Pasaron 41 años desde aquel 24 de marzo de 1976, cuando el terror sistemático arremetió contra nuestro pueblo buscando imponer un plan económico, político, social y cultural de hambre y exclusión

41 años de lucha, memoria y militancia. 41 años buscando a nuestros hijos, nuestros hermanos, nuestras madres, nuestros padres, nuestros amigos y compañeros. Somos el fruto de una historia que no elegimos, nacimos del dolor de las ausencias pero también del amor a nuestros seres queridos que todavía hoy nos faltan.

Hoy una vez más nos encontramos en este lugar que fue la sede del terror en esta ciudad. En donde alguna vez hubo paredes erguidas que escondieron la tortura y exterminio. Donde nos robaron a nuestros bebes y materializaron el horror.

Los genocidas vivieron más años de impunidad que lo que duro la vida de nuestros compañeros. Nunca dejamos de exigir que fueran juzgados y que estén donde deben estar: en la cárcel común, perpetua y efectiva. El camino siempre fue cuesta arriba los escrachamos los señalamos aun con las leyes de impunidad

El 2003 marco otro rumbo el aire del sur nos devolvió la esperanza.

Fue el Presidente Néstor Kirchner quien nos pidió perdón en nombre del estado que tanto tiempo nos castigó. Fue quien uso luz a las hojas más negras de nuestra historia e hizo políticas de Estado la lucha del pueblo por la Memoria, la Verdad y la Justicia. Fue la presidenta Cristina Kirchner la que nos mostró que era posible volver a creer porque fue durante sus presidencias que se desarrollaron la mayor parte de los juicios a los verdugos del Pueblo, condenando así a casi 750 genocidas, restituyendo 121 identidades y generando políticas reparatorias y de memoria.

Pero los civiles de la dictadura continúan y profundizan su impunidad. La familia judicial sigue protegiendo a sus socios, demorando causas, designando jueces que los protegen. Los genocidas civiles Blaquier y Massot siguen operando desde sus redacciones y en las sombras como lo hicieron siempre. Siguen representando los mismos intereses que siempre.

A 41 años del golpe genocida, nos sentimos nuevamente llamados a defender la democracia y los derechos conquistados durante el Kirchnerismo, que hoy vemos amenazados por las mismas manos, voces e intereses que hace 41 años.

El cambio que prometieron nos arrasa a diario; cuando criminalizan la protesta, cuando le sacan los medicamentos a los viejos, cuando las balas de la policía matan a nuestros pibes en los barrios, cuando no llegamos a fin de mes, cuando nos persiguen por pensar distintos, cuando miles de personas duermen y comen en la calle, cuando nos echan del trabajo, cuando nos derogan las leyes, cuando nos mienten a diario e insultan nuestra inteligencia a través de los medios y los pseudo periodistas cuando nos devastan la educación, cuando nos insultan la memoria, cuando nos plantan Obama en el lugar en donde recordamos nuestros muertos, cuando le otorgan domiciliarias a los genocidas, cuando nos niegan los 30.000 compañeros y cuando con toda ilegalidad detienen a nuestros referentes sociales y políticos como Milagro Sala!

El Macrismo nos pretende sometidos y aleccionados. Nos quieren anestesiar con miedo, pero nosotros llevamos y reivindicamos las mismas consignas y banderas que hace 41 años. Por eso vamos a seguir exigiendo nuestros derechos, vamos a seguir peleando por la democracia. Vamos a seguir lucha y vamos a levantar la voz de los 30.000 compañeros militantes que se organizaron y lucharon por un país grande, justo y libre.

Vamos a seguir exigiendo la verdad. Vamos a seguir buscando a los 400 nietos que aún nos faltan. Porque entre todo lo que ellos callan están los nombres de los apropiadores de los dos niños nacidos entre 1976 y 1977 en el CCD “La Escuelita” hijos de las parejas conformadas por Raúl Metz y Graciela Romero y Alberto Garralda y María Graciela Izurieta, que aún no sabemos dónde están.

Hoy más que nunca vamos a reafirmar nuestra militancia y compromiso por el respeto a los derechos humanos, porque no queremos más impunidad, porque tenemos que cuidar la democracia y porque que este suelo sea un lugar digno en donde nuestros hijos y nietos puedan crecer.

Hoy sabemos que hay fotos que no se añejan y que hay amores que siempre viven en el corazón.

A 41 años del golpe genocida recordamos a los 30.000 detenidos- desaparecidos. Levantamos sus banderas y les decimos que su lucha nunca habrá sido en vano. Acá nos tienen de pie!

30.000 detenidos desaparecidos presentes. Ahora y siempre!

24 de marzo 2017