Un año más, al igual que los dos anteriores, en que nuevamente el 24 de marzo nos encuentra en plena batalla contra los retrocesos y la quita de derechos, a que nos somete este gobierno neoliberal de CEOS, representado hoy por la alianza del Macrismo junto a la vergüenza Radical.

El pueblo demostró y se manifestó masivamente, en contra del fallo de la Corte sobre el 2×1, dejando en evidencia que no está dispuesta a convivir con IMPUNIDAD , gracias a un proceso histórico donde la lucha de los Organismos de Derechos Humanos tuvieron un rol central y que llega a los actuales juicios por crímenes de Lesa Humanidad, con la voluntad política y propiciados durante los gobiernos de Néstor y Cristina, señalando las responsabilidades criminales de quienes purgan hoy condenas por hechos gravísimos contra la dignidad de las personas y que podemos decir que hemos sido orgullo en el mundo en el juzgamiento de genocidas y la lucha contra la impunidad en los 12 años que nos precedieron.

Hoy, desde diciembre del 2015, lejos de ser orgullo, nos avergüenza ante el mundo que nos mira, lo que sucede en nuestro país ante las violaciones a los DDHH: represión, muertes, gatillo fácil, persecuciones, Presos y presas políticas, despidos, ajuste y un gran desprecio por la vida y por las libertades.

El negacionismo gubernamental sobre el número de víctimas, la escandalosa ley del 2×1, la indiferencia y la falta de apoyo del Ministerio de Justicia a los juicios, el festival de arrestos domiciliario a genocidas, la desfinanciación de actividades y programas de Derechos Humanos articulados por el gobierno anterior, y los recientes pedidos de reconciliación, nada menos que de la boca de un Massot, en clara confrontación hacia todos nosotros y nosotras; son la palpable muestra de cómo intentan destruir todo lo logrado y avanzado en Memoria, Verdad y Justicia.

Descaradamente liberan genocidas y nos exigen reconciliación, doblemente vergonzoso es que sea un apellido Massot el que lo haga, cuando aún no han rendido cuentas sobre la muerte de sus dos obreros gráficos Heinrich y Loyola, de los más de 35 casos por los que se imputa su participación y de la acción psicológica que emplearon para llevar adelante el terror en nuestra ciudad. Su causa duerme el sueño de la impunidad y la desvergüenza, con la que la gran familia judicial bahiense los ampara, como los amparan los dirigentes políticos de su color que frenaron un repudio generalizado de parte de todo el resto de la oposición en conjunto.

Pero el plan, al igual que lo fue durante la dictadura, es mucho más abarcativo: Después de más de 12 años de un proyecto de inclusión, hoy las políticas de Estado son de exclusión social, política, económica y cultural. Han vuelto a instalar un plan económico que nuevamente, deja afuera a gran parte de la población, especialmente los trabajadores y trabajadoras quienes son los principales perjudicados. Tanto en el sector privado como en el estatal, los despidos se cuentan de a miles, mientras estamos cada vez más cerca de la flexibilización laboral… Los planes económicos de hambre tienen como condición necesaria la represión y luego la impunidad. Reprimen, persiguen encarcelan, matan y se auto conceden impunidad.

Santiago, Nahuel, Facundo y muchos otros nombres menos conocidos, alcanzados por estas políticas represivas y de gatillo fácil, son las nuevas víctimas de este presente. Con los grandes medios como aliados y cómplices, instalan la discriminación, la xenofobia y el desprecio por la vida de ese otro al cual necesitan estigmatizar. El peligro no son los pibes de gorrita, o quienes luchan por sus sueños y derechos, el peligro son los que matan de hambre al pueblo, los que se llevan la plata afuera, los que manejan el país como su empresa, los genocidas sueltos, las fuerzas de seguridad liberadas a su antojo… y sigue la lista.

Seguimos exigiendo juicio y castigo a todos los responsables militares y civiles, que hoy, igual que ayer, se encuentran amparados por un Poder Judicial que nunca dejó de ser corporativo y complaciente con los poderosos, repartiendo y regalando domiciliarias, faltas de méritos y sobreseimientos.

Ese Poder Judicial que junto con la iglesia y los grupos económicos, fue la parte gestora de la dictadura y de lo que siguió luego y que hoy se hallan nuevamente empoderados y accionando sin haber alcanzado a juzgarlos, ni a depurar y democratizar el sistema judicial, pero que se ensaña y persigue a aquellos pocos jueces u operadores judiciales que han tenido la valentía de avanzar contra los poderosos, desobedeciendo lo impuesto por la corporación. Acá en Bahía Blanca al juez Coleffi, quien se animó a avanzar contra el poder Civil de Massot, contra la iglesia señalada de partícipe y contra aquellos miembros del Poder judicial que habían sido parte del genocidio planificado, le costó nada menos que su cargo y de manera inédita fue cesanteado DOS veces del Poder Judicial. Lo mismo ocurre en diferentes lados del país, donde se hostiga, persigue e inventa causas a quienes osaron correrse del mandato de la gran familia judicial.

No nos queremos olvidar de la participación de la iglesia, la cual en esta ciudad, como en todo el país cumplió un rol preponderante en la persecución y las desapariciones, y no todos los que participaron se encuentran muertos, sino que más bien, muchos se encuentran escondidos detrás de la impunidad de su sotana.

Hoy, NOS GOBIERNAN LOS CIVILES DE LA DICTADURA QUE NO LLEGAMOS A JUZGAR!

No vamos a dejar de exigir que se termine la impunidad! Los peores asesinos que tuvo la historia de la Argentina, NO pueden quedar libres o en sus casas. Nos merecemos una argentina LIBRE DE GENOCIDAS SUELTOS, por nosotros y por las generaciones que vienen detrás.

Como siempre decimos desde H.I.J.O.S. que no existen los “derechos humanos de ayer y otros derechos humanos de hoy”, tampoco existen las luchas y sueños de ayer, y las luchas y sueños de hoy. La lucha de los 30.000 era por un país inclusivo, por eliminar las brutales desigualdades sociales de nuestra patria y de la patria grande. Y hoy nos encontramos ante el mismo desafío que debemos librar todos quienes nos oponemos realmente y sin dobleces a este sistema que hoy nos gobierna, sistema capitalista, neoliberal, patriarcal y opresor que se sustenta en la deshumanización.

Pero los H.I.J.O.S., tenemos nuestro mejor legado, que es la lucha que nos dejaron nuestros viejos y la lucha que nos enseñaron las Madres, nuestras Abuelas. Por eso no daremos Ni Medio paso atrás, y seguiremos denunciando y luchando por el juicio y castigo a todos los genocidas: militares y también civiles, incluyendo los que nos gobiernan.

NO OLVIDAMOS NO PERDONAMOS NO NOS RECONCILIAMOS

POR UNA DEMOCRACIA SIN PRESAS NI PRESOS POLÍTICOS NI GENOCIDAS SUELTOS!

30.000 COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS DETENID@S DESAPARECID@S PRESENTES!!! H.I.J.O.S. Regional Bahía Blanca