Por videoconferencia desde Estados Unidos, declararon
los padres de Alicia Partnoy, secuestrada en La Escuelita, en el juicio contra
17 imputados por crímenes de lesa humanidad.
En proximidades de un nuevo
aniversario del golpe cívico militar de 1976, se desarrolló una nueva serie de
audiencias en el juicio contra 17 represores en Bahía Blanca.
La tarde del martes 20 de marzo de 2012, estuvo enmarcada solamente en la
lectura de la prueba mientras que un día después, el miércoles, se dio paso a
la ronda de testimonios.
Fue así como la perito integrante de la Comisión Provincial por la Memoria,
Claudia Berlingeri, brindó una exposición de todo lo actuado por ese organismo
en relación a investigaciones de cómo se desarrolló el plan sistemático por
parte del Estado terrorista en la provincia de Buenos Aires, que incluyó datos
sobre lo realizado en Bahía Blanca.
Más tarde fue el turno del matrimonio conformado por Raquel y Salomón Partnoy,
padres de Alicia, secuestrada en La Escuelita de Bahía Blanca. Ambos,
residentes en Estados Unidos, declararon a través del sistema de video
conferencia desde aquel país.
Raquel de Partnoy fue la primera en testimoniar y antes de hacerlo recordó a
todas las madres y padres de víctimas, que ya han fallecido y que no tuvieron
oportunidad de presenciar o saber de la existencia de este tipo de juicios.
Una formalidad que ocurre cada vez que pasa un testigo, es que se le da lectura
de los nombres de todos los acusados para verificar si existe relación con
alguno de ellos. En el caso de Partnoy, mencionó haber conocido al represor
Delmé. Esto se debió, dirá más adelante, a la intensa búsqueda que la familia
hizo por su hija y su yerno y que los llevó a dar con el citado genocida:
“Mi hija Alicia Partnoy se casó en 1974 con Carlos Sanabria, tenía 19 años en
aquel entonces” explicó Raquel en el comienzo de su declaración. Agregó que
Alicia y Carlos vivían en la calle Canadá al 200 con su pequeña hija Ruth
mientras que ella, su esposo y su hijo Daniel, vivía cerca de allí, en la
primera cuadra de calle Uruguay.
El 12 de enero de 1977 Alicia y Carlos son secuestrados por personal del
Ejército. El padre de Carlos es quien da aviso al matrimonio Partnoy y también
les comunica que Ruth había quedado con unos vecinos: “Ahí empieza todo nuestro
drama familiar”.
Sanabria y Partnoy se encargan de ir a buscar a la nena y más tarde comenzó la
búsqueda de Alicia y Carlos con visitas al Comando V de Ejército en donde les
negaban información al respecto, argumentando que allí no sabían nada.
Pasaron los días y en el Comando, al papá de Alicia le mostraron un papel
supuestamente firmado por su hija en donde decía que había quedado en libertad:
“¿Dónde estaba entonces?”.
La desesperación primaba en la familia al no saber del paradero de Alicia y
Carlos: “Yo como loca en las calles buscándola”, narró Raquel.
Tiempo después recibieron la primera noticia sobre la vida de su hija: “Nuestro
teléfono aparentemente estaba pinchado, yo muchas veces quería hacer llamadas y
nos contestaban del Ejército”. Un día llamaron del Comando para decirle que
Alicia iba a ser transferida a la cárcel.
Fue en esas circunstancias que conocieron al mayor Delmé quien le entregó a
Raquel la cartera de Alicia y una lista donde figuraba un zoquete de Ruth y
unos papeles. “Eso fue lo que me entregaron ahí”.
Luego de dos meses se permitió que la familia Partnoy pueda visitar a su hija y
a Carlos en la Unidad 4 de Villa Floresta: “No los reconocí, parecían dos
fantasmas”, dijo Raquel quien reconoció que “hasta ese momento yo siempre pensé
que los habían matado”
Raquel no recuerda bien que fue lo que conversó con su hija pero sí insistió en
el estado físico: “La vi demacrada, delgada, parecía que venía de un infierno,
no era la misma”.
Pero el infierno también se vivió en la casa de los Partnoy ya que la niña Ruth
llegó con un drama muy grande, lloraba permanentemente pidiendo por su mamá y
se ponía mal cuando veía gente con cualquier tipo de uniforme.
Incluso, Daniel, hijo de Raquel, también sufrió mucho por la situación, comenzó
a tener trastornos depresivos y terminó suicidándose en el año 1983.
“Aquí no tenemos zurdos”
Con sus 83 años encima, Salomón Partnoy, padre de Alicia, también prestó
testimonio desde Estados Unidos por videoconferencia.
Salomón recuerda cuando Carlos Sanabria padre les dio la noticia y enseguida
fueron a buscar a Ruth que había quedado con unos vecinos “estaba muy asustada,
tremendamente llorosa, había quedado muy mal”.
Fue un episodio muy terrible, señaló Salomón, quien contó también que al momento
de ir a consultar al Comando, los recibió una persona sin uniforme que les
respondió: “Aquí no tenemos zurdos”.
También narró sobre cuando fueron al departamento donde vivía Alicia y éste se
encontraba con una faja de clausura. Tanto él como su consuegro hicieron
gestiones para que se levante la clausura y pudieran recoger pertenencias que
Ruth necesitaba: “Comenzó una odisea de búsqueda“, describió Salomón acerca de
todo lo que tuvieron que hacer durante esos momentos para dar con la pareja secuestrada
Al igual que su mujer, Salomón también pensaba que los había matado. Sin
embargo, luego de unos meses pudieron verlos en la cárcel de Floresta: “Los
encontramos muy maltrechos”, explicó, “Alicia muy venida a menos, pero Carlos muy
mal”.
“Es un episodio que agredió y agravió a toda mi familia”, señaló Salomón
describiendo el daño posterior que causó el hecho en los Partnoy.
> Directora
Valeria Villagra
> Secretario de redacción
Pablo Bussetti
> Diseño gráfico
Rodrigo Galán
> Redacción
Silvana Angelicchio, Ivana Barrios y Lucía Argemi
> Difusión en redes sociales
Santiago Bussetti y Camila Bussetti
> Colaboradores
Claudio Eberhardt
2023– Copyleft. Todos los derechos compartidos / Propietario: Cooperativa de Trabajo EcoMedios Ltda. / Domicilio Legal: Gorriti 75. Oficina 3. Bahía Blanca (provincia de Buenos Aires). Contacto. 2914486737 – ecomedios.adm@gmail.com / Directora/coordinadora: Valeria Villagra. Fecha de inicio: julio 2000. DNDA: En trámite
Desarrollado por Puro Web Design.