De la mano de docentes y estudiantes del Departamento de Ciencias de la Salud, de la Universidad Nacional del Sur (UNS), el Grupo de Investigación y Extensión de Salud en Contextos de Encierro (Giesce) se consolidó y formó en el 2012, luego de que se les solicitara realizar actividades relacionadas a la promoción de la salud y prevención de enfermedades, en las unidades penales que forman parte del Complejo Penitenciario Sur.

Al respecto, la médica, docente de la UNS y coordinadora del programa, Verónica Grunfeld, explicó: “Empezamos como un voluntariado. Luego, con la apertura que nos dio la unidad penal para poder ingresar y desarrollar las actividades, y el interés del estudiantado de Ciencias de la Salud y los y las docentes, decidimos presentarnos como proyecto de extensión. Hoy contamos tanto con médicos, médicas, psicólogos y psicólogas, como estudiantes de las carreras de Medicina, Enfermería y Acompañamiento Terapéutico”.

Acciones colectivas

Entre los objetivos del Giesce está la intención de generar espacios de promoción de la salud y vinculares, entre personas privadas de su libertad y la comunidad universitaria. “El espacio de mayor desarrollo de nuestro grupo fue la Unidad Penal N°4. Después empezamos a trabajar con las otras dos unidades penales: la N°19 de Saavedra y la N°20 de Trenque Lauquen”, destacó.

Asimismo, el año pasado se llevaron a cabo iniciativas para las y los agentes penitenciarios y se desarrollaron cursos de salud individual y colectiva integral en donde se incorporó RCP para todo el personal. Por otro lado, el Giesce forma parte de la Red Nacional de Educación en Contextos de Encierro (Red Unece), que reúne a universidades públicas.

Experiencias

El Giesce divide sus funciones en dos ejes: Por un lado, la extensión y, por el otro, la investigación. Sobre el primero, comenzaron con un curso de promotores de salud en 2012, cuando el municipio tenía la impronta de fortalecer el primer nivel de atención. “El curso se continuó haciendo desde hace once años, porque creemos que genera un espacio de promoción de salud y vincular muy interesante, entre docentes y personas privadas de su libertad”, dijo.

Durante la pandemia, el grupo se centró en la promoción de la gestión menstrual, por solicitud de la unidad penal y el interés de las mujeres allí alojadas, y en talleres de salud mental a través del acompañamiento de la ludoterapia. En 2022 y 2023 el Departamento de Ciencias dictó la Diplomatura en Administración de Salud la cual se desarrolló de forma híbrida: presencial y virtual, y se incluyeron personas privadas de su libertad, de las cuales finalizaron la formación cinco.

En cuanto a la investigación: “Hemos realizado publicaciones en revistas científicas sobre las problemáticas relacionadas a salud y contextos de encierro. Actualmente se están desarrollando dos tesis: una de magíster y otra de doctorado, relacionadas al perfil epidemiológico de las personas que consultan en la unidad sanitaria del penal y sobre la institución carcelaria y su relación con el cuidado de la salud de las mujeres”, contó.

“Creo que la universidad pública tiene la responsabilidad de dar cuenta de las problemáticas sociales reales que tienen las ciudades y las personas, y creemos que una de ellas es el transitar una condena en una unidad penal. Entendemos, en este caso, que el Departamento de Ciencias de la Salud tiene que colaborar con herramientas que a la unidad penal le puedan ser útiles y que cumplan con el objetivo de educación en salud”, reflexionó.

Y, siguiendo esa línea, finalizó: “A partir de aportar conocimiento en base a nuestra observación, análisis e interpretación de la información que obtenemos se posibilita estimular la generación de políticas públicas orientadas al derecho y a la re-inclusión social. Es un granito de arena en un médano, pero ayuda. La universidad pública tiene que estar presente en todos estos espacios, en donde haya problemas reales de la población”.

Autor: Redacción Ecodías