorrego los Organismos de Derechos Humanos: la
agrupación HIJOS, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH Bahía
Blanca), la Red por la Identidad, la Mesa por el Juicio y Castigo, Unidos y
Organizados y demás agrupaciones políticas. Todos, todas, repudiando a Massot y
también para festejar la posibilidad de esta época y de verlo ante la justicia.
En la otra esquina se dieron cita agrupaciones de izquierda, entre otros.

Lamentable operativo de seguridad
Cuando supimos y confirmamos que Massot ya estaba adentro del juzgado y que
nadie pudo filmarlo o fotografiarlo no quedó otra que esperar su salida. Y la
espera se hizo larga, muy larga. Pasaron más de cuatro horas en las que con los
colegas aguardamos la salida rápida y por tirante huida de Massot.
Lamentable operativo para nefasto personaje ya que en la cuadra no estaban
solamente los policías, los prefectos, sus perros, los patrulleros y camionetas
de las fuerzas de seguridad, debidamente identificadas, sino que además como si
fuera una construcción de otros tiempos, se paseaban llamativo personal de civil
mirando atentamente -y en algunos casos fotografiando con celulares- todo lo
que pasaba. Esto ocurrió dentro y fuera del vallado. A muchos les causó gracia
y bromeaban al respecto. Cuestión que nos parece poco respetuoso y altamente
intimidante tanto para el trabajo de la prensa como para cualquier ciudadano o
ciudadana que haya decidido ese día acercarse a ese espacio.
Una muestra más de la parafernalia desplegada, un recuerdo en el presente de vetustos
honores y atenciones serviles de custodia a Massot.
De nada le sirvió al director del diario porque no se pudieron acallar los
cánticos que entre otras frases repetían la clásica “como a los nazis les va a
pasar…a donde vayan los iremos a buscar…”.

Padecer a La Nueva Provincia
En ese mientras tanto, en esa espera larga que mencionábamos, aprovechamos
para recoger algunos testimonios. En Alsina y Dorrego estaba Alejandra Santucho
de HIJOS Bahía Blanca quien coincidió en la relevancia histórica de esa mañana
que se estaba viviendo: “La verdad que para nosotros es más que importante, un
momento realmente impensado. Nosotros siempre decíamos que era impensado tener
los juicios a los genocidas, bueno mucho más impensado tener hoy nada menos que
al dueño del diario La Nueva Provincia sentado en el banquillo. La verdad que
es un día histórico no solamente para los organismos de derechos humanos, para
los militantes sino para la sociedad toda. Bahía Blanca ha padecido este diario
y lo sigue padeciendo con sus editoriales, con su monopolio. Nosotros no
tenemos diarios acá en Bahía Blanca hasta cerca del mediodía, o sea que lo que
más se consume es ese diario. Para nosotros la verdad que es un día histórico,
es muy gratificante haber podido llegar por fin al juicio y castigo o al menos
estar en ese camino”.
A Ángela Loyola se la conoce simplemente como Angie y es la hija de Miguel
Ángel Loyola, trabajador del diario asesinado durante la dictadura al igual que
su compañero Enrique Heinrich. Por ellos Massot va a tener que responder en
algún momento y por eso y por su papá Angie estaba ahí, expectante detrás de
una valla: “La verdad que es algo que nos sorprendió, algo histórico en Bahía
Blanca y muy contentos de que realmente empiece a dar frutos el trabajo de
mucha gente. Ayer hablaba con mamá y decíamos que jamás pensamos que acá en
Bahía Blanca iba a pasar esto y está pasando y es una esperanza para uno”. En
ese sentido señaló que hay que poner todas las fuerzas “para que esto salga
adelante yt realmente se haga justicia y que se sepa la verdad no solamente con
lo de mi papá sino con otra gente que ha pasado por la misma situación, con
todos los desaparecidos. Esperamos la verdad y la justicia”.
En su momento, Angie y su mamá tuvieron que declarar por el asesinato de Miguel
Loyola: “Declaramos hace bastante las dos, mi mamá me decía que parece que
estuviera viviendo el momento pero bueno costó al principio pero después
charlando entre las dos yo le decía que los aportes que uno puede llegar a dar
en este momento son muy importantes. Así que lo enfrenta realmente como puede”.
Decíamos, detrás de la valla Angie estaba expectante y con esperanzas para lo
que viene: “No me quiero precipitar, para mí lo que hoy se está logrando es un
paso muy grande. Tengo fe, tengo esperanza y ojala realmente se llegue a
destino como uno quiere llegar”.
Junto a los compañeros de HIJOS y de otras agrupaciones, estaba Natalia Molina
militante y escritora quien también dijo lo suyo: “No podía perderme el momento
histórico de el repudio a Massot que más allá del resultado que exista hoy, ya
es reparador de por sí porque es el primer director de un diario cómplice de la
dictadura que tuvo que ver con el plan sistemático de desaparición en la
Argentina y en Bahía Blanca. Sobre todo que es llamado a comparecer ante un
tribunal porque ayer comentaba Ale Santucho, la compañera de HIJOS en una nota
que le hicieron para INFOJUS que solamente un director de un diario de Ruanda y
no me acuerdo de qué otro lugar, han sido llamados a comparecer al tribunal”.
Natalia destacó la necesidad de estar presentes: “Tenemos que acompañar las
actividades de la Mesa por el Juicio y Castigo, participar de los juicios de
lesa humanidad que son política de Estado, tener presencia en las calles y en
los juicios porque es una tarea militante que nos compromete como sociedad”.

El diario tuvo la primicia
La cobertura periodística que se hizo de la presencia de Massot en el
juzgado fue enorme. Bien temprano estuvieron allí periodistas de distintas
radios, luego llegaron los canales de televisión que se quedaron hasta el final
y cronistas de sitios web de noticias. También se contó con la presencia de la
TV Pública con enviados especiales que difundieron la noticia a todo el país.
Creímos que EcoDias era el único medio gráfico de la ciudad presente pero nos
equivocamos. El propio diario La Nueva, propiedad de Massot, envió al lugar a
un joven cronista acompañado de un fotógrafo. En su portal de Internet, el
diario publicó que su director había declarado. Parecía una paradoja ya que al
ser Massot el dueño, el diario de alguna manera tenía la primicia de lo que
había ocurrido.
Con todos los periodistas esperando afuera, pasadas las 13hs salieron los
fiscales del juzgado. Allí se lo pudo ver al doctor José Nebbia y a Miguel
Palazzani quienes no podían decir mucho ya que el juez Coleffi había decretado
el secreto de sumario. Solo se pudo saber que Massot ya había declarado y que
lo había hecho durante dos horas más allá de que algunos medios, luego,
señalaron que la declaración duró tres horas.
En un breve contacto con la prensa, el fiscal Palazzani comentó: “Nosotros
reiteramos los pedidos del requerimiento fiscal, lo ratificamos y ahora vamos a
tener que esperar a qué resuelva”. Palazzani informó que Massot hizo su
declaración tal cual estaba previsto: “El juez decretó el secreto de sumario y
lo vamos a respetar”.
Los fiscales no estaba solos, fueron acompañados por alguien muy importante
como el doctor Jorge Auat, titular de la Procuraduría de Crímenes contra la
Humanidad quien también dialogó con los periodistas: “Lo central aquí es que
nosotros somos concientes que todavía nos falta mucho por avanzar, yo siempre
digo que hemos logrado mucho pero también seamos concientes que nos falta
mucho. Lo que nosotros hacemos todos los días es como mirar el vaso medio vacío”.

Y un día le vimos la cara
A las 13.21 hs. del martes 18 de marzo de 2014, Vicente Massot salió del
juzgado donde declaró como imputado por crímenes de lesa humanidad. Lo hizo
acompañado de su abogado Rubén Diskin y custodiado fuertemente por la Policía
Federal. Vestido con un traje verde claro, sin su barbita, Massot escondió esta
vez su rostro detrás de unos lentes oscuros y rápidamente y sin hacer
declaraciones, se metió en el patrullero que lo esperaba. Fue todo tan intenso,
breve y veloz que los fotógrafos no consiguieron una buena toma de la salida de
Massot. Desde Alsina y Dorrego, los carros de las fuerzas de seguridad impedían
la visión. Los que cubrimos la jornada lo pudimos ver en esos pocos segundos
que duró su camino al patrullero de la Federal. Enseguida, éste arrancó a
fuerte velocidad en contramano por Alsina. Los prefectos abrieron el vallado y
el auto que llevaba a Massot pasó muy cerca de manifestantes que lo repudiaron.
Finalmente, el patrullero agarró por Lamadrid y se perdió de la mirada de todos
los que permanecíamos allí.
Así, repudiado, abucheado, señalado por ser responsable de crímenes de lesa
humanidad; en un patrullero y rodeado solo por policías, con el sonido de
sirenas de los móviles, se retiró.
Por todos los desaparecidos, por Heinrich y Loyola, por todos y todas las
bahienses que desde hace años sostienen la lucha por la Verdad y la Justicia,
parece ser que la historia está empezando a cambiar y este poderoso y nefasto
personaje local tendrá que dar más explicaciones.

Lo concreto
Vicente Massot declaró en el marco de la causa que se le sigue por crímenes
de lesa humanidad. Massot pidió declarar y el juez Coleffi le fijó la fecha del
pasado 18 de marzo. En su declaración y amparándose en la ley, Massot no
recibió preguntas sino que realizó una exposición. Por su parte, los fiscales
requirieron que se lo cite nuevamente pero esta vez para una declaración
indagatoria donde sí recibirá preguntas.
Massot declaró durante dos horas y se retiró del juzgado, sin ser detenido,
pasada la una de la tarde.

Imputaciones
Semanas atrás el fiscal Palazzani relató a EcoDias que la causa que se le
sigue a Massot es la causa que podemos denominar “La Nueva Provincia”: “Es una derivación de la
causa 982 (Causa “Ejército”) pero ha adquirido cierta autonomía por la índole
de los hechos investigados aunque encuentra prueba común con “Ejército” y
“Armada””.
En sí, la fiscalía acusa a Massot de integrar junto a los mandos militares, una
asociación ilícita con el objetivo criminal de eliminar un grupo nacional.
A
través del multimedios, Massot habría contribuido con ese fin actuando de
acuerdo a las normativas y directivas militares y en cumplimiento de las
mismas. Massot también es imputado por los asesinatos de Heinrich y Loyola como
coautor de esos homicidios, instigándolos, determinándolos, prestando aportes
indispensables para su concreción material y encubriendo a sus autores
inmediatos.
También se lo acusa de ocultar la verdad respecto a secuestros, torturas y
homicidios de 35 personas.