En este sexto juicio en la ciudad, segundo de la causa Armada Argentina, que llevó a 17 imputados al banquillo de los acusados, los jueces absolvieron a 6 represores, solo uno recibió prisión perpetua de las 13 solicitadas por fiscalía y querella, y el resto de las penas fueron notablemente bajas e irrisorias.

Desde las partes acusadoras, tanto Fiscalía como las querellas, esperaran la lectura de los fundamentos, para de esta manera poder apelar todas las instancias posibles de este incomprensible fallo.

En la primera parte de la Causa Armada, denominada Fracassi y otros, el anterior tribunal dio por acreditada la existencia de los centros clandestinos de detención ubicados en la ciudad de Punta Alta, como el Buque Ara 9 de Julio, la séptima Batería y el Establecimiento de policía naval del Puesto 1, por donde numerosos sobrevivientes declararon haber pasado. Las víctimas, en su mayoría, declararon en esa primera causa, y en esta segunda parte se tomó su testimonio por lectura. Todos los delitos fueron probados y sentenciados con las perpetuas correspondientes en el primer tramo, lo que torna incomprensible y contradictorio el fallo de este último juicio.

La Fiscalía y querellas, en sus pedidos, además de trece perpetuas, habían solicitado que se revoquen las domiciliarias, se juzguen los delitos sexuales y que sean tomados como delitos de lesa humanidad en el marco de un genocidio. Nada de esto sucedió: se desestimó la condena por delitos sexuales, no se juzgó como genocidio y no solo no les revocaron las domiciliarias, sino que los liberaron. Solo se consignaron a los delitos como de Lesa Humanidad, o sea imprescriptibles, que ofenden a toda la humanidad y catalogados como delitos aberrantes, es por tal motivo que no se entiende cómo pueden ser condenados dichos delitos con 3, 5 o 6 años. Vergonzoso e incomprensible.

Como cualquier vecino

Los imputados de estos delitos gravísimos llegaron a la audiencia caminando por sus propios medios, con sus familias, y se fueron provocando, gritando e insultando a los familiares de víctimas, sobrevivientes y organismos de DDHH.

Detalle de las condenas

Sergio Leonardo Aráoz de Lamadrid, ex capitán de fragata, jefe del Centro de Instrucción y Adiestramiento contra la Subversión y jefe de la División Inteligencia Operativa del Comando de Operaciones Navales. Perpetua.

Mario José Bilesio, ex teniente de fragata y ex jefe de la Compañía Pitón del Batallón Comando de la Brigada de Infantería de Marina Nº 1. 18 años de prisión.

Heberto José Rubattino, ex teniente de navío y ex jefe de la Compañía Pitón del Batallón Comando de la Brigada de Infantería de Marina Nº 1. 18 años de prisión.

Francisco Manuel Martínez Loydi, ex prefecto y jefe de Informaciones de la Prefectura Naval. 15 años de prisión.

Enrique de León, ex capitán de navío y jefe de la División Contrainteligencia del Departamento Operaciones de la Base Naval de Infantería de Marina (BNIM) “Baterías”. 9 años de prisión.

Miguel Ángel Torrá, ex capitán de fragata y subjefe de la Base Aeronaval Comandante Espora. 8 años de prisión.

Luis Oscar Conti, ex suboficial mayor electricista que se desempeñó en el Centro de instrucción y Adiestramiento de Máquinas y Electricidad de la BNPB. 6 años de prisión.

Carlos Enrique Lacoste, ex capitán y jefe de Personal en el Batallón de Infantería de Marina 1. 5 años de prisión.

Alejandro Carlos Lorenzini, ex teniente de navío y ayudante jefe sección operaciones y ayudante jefe de sección inteligencia de la Brigada de Infantería de Marina N° 1. 5 años de prisión.

Álvaro Hernán Hermelo: ex capitán de corbeta y jefe de inteligencia de la Brigada de Infantería de Marina N° 1. 5 años de prisión.

Emilio José Schaller: ex 2º comandante y jefe de operaciones e inteligencia del Batallón Comando, 3 Años y 6 meses de prisión.

Absueltos

Ricardo César Araujo, ex capitán de corbeta y comandante del Batallón de Comunicaciones N° 1.

Rómulo Augusto Illa, ex capitán de corbeta y comandante del Batallón de Comunicaciones N° 1.

Arturo María Quintana, ex teniente de navío y 2° Comandante del Batallón de Comunicaciones N° 1.

Aristóbulo Nicanor Moreira, ex teniente de navío y jefe de operaciones, personal y logística del Batallón de Comunicaciones N° 1.

José Abdala Figueroa, ex capitán de fragata, jefe de la División Cuartel Base, del Departamento General de la Base Naval de Infantería de Marina Baterías y luego ayudante secretario del jefe de esta división.

Carlos Alberto Louge, ex capitán de fragata y jefe del Dpto. de Inteligencia del COAN.

De León, Schaller, Lorenzini, Torrá y Hermelo también fueron excarcelados.

Desde los Organismos consideramos lo de este miércoles 28 de agosto como un grave retroceso en el proceso de juzgamiento a los peores crímenes que se cometieron en nuestro país, y que se encuadra en el contexto de retrocesos en general que venimos padeciendo desde la asunción del gobierno de la Alianza Cambiemista.

Estamos hablando de secuestros, torturas, violaciones, vejámenes, desapariciones y asesinatos, y la gravísima burla que constituye hacia los y las sobrevivientes que valientemente lograron contar sus padecimientos dentro de los Centros clandestinos del horror, ante una justicia que se dignó a escucharlos luego de 40 años de impunidad.

Este tribunal de Salas, Albrieu y Aguerrido ha demostrado que no se encuentra a la altura de los acontecimientos que les tocó juzgar, en un país donde la ciudadanía toda ha puesto en reiteradas oportunidades de manifiesto, que no tolera convivir con genocidas y lo ha hecho con total contundencia ante el intento del fallo del 2×1.

Este Poder Judicial que desde esos estrados no tienen reparos en llenar las cárceles de jóvenes por robos menores o por tener encima cigarros para consumo propio, no tiene reparo de perseguir, hostigar y apresar militantes sociales por tirar huevos, no tienen límites en perseguir opositores políticos, tampoco tienen reparo para dejar libres a los peores criminales que la Argentina ha producido desde sus fuerzas armadas con total desvergüenza y desparpajo.

Seguiremos bregando por una justicia digna, que no nos avergüence, por la democratización de un Poder Judicial que hoy se muestra connivente con los poderes, por jueces probos e independientes y sobre todo que se encuentren a la altura de las circunstancias históricas de la responsabilidad de juzgar el periodo más nefasto de nuestra patria.

¡¡Ni olvido ni perdón!!

Por más Memoria, Verdad y Justicia

¡Con los 30.000 como Bandera, Siempre!

Autor: Por H.I.J.O.S. Bahía Blanca