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Fin de testimonios en La Plata
El TOCF1 de La Plata, escuchó el testimonio Ana María Sabio en la audiencia del juicio por delitos de lesa humanidad perpetrados en el CCDyT “La Cacha”, durante la última dictadura cívico militar. La testigo hizo referencia al secuestro de su marido Omar Diesler y también ampliaron declaración indagatoria cinco imputados. El proceso judicial con 21 imputados, se encuentra en las últimas instancias previas a la sentencia y está a cargo del juez Carlos Ronzanski y los subrogantes Pablo Jantus y Pablo Vega.
Categoría: Derechos Humanos

El TOCF1 de La Plata, escuchó
el testimonio Ana María Sabio en la audiencia del juicio por delitos de lesa humanidad
perpetrados en el
CCDyT “La Cacha”, durante la última dictadura cívico militar.
La testigo hizo referencia al secuestro de su marido Omar
Diesler y también ampliaron declaración indagatoria cinco imputados.
El proceso judicial con 21 imputados, se encuentra en las últimas instancias previas
a la sentencia y está a cargo del juez Carlos
Ronzanski y los subrogantes Pablo Jantus y Pablo Vega.

“Acá no hubo guerra, acá no hubo
dos demonios. Acá hubo un plan sistemático, siniestro, de todo aquel que se oponía
a estos señores. Que dejaron al país en hambre y miseria, no se imaginaron que iba
a haber gente que iba a poner freno a eso. Que iban a haber unas madres que se pusieran
frente a la casa de gobierno, que hicieron del dolor la lucha. Y esa lucha se hizo
millones. Nos quisieron matar y no pudieron, nos quisieron desaparecer y no pudieron.
Nos torturaron, nos bombardearon. Y hoy, que un hijo de esas madres, entró a la
casa rosada con sus convicciones, que son las nuestras y descolgó un cuadro sucio.
Y terminó con la impunidad, poniendo en manos de ustedes, señores jueces, esa sublime
posibilidad de juzgar. Con todas las garantías de la ley, que ellos no tuvieron
para con nosotros. Hágase justicia”.-

Esas fueron las palabras con las que Ana María
Sabio de Americe, culminó el miércoles 20 de agosto, su declaración testimonial
frente al Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de La Plata, en una nueva jornada
de la audiencia oral y pública del juicio por delitos de lesa humanidad cometidos
en el Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio (
CCDyT) “La Cacha”. Su marido, Omar Americe había prestado
testimonio desde Copenhague el pasado 27 de junio, por medio de videoconferencia.
La testigo, en el transcurso de su relato brindado en la sede de la Ex Amia platense
de 4 entre 51 y 53 dónde tiene sede el TOCF1, reconoció mediante la exhibición de
un álbum fotográfico a
Cinclini, Herzberg, Branne, Gómez, Grande, Claudio Raúl, Gauto, Vera, Cosso, como posibles participes del operativo realizado
en su casa, en el cual secuestraron a su marido.

Además del testimonio de Ana María, que concluyó
las declaraciones testimoniales del debate, ampliaron indagatoria los imputados
Isaac Crespín Miranda,
Palavezzatti, Rufino Batalla, Gustavo Adolfo Cacivio, Raúl Ricardo Espinoza.

Ana María Sabio
“Mi marido, Alberto Omar Diesler, que fue secuestrado el 19 de abril de 1977 de mi
casa.
El 17 de abril, fue una noche clave, nace nuestro
primer hijo, yo lo tomo como una forma de visualizar los sentimientos de amor, esperanza
a futuro, de construir un mundo mejor y la apuesta que se hacía a la vida. Esa era
la característica de mi generación, una generación que fue diezmada. Fue el blanco
de los genocida al servicio de intereses mezquinos y anti patrias, nos destrozaron”,
así comenzó Ana su declaración sentada frente a los jueces
Rozanski, Vega y Jantus.
Ella y Omar eran estudiantes avanzados; ella
en derecho y su esposo ingeniería mecánica en la UTN. Vivían en ensenada, en la
calle Bolivia 410, esquina San Martín. El 19 de abril de 1977, cuando Omar regresa
a la facultad, casi medianoche decide darse un baño. Cuando cierra la ducha, recuerda
Ana, se escucharon frenadas de autos. “Enseguida vimos que eran muchos autos, se
escucharon portazos. Ruidos de pasos, corridas, golpean fuertemente la puerta y
una ventana. Omar sale desnudo del baño. Preguntó quién es y dicen fuerzas conjuntas.
Cuando Omar abre, lo tiran al piso y entran todos. Van a la cocina y después al
fondo, Omar gritaba mucho. Eran 12 o 13 personas, muchos vestidos de civil, aunque
alguno tenía botas de militar. Me llamo la atención uno que era muy joven, parecía
un soldado, tenía un chaleco antibalas que era del ejército. Estaba armado, se mantenía
muy quietito. Revolvieron toda la casa y me hacían preguntan. Varias veces me preguntaron
por el niño, de cuando había nacido. No tenía aspecto de recién nacido, estaba gordito,
pesaba cuatro kilos. Preguntaban por “Cacho” y yo les decía que no había ningún
“Cacho”. Fue muy violento cómo se dio todo. Un rato después lo vi pasar a Omar,
que lo llevaban esposado, con una funda en la cabeza y vestido. Le pregunté para
que lo llevaban y me dijeron: para que nos diga dónde está “cacho”. Esa es la imagen
que me queda de esa noche”, sostuvo Ana, sobre el operativo realizado en su casa.

El Fiscal Hernán
Shapiro, le preguntó a la testigo sobre qué supo luego de ese
episodio, sobre el paradero de su marido.

Las
primeras semanas, no supe nada. Nunca tuve ninguna noticia, ni atisbo de dónde pudiera
estar. Pregunté, llamé, todo. Pero nunca tuve nada, hasta que en el mes de julio,
el 24 de julio de 1977, después de tres meses viene mi cuñada que vivía en la plata,
un domingo a la mañana con su novio, muy alterada y me dijo que la noche anterior
habían llamado por teléfono a un vecino, alguien anónimo, le habían dicho que Omar
estaba en la Comisaría Octava de La Plata, que fueran a visitarlo el domingo. Que
aprovecharan el domingo, que había guardia. Díganle a la guardia que les dio visita
el oficial “
Echaustegui”. Llévenle cigarrillos, comida. Entonces mi cuñada
me vino a avisar eso y dije que bueno, que vayamos. Fui con mi hermano y le llevamos
cigarrillos. Lo pudimos ver a él. Según recuerdo, al mismo tiempo aparece otra señora
con una hija de 12 o 13 años, que también lo habían citado a ver a su esposo y a
su hija. Eran 9 los compañeros que estaban allí. Siete hombres y dos mujeres, que
habían estado según ellos, Omar me dice en “La Cacha”, ahí me dice que estaba ubicada
en la vieja estación de radio provincia. Yo dudé, pero ellos lo aseguraban. En ese
momento Omar, pero después los otros también lo aseguraron”, contó Ana. Y siguió,
“me dijo quienes habían estado ahí, quienes en la comisaría y me dio nombres para
que pueda avisar al resto de la familia. Nos dividimos para avisarles a otras familias.
Ese domingo fueron cayendo casi todas las familias. La familia
Rolli, Torrillas, salvo los Pérez Catán, que Vivian en Mar del Plata
y los
Presindeli, que llegaron de Santa el
lunes. Esa noche estuve feliz, por
haberlo encontrado”.

También, desde los fiscales consultaron a la
testigo sobre los civiles y uniformados que ingresaron a su casa; sobre si podría
llegar a reconocer a alguna persona. Ana dijo que estaban a cara descubierta y que
podría reconocer a uno o dos. Casi al finalizar su testimonio, luego de mirar un
álbum de fotos exhibidas por el tribunal, la testigo reconoció a varios de los integrantes
de fuerzas conjuntas que estuvieron presentes en el operativo de secuestro de su
marido.

Según contó Ana frente al TOCF1, su marido,
Omar
Diesler, estuvo tres meses en “La Cacha”, un año en la Comisaria
Octava de La Plata, lugar al que Ana pudo ir a visitarlo y dónde también se encontraban
detenidos Patricia y Carlos
Rolli, Patricia Pérez Catán, Daniel Presindeli, Néstor Daniel Torrillas y Roberto Americe. También, la testigo mencionó
que su marido recordó que estuvo secuestrado en el centro clandestino junto a Elba
Ramírez Abella, María Rosa Tolosa; de quien supo que había tenido mellizos.

Luego de permanecer un año en la Comisaria
Octava, Ana contó que su marido fue trasladado a la Unidad 9 de máxima seguridad
de La Plata, en donde permaneció hasta 1982.

“Mi marido trabajaba en YPF, era delegado gremial,
se lo llevado buscando a “Cacho”. A pesar de todo eso, se le hace un concejo de
guerra y se lo acusa de encubrimiento. La caratula de la causa es de asociación
ilícita por encubrimiento de “Cacha”. El resultado del concejo, fue de seis años
de detención, en prisión. El salió a los cinco años y ocho meses, después de la
guerra de Malvinas. A los que estaban en PEN y amnistía a los que estaban por concejo
de guerra.

Él fue de los últimos que pasó por el concejo
de guerra, tuvo la condena máxima de todo el grupo que estaban en la octava. Estuvo
tres meses en la cacha, uno en la octava y cuatro en la unidad 9”, culminó.

Características del Centro Clandestino
El
CCDyT “La Cacha”, haciendo alusión al personaje “Bruja
Cachavacha” que hacía desaparecer gente en la caricatura “Hijitus” de García Ferré, funcionó en el predio del Penal
de Olmos ubicado entre las calles 191, 196, 47 y 52 de La Plata en las antiguas
instalaciones de LS 11 Radio Provincia de Buenos Aires.

Ese edificio donde funcionaba LS 11, fue demolido
antes de la restitución de la democracia en 1983. Luego, en 1984, sobrevivientes
de “La Cacha” visitaron el lugar junto a funcionarios de la Comisión Nacional sobre
la Desaparición de Personas (CONADEP) y se dejó constancia de la ubicación dónde
funcionaba el
CCDyT.
“La Cacha” fue catalogado como uno de centros
de detención, tortura y exterminio más sofisticados de la Dictadura debido a la
coordinación y colaboración entre los servicios de inteligencia de las fuerzas represivas,
estando presentes Ejército, Armada, Policía Provincial, Servicio penitenciario de
la Prov. de Buenos Aires, en relación también con la Policía Federal.

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2014-08-31 00:00:00
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