La
Secretaría de Derechos Humanos de la Nación señalizó la Base Naval Puerto
Belgrano y Baterías ya que allí funcionaron durante la dictadura centros
clandestinos de detención.

En tiempos en los que se están juzgando represores por crímenes de lesa
humanidad cometidos durante la dictadura militar en el ámbito de la Armada
Argentina, días atrás se procedió a señalizar uno de los lugares donde se
llevaron a cabo esos delitos. Se trata de la Base Naval Puerto Belgrano ya que
allí y en Baterías funcionaron centros clandestinos de detención que
constituyeron uno de los eslabones de la cadena represiva del Terrorismo de
Estado.
A través de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación existe la Red Federal
de Sitios de Memoria que es justamente la que se encarga de señalizar este tipo
de lugares por los cuales pasaron víctimas de la dictadura militar. En total se
llevan señalizados 82 sitios y respecto al que refiere a la Base Naval Puerto
Belgrano, el evento contó con la organización de la mencionada secretaría y su
similar de la provincia de Buenos Aires.
También participaron el Movimiento por la Verdad y la Justicia de Punta Alta
(MOVEJUPA), HIJOS Bahía Blanca y la Asamblea Permanente por los Derechos
Humanos de Bahía Blanca (APDH).
En el acto hicieron uso de la palabra Martín Fresneda, secretario nacional de
Derechos Humanos, Marina Vega quien es directora provincial de Políticas
Reparatorias, Mariano Vara y Estela Barraza de MOVEJUPA y Carlos Heraldo,
familiar de víctimas del Terrorismo de Estado.
La directora provincial de Políticas Reparatorias Marina Vega señaló que a
partir del año 2003 “durante el gobierno Néstor Kirchner, pudimos transformar
las banderas históricas de lucha en políticas de Estado. Estamos absolutamente
seguros que contamos con un Estado reparador ya que existen más de 500
sentenciados cumpliendo condena” y que “estamos haciendo historia y somos los
protagonistas de ella”.
Otro de los que se acercó al micrófono para brindar unas palabras a los
asistentes fue el ex fiscal federal y titular de la Comisión Provincial por la
Memoria, doctor Hugo Cañón.
Cañón fue el primero de los fiscales en trabajar con las causas relacionadas a
crímenes de lesa humanidad en Bahía Blanca. Entre otras cuestiones relacionadas
a la señalización, Cañón destacó: “Tenemos una idea de lo que era la Base y
creo que es importante analizar varios aspectos que tienen interacción con esta
Base Naval, de su gente con la sociedad, con la ciudadanía y no puedo olvidar
que en el año 55 desde este espacio o la base Comandante Espora, salieron los
aviones que bombardearon en junio la Plaza de Mayo. Algo evidentemente en una
sociedad partida y contra el pueblo, el propio pueblo víctima bombardeada por
gente que se supone que eran argentinos y que tenían que actuar como argentinos
en un contexto de argentinos. Y sin embargo actuaban frente al otro como si el
otro fuese un enemigo a ser destruido”.
Cañón comentó que en aquel año los sucesos contaron con la complicidad de la Iglesia
Católica: “Tenemos que tener memoria, la memoria no es solamente el dato
histórico sino pensar cómo se fueron generando muchas cosas que tienen que ver
con lo que luego vino, el Terrorismo de Estado que vino después”.
Por otra parte, Cañón afirmó que “la historia no se clausuró” e hizo referencia
a aquellos pasos que se fueron dando a fines de la década del 90 para conocer
la verdad de lo ocurrido durante la dictadura: “Comenzamos con los juicios por
la verdad tímidamente allá en el 99, hubo maniobras para abortar ese juicio por
la verdad, nos sacaron el expediente, no pudimos continuar. Igualmente algo se
pudo poner sobre la mesa por lo menos para que se visibilizara ante la sociedad
y tomar conciencia de muchos que negaban esos hechos por una especie de
autodefensa, de no querer ver y de no querer saber porque el Terrorismo, y ahí
viene la palabra terror, implica la parálisis para no ver, para no pensar”
En ese sentido Cañón volvió a hacer hincapié en la complicidad de parte de la
iglesia, esto es el cuerpo mayoritario del episcopado, y también mencionó a la
pata civil de la dictadura: “En ese diseño del plan cívico – militar,
estuvieron civiles muy poderosos que tienen que ver con ese poder real,
fundacional de la Argentina pero la masa de la sociedad argentina estuvo
victimizada también e impuesta a través del terror para no ver, para no pensar,
para mirar para el costado y para colocar también la culpa en el otro y no en
uno, en esas campañas que tenían que ver con aquellos que nos decían en esa época
“¿sabe dónde está su hijo ahora? vigílelo, cuídelo, guárdelo”.

LOS
NUEVOS TIEMPOS NOS INVITAN A TODOS
Finalmente
quien habló fue el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda
quien luego de los saludos a quienes lo precedieron en las palabras, dijo a los
presentes: “Como secretario de Derechos Humanos de la Nación vengo con la
certeza de que estos rumbos que venimos construyendo como movimiento de
derechos humanos pero también como política de Estado”.
“Yo tampoco quiero estar acá, me conmovió porque es tan verdadero de que nunca
quisimos estar acá porque estos lugares eran los lugares de nuestros militares,
estos eran los lugares donde estaban quienes nuestra patria eligió para
defender al pueblo argentino, no para atacarlos.
Yo
pensaba cuando entraba y realmente me recibieron en ese lugar donde también
funcionó un centro clandestino, aparte del buque y las baterías, quiénes habrán
sido, cómo habrán entrado esos que entraron acá seguramente en un Falcón, en un
camión, amordazados, qué habrán sentido si estaban entrando a los lugares de
nuestras fuerzas…eran nuestros padres, eran sus hijos, eran nuestros
hermanos.
Qué
habrá sentido el pueblo cuando en el silencio de los centros clandestinos,
estaban los hermanos sufriendo torturas por los hermanos.
En
definitiva, hubo tanto, tanto, tuvimos que explicar en los juicios tantas
palabras que las madres evitaron decir cuando daban la vuelta pero que no
dejaron de decirlo durante todos estos años y que la justicia definitivamente
las confirmó.
Pero
no podemos dejar de preguntarnos ¿pero que nos pasó? ¿pero por qué nos pasó? En
definitiva estamos logrando cerrar un círculo de la historia argentina y lo
estamos cerrando con la refundación, estas palabras que son la memoria, la
verdad y la justicia.
Pero
¿dónde están nuestros hermanos? ¿Pero dónde están nuestros padres? ¿Pero dónde
están todos los que faltan? El río de sangre que la presidenta Cristina
Fernández de Kirchner dijo que había sucedido entre nuestras Fuerzas Armadas y
el pueblo argentino es un río de sangre que se va a cortando definitivamente
con estas políticas.
Siempre
quisimos la verdad, siempre luchamos por la justicia, siempre soñamos con una
sociedad y una Argentina más justa. Ahora, son los desafíos de los nuevos
tiempos, sin dudas uno viene
con la convicción de querer festejar estas políticas porque debemos festejarlo
pero me pasa lo mismo que le pasa al compañero. Es que aceptar la realidad es
parte de decir yo nunca quise estar acá. Pero nos toca seguir viviendo esa
realidad porque nos toca seguir pensando y soñando que algún día realmente el
pueblo argentino tiene que ser un pueblo feliz. Que pueda acortar ese río de
sangre, que pueda volver a abrazar y volver a pensar y creer en que es a estas
Fuerzas Armadas, aún las que se sientan acá con nosotros acompañándonos, son
las que también van a luchar por la democracia el día que algunos otros
infames, traidores a la patria se les ocurra volver a hacer la atrocidad que
hicieron en otros tiempos. Es el sueño de todos nosotros.
No me
pone contento, no me pone contento tener que venir después de 30 años y no me
pone contento ni como secretario de Derechos Humanos de la Nación,
representando al gobierno federal de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner,
y menos me pone contento como hijo de desaparecido. Porque fueron nuestros
padres los que entraron acá y fueron nuestros padres los que no salieron nunca
más. Fueron los mismos que levantaron la bandera y que iban marcando alegres y
convencidos por la transformación de la patria. Porque nos quisieron… y nos
quitaron la alegría pero nunca nos quitaron la convicción.
Yo
piensos en esos jóvenes de otros tiempos que somos los jóvenes de hoy y que
sabemos que el legado que nos dejaron es un legado no de violencia política
señores, no se vuelvan a confundir ni nos tengan miedo, el legado que nos
dejaron es un legado de una Argentina justa. El legado que nos dejaron es de la
Argentina justa, el legado que nos dejaron es de una Argentina justa, se los
repito para los que están adentro y que quizá siguen pensando que no queremos
la Argentina justa, es que queremos la Argentina justa, justa para ustedes,
justa para nosotros y justa para el pueblo argentino.
Y la
queremos, la queremos porque somos argentinos, la queremos porque nos educaron
para el amor, nunca nos educaron para el odio. Nos educaron para el amor y de
ese amor, porque ahora hay Verdad y Justicia, pero por sobre todas las cosas Memoria,
queremos que nos volvamos a abrazar al pueblo argentino”.
 “Quiero decirles para
finalizar que me siento abarcado por todas y cada una de las palabras que
dijeron quienes hablaron con anterioridad y no quiero extenderme más, mas sí
quiero extender el abrazo, el abrazo fraterno a los familiares, el abrazo
fraterno a quienes están adentro y no tienen que cargar con esa mochila de
sangre, tienen que estar con nosotros porque nosotros somos ustedes. El abrazo
fraterno a esta Punta Alta que seguramente a través de la lucha de los
compañeros que trabajan por la Memoria y la Justicia, algún día logrará poder
levantar esas banderas definitivamente para que los acompañen toda la sociedad
de Punta Alta en un reclamo pero por sobre todas las cosas, en poder transitar
ya los rumbos de una Argentina nueva. Los rumbos de esa Argentina nueva son los
que nos convocan y nos convocan sí ya alegremente a reconstruir la patria, a
reconstruirla con sueños de los nuevos tiempos, hay nuevas generaciones que se
van a incorporar a la memoria. Hay nuevas generaciones que quieren seguir
creyendo pero para seguir creyendo tenemos que lograr definitivamente la
justicia, la reparación. Definitivamente para seguir creyendo tenemos que
tratar de que seamos todos los que formamos parte de esta construcción de la
memoria y cuando digo todos, digo todos. Inclusive aquellos que están sentados
en los lugares dando cuenta a la justicia porque ésta vez no es la primera vez
que les pido, y se los pido como Secretario de Derechos Humanos de la Nación, y
se los pido como hijo de desaparecidos y se los pido como argentino: Dígannos
dónde están nuestros padres, dígannos dónde están nuestros hermanos. Es el
momento de reencontrarnos los argentinos pero nos reencontremos en una memoria
que los incluya a ustedes cooperando con estos argentinos que no están
dispuestos ni a acompañarlos en el silencio ni tampoco acompañarlos en la
impunidad.
Son
los nuevos tiempos que nos invitan a todos. Muchas gracias compañeros, un
saludo fraterno a todos, fuerza y felicitaciones”.