El día 28
de junio, coincidiendo con el inicio de los juicios por delitos de Lesa
Humanidad, se realizó un acto para honrar la Memoria.
Una nutrida concurrencia se brindó un gran aplauso seguido del grito de “30 mil
compañeros desaparecidos, ¡presentes!”.
En un escenario montado en el medio de avenida Colón, frente al Rectorado de la
Universidad Nacional del Sur, desfilaron numerosas personalidades vinculadas a
la defensa y promoción de los derechos humanos. Entre las voces que se pudieron
escuchar rescatamos algunas.
Celia Jinsky de Korsunsky, Madre de Plaza de Mayo de Bahía Blanca hizo
una reseña de los años de lucha: “Desde nuestros comienzos en que el dolor y el
terror paralizaban nuestros movimientos, debimos salir a la calle a golpear
puertas, a pedir por nuestros hijos. Desde que iniciamos nuestro peregrinaje,
recorriendo grandes distancias del país, por distintas ciudades, regimientos,
comisarías, toda dependencia de seguridad donde pudieran tener a los
secuestrados, con la misma pregunta llegábamos a ellos: ¿Dónde están? ¿De qué
se los acusa? ¿Por qué niegan a los padres el derecho a saber su paradero?
Preguntas que nunca tuvieron respuesta”.
La perseverancia, el conocerse con otros familiares y el apoyo mutuo, dijo
Celia, sirvió para hacerse más fuerte para seguir peleando: “35 años y hoy
comienza el primer juicio contra los genocidas de Bahía Blanca; 35 años pidiendo
por juicio y castigo a los responsables de los crímenes de lesa humanidad.
Cárcel común, perpetua y efectiva a todos los genocidas. Por la devolución de
los chicos nacidos y robados en cautiverio”.
Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz, destacó el carácter
histórico que tuvo el 28 de junio al tiempo que señaló que se trata de un
avance para toda la humanidad: “La Argentina es el país que más ha avanzado en
el mundo en los juicios contra la grave violación de los derechos humanos y
creo que esto tenemos que reconocerlos, felicitarnos porque esto es gracias a
la lucha de nuestro pueblo. No nos regalaron nada, es una conquista del pueblo
y tenemos que seguir profundizando para que esto no ocurra nunca más”.
Por su parte, Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora,
quien no se olvidó de Julio López, Luciano Arruga y del asesinato de Silvia
Suppo, reconoció el enorme trabajo y esfuerzo de los familiares de
desaparecidos de este sector de Argentina: “Primero, hacer un gran abrazo y una
gran felicitación a las madres y padres de aquí, de la Patagonia, de Bahía
Blanca, de Neuquén, de Viedma, de esta parte del país que les costó tanto la
lucha, mucho más que a nosotras. Muchas veces nos juntábamos y nos decían qué
sacrificio había que hacer para enfrentar acá a los genocidas caminando por las
calles, haciendo una demostración de poder. Sin embargo, fueron valientes, no
se achicaron, no bajaron los brazos y entonces todos juntos logramos este día
histórico”.
La otra Bahía
Alejandra Santucho es hija de desaparecidos e integrante de la Comisión de
Apoyo a los Juicios. Ella también subió al escenario con su remera de Juicio y
Castigo y señaló que el juzgamiento es el resultado de la lucha y también de la
decisión política de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de
Kirchner: “Ya hay hermanos nuestros que han tenido la suerte de ver condenados
con sentencias ejemplares a los desaparecedores y torturadores de sus viejos.
Ahora, es el turno de Bahía Blanca, ahí adentro se va a juzgar el brazo
ejecutor, a los verdugos que cumplieron con el plan de exterminio que tenía en
la mira a toda persona que estuviera comprometida con el cambio. La justicia es
reparadora, en primer lugar para los familiares, para las víctimas y los testigos
pero fundamentalmente para la sociedad en su conjunto que le deja el mensaje
que la impunidad ya no tiene cabida en esta sociedad”.
Más voces pasaron por el escenario para hablar con la gente. Una de
ellas fue la de Cristina Cevoli de la Asociación de Familiares y Víctimas del
Terrorismo de Estado de Viedma, entidad a través de la cual, dijo, “confluimos
hijos, víctimas, ex presos políticos, familiares en la búsqueda de tratar de
rehacer esta red que se ha roto. Tratando de completar esos huecos que han
quedado a través de compartir desde distintas posiciones el dolor común y la
búsqueda de justicia. Recuerdo que tenía la edad de ustedes cuando militaba y
nos pasó todo esto, y hemos estado esperando 35 años este momento”.
Eduardo Hidalgo, titular de la APDH Bahía Blanca, se mostró muy
emocionado al reconocer el trabajo de Noemí Labrune de APDH Neuquén quien no
pudo estar en este juicio, del ex juez Luis Cotter, presente en el escenario, y
de su compañero en la lucha por los derechos humanos, Ernesto Malisia, ya
fallecido: “Esa justicia que a veces es representada arriba de un pedestal, hoy
se ha bajado, ha ingresado por primera vez a la Universidad Nacional del Sur
que todavía mantiene algunos funcionarios impunes y de esa manera estamos dando
el primer paso y esa justicia está mirando ahora ahí adentro que tiene que
condenar a perpetuidad a los asesinos que están sentados ahí adentro. Que no
son los únicos, son los primeros porque todavía nos falta”. Hidalgo afirmó que
se ha logrado la primera parte del objetivo y mostró su satisfacción por la
participación de los jóvenes: “En esa primera parte más allá de los
reconocimientos está la presencia de todos ustedes más de una vez y
fundamentalmente en esta etapa que es la que gratifica por la presencia de los
jóvenes que se han sumado en este último tiempo con una fortaleza y una fuerza
que a uno lo invita a pensar de que todo va a seguir cada vez mejor”.
Enrique Gandolfo, CTA Bahía Blanca – Coronel Dorrego hizo hincapié en
“la otra Bahía”, la de la lucha por la justicia y la defensa de los derechos
humanos:”Hay una Bahía también que me parece que tenemos que recordarla porque
es la que nos permite también estar acá hoy. La de un movimiento de los
derechos humanos ejemplar y no es de hoy. Yo recuerdo aquella marcha en las
postrimerías de la dictadura, una marcha de silencio. Recuerdo como si fuese
hoy, el retumbar de los pasos sobre el asfalto, estábamos saliendo de las
catacumbas de la dictadura y teníamos la felicidad de reencontrarnos en esa acción
que marca gestos de la clase, gestos de los que nunca nos resignamos. Ganar la
calle otra vez, y ganamos la calle otra vez”.
Marcela García, madre de Jesús García, el negrito, víctima de la Triple
A, también puso el acento en el acompañamiento de la juventud a esta causa:
“Tengo el corazón lleno de alegría de ver tantos jóvenes que están tomando el
lugar de nuestros hijos, la lucha porque si no hay lucha no va a haber nada en
esta sociedad, con estos genocidas sueltos que caminan por la calle como si
fueran cualquiera de nosotros. A pesar de que se llevaron a mi hijo no pudieron
quebrarme nunca y no lo van a conseguir. A mi hijo se lo llevaron porque
realmente era un luchador, como a los 30 mil que no los tenemos. Por eso me
alegra muchísimo ver tantos jóvenes participando en toda esta historia”.
Por su parte, José Schulman de la Liga Argentina por los Derechos del
Hombre exteriorizó sus sentimientos ante los presentes y habló de la esencia
del juicio: “De las muchas preguntas que este juicio contestará, nosotros ahora
le estamos contestando la pregunta que se hacen los represores que no alcanzan
a entender cómo es posible que los vencedores, que los que se creían
omnipotentes lleguen al banquillo de los acusados y sean seguramente
condenados. Ellos mismos no prestaron atención a lo que ellos predicaban en las
academias militares de la Escuela de las Américas que los Estados Unidos
organizó para que los oficiales de América Latina se conviertan en asesinos. Es
muy simple, los manuales dicen que la batalla no cesa hasta que no cesa la
resistencia. Y hoy estamos explicando que aunque ellos creyeron otra cosa nunca
cesó la resistencia de Argentina ni en los centros clandestinos ni en las
cárceles, ni en las calles ni adentro ni afuera del país”.
Se están juzgando genocidas
Finalmente, subieron al escenario Anahí Junquera y Susana Matzkin,
familiares de desaparecidos, para dar lectura del documento de la Comisión de
Apoyo a los Juicios que integran y que organizó el evento, cerrando con un
poema de Mario Benedetti a cargo de Anahí.
El documento explica cada momento de estos 35 años buscando verdad y justicia,
recuerda compañeros que ya no están pero cuya presencia se sigue sintiendo y
además destaca el haber llegado por fin al juicio esperado: “La impunidad, que
tanto brilló en Bahía Blanca, que transitó durante años por infames despachos y
fascistas redacciones, se debilita frente al embate de la Justicia. Serán, por
fin, juzgados los sicarios que nos arrebataron a los nuestros y nos arrancaron
de un tirón la alegría. La impunidad quiso que algunos escaparan y otros
murieran sin castigo. Hasta ayer caminó por las calles con sus trajeados
esbirros, esos que firmaron obscenas libertades que propiciaron fugas. La
impunidad fue construida sobre sólidas editoriales apologistas del terrorismo
de Estado, con las arteras manos de funcionarios que jamás cumplieron su
juramento.
Esa impunidad, que trabajó desde las sombras para que familiares y compañeros
no pudiéramos ver la acción reparadora de la Justicia, que intentó socavar
nuestra fe y nuestra fuerza, con su odio visceral recordará este día. Porque a
pesar de la complicidad y la traición: hoy y aquí se están juzgando genocidas”.
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