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América Latina y la forma de ser de los medios
Florencia Saintout, decana de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata estuvo en Bahía Blanca participando en una charla en la que habló del papel de los medios de comunicación en la historia de los países latinoamericanos.
Categoría: Derechos Humanos

Al igual que ya lo hicimos con la disertación del fiscal José Nebbia, compartimos en este caso parte de la charla que Florencia Saintout brindó en Bahía Blanca en un evento titulado “Juicios de Lesa Humanidad, Medios y Política” que fue desarrollado en dependencias de la Universidad Nacional del Sur.

Florencia Saintout es decana de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata y al iniciar su exposición en nuestra ciudad recordó que justo antes de abordar el avión para venir, compró el clásico libro “La insoportable levedad del ser” y fue esa obra la que la hizo reflexionar sobre Bahía “y pensaba esta ciudad es insoportable, es maravillosamente insoportable y esto se nota claramente, esto es lo que hace que sea una ciudad tan viva. Una ciudad donde se siente siempre que está la historia, que está el movimiento de la historia, que están estos compañeros y compañeras a pesar de los golpes, de los fusilamientos, de los silencios, de todo lo que se ha ocultado y de los golpes tan duros. A pesar de todo eso, contra todo eso, esta ciudad está tan viva”.

Saintout aclaró que no iba a hablar de manera directa de La Nueva Provincia pero sí destacó la cuestión judicial que compete al diario: “Tengo la certeza que no se ha avanzado en ningún otro juicio en el país con los responsables mediáticos, con los responsables periodísticos, de comunicación, como se ha avanzado acá.

Incluso en formas inesperadas como por ejemplo ahora pensando la reparación con la publicación de los fallos. En forma inesperada para muchísimos y que finalmente vamos a poder también ganar esa batalla”.

Pero más allá de La Nueva Provincia y de Massot, Saintout hizo referencia a toda una estructura sistemática dispuesta a atacar las voluntades de nuestra región: “La Nueva Provincia nunca actuó en el vacío porque además lo que podemos llegar a pensar como a veces hemos pensado frente a la atrocidad, que ahí está la monstruosidad que se explica en sí misma, que se la puede aislar, que se la puede juzgar y ahí se termina el problema. Ahí se acaba y eso quedó en el pasado, quedó allá entonces nunca más puede volver a suceder o no tiene nada que ver con lo que está pasando”.

Es importante entender que esa estructura de medios se construyó de manera histórica y sigue aun construyéndose: “Se construye en determinado momento de la historia y que seguramente este lugar de la comunicación asociado a las posibilidades del horror, tiene que ver con la emergencia. Se puede ubicar claramente en todo el siglo XX, se puede ubicar en el período de pos guerra pero que en nuestra región claramente hay que ubicarlo en los años 60, en los años 70 y fundamentalmente ubicarlo en nuestro país con la dictadura. Es en la dictadura en la cual se empieza a consolidar un sistema de medios que luego vamos a ver las continuidades, hasta el día de hoy va atacar permanentemente a la voluntad popular, a la voluntad popular de emancipación entendiendo lo popular como aquello que no es cualquier cosa. No todo es el pueblo sino entendiendo esta idea al menos provisoriamente, de lo popular, del pueblo a partir de la lucha por su emancipación. Lo popular como aquello que ha sido negado y que lucha por su emancipación, que lucha por su liberación”.

Ejemplificó Saintout con el hecho de que durante la dictadura, un sistema de medios gráficos tenían, y tienen, la hegemonía de la cultura escritural “de la producción de la verdad escritural, van a jugar claramente, no nacen ahí se podría hacer más larga la historia pero uno podría decir que durante la dictadura es el momento donde en primer lugar se crea una legalidad con respecto al poder de estos medios”.

El decreto ley de la dictadura asume que la comunicación y el periodismo están ligados a la doctrina de seguridad nacional que es la que incluso va a dar una legalidad a un sistema de medios lo cual se terminará de consolidar con el neoliberalismo “con el plan de miseria planificado en democracia cuando durante el menemismo se van a ajustar aquellos que aparecían como algunos límites como por ejemplo que los medios gráficos pudieran ser propietarios de señales de radiodifusión”.

Justamente esa legalidad se empieza a consolidar antes en Bahía siendo La Nueva Provincia el único medio con esa condición de tener una señal de radiodifusión y un canal de televisión.

“Entonces ya hay una plataforma legal que van a defender estos medios. Además estos medios hegemónicos van a asumir entonces la condición de la censura, la misma en la madrugada del Golpe de Estado de 24 de marzo de 1976 se cita a los grandes dueños de medios para indicarles cómo es que está funcionando, ya viene funcionando hace un tiempo pero efectivamente cómo va a funcionar esta comisión de lectura previa de contenidos y nunca más se tiene que volver a reunir esta comisión porque se acepta cuáles son estos límites de aquello que se puede publicar y no se puede publicar”.

Siguiendo con sus ideas, Saintout dijo que también se va consolidando una forma de ser de los medios y que tiene factores como el ocultamiento y la mentira. La mentira para ocultar el horror y para producir el terror: “La historia de los medios, de la relación de los medios con la dictadura es una historia que puede ser claramente contada a partir justamente de la construcción de noticias con este doble movimiento: ocultamiento y mentira”.

Ahora bien, la existencia del marco legal y cuestiones como la censura, el ocultamiento y la mentira, han ayudado tanto a consolidarse a los medios que eso permitió que éstos puedan incluso apretar a los dictadores de los que fueron cómplices cuando no estaban cumpliendo al pie de la letra el plan macabro acordado: “También hoy muchos de los medios concentrados, de los medios de la derecha por momentos se paran en una especie de no lugar para también apretar a la oposición cuando no cumple el papel que según ellos tienen que cumplir o el papel que han acordado cumplir cuando se corren de ese lugar. Eso también podemos rastrearlo como un lugar de la prensa independiente, de aquellos que defienden esta idea de la libertad de expresión pero parados sobre ese lugar”.


Medios que aprietan

En el medio de todo esto no hay que olvidar grandes negociados de los medios como el caso de Papel Prensa que hoy se encuentra en la justicia: “SI bien los medios se van consolidando como empresas, su única finalidad no es la de la reproducción de capital sino que fundamentalmente o por lo menos tan fuerte como esto va a estar y va a seguir estando, digo una estructura que se continúa hasta estos días sino que también va a haber una preocupación y una apuesta muy fuerte también a concentrar esto que podemos llamar el poder simbólico”.

Es durante el neoliberalismo, se insiste, donde la estructura se potencia: “Además de ir generando estas estructuras de propiedades, también van a ir haciendo cada vez más sofisticada una manera del sentido común de la cultura creando una maquinaria de producción de cultura. Los medios no son cualquier tipo de empresa, no producen ni zapatos ni latas sino que producen cultura”.

En esa cultura que transmiten, instalan ideas como la existencia de un supuestovacío social: “Es decir la idea de que no hay más sociedad, de que el espacio social está vacío, de que ya no hay más luchas, de que no hay historias, de que no están aquellos que resistieron, aquellos que resisten, aquellos que estaban en el principio, que el espacio social está vacío y que ellos pueden ocuparlo”.

Como hay un vacío, son los mismos medios los que se apropian el papel de ser los que hablan de derechos humanos: “Los derechos humanos que pueden relatar por fuera de la historia, por fuera de los conflictos, por fuera de la política. Por eso van a poder hablar de mercado, mercado sin historias, sin luchas, el mercado que se despierta, que se mueve, que se enoja, que se acomoda. Por eso que van a poder también hacer títulos como La crisis causó dos nuevas muertes”.

Conjuntamente con esa idea se instala otra que refiere a la aceptación de la desigualdad: “De lo que se trata es de narrar un mundo donde la desigualdad forma parte de una diferencia más, de un mundo aplanado donde la desigualdad es una diferencia más, incluso hasta la pobreza tiene una cultura que puede ser entendida sobre sí misma y es una cultura más”.

La aceptación de la desigualdad también puede entenderse como el olvido de la injusticia: “De la mano de esto, de la creencia del trabajo también cada vez más finito en torno a la creencia de que va desapareciendo lo real, que lo real no tiene lugar, que estamos solamente frente a relatividades y no frente a realidades, que el mundo lo podemos aprender por televisión, que podemos hablar de los otros solo por televisión, que ha desaparecido la experiencia…”.


Pedagogía de la crueldad

Ese vacío propuesto por los medios concentrados que instalan ideas que después se replican en la comunidad, fue construyendo una cultura común que enseña a la sociedad a sentir vergüenza de lo que se era y de lo que se quería ser: “Muchos nos fuimos haciendo grandes en el marco de esos medios o fuimos empezando a crecer con una cultura común que nos decía que teníamos que avergonzarnos de lo que éramos. Que teníamos que avergonzarnos de ser mujeres, de desear como mujeres. Que teníamos que avergonzarnos de enamorarnos de aquello que no nos podíamos enamorar, que teníamos que tener vergüenza de ser homosexuales…”

Para Saintout estos medios fueron y son maquinarias muy sofisticadas para la pedagogía de la crueldad con los otros: “La vergüenza de lo que somos y la crueldad con lo que son los otros. El otro como sujeto de la crueldad”.

A dichas palabras hay que sumar una muy importante y siempre presente: el miedo.

Y si hablamos de miedo no podemos dejar de hacer referencia a la dictadura y si algo impregnó la dictadura no solo fue el miedo sino también el castigo y el castigo en todo sentido pero sobre todo el castigo contra lo que esa estructura entendió como: los excesos.

Siguiendo con su análisis, Saintout dijo que el castigo aparece en nombre del ajuste: “Es necesario el ajuste, el ajustar que no es solamente el ajuste económico. El ajustar ante cada uno de los excesos, necesitamos ajustar esa violencia ordenadora de la cual habla en sus editoriales La Nueva Provincia en el inicio de la dictadura. La violencia ordenadora, algo que ordene el exceso porque el exceso debe ser castigado”.

Más adelante, Saintout se ubicó en el año 2003 y en todo lo que ha ido sucediendo a partir de esa fecha no solo en nuestro país sino en América Latina: “Empieza a transitarse un camino de la revolución que es un camino viejo, un largo camino, un camino de muchísimos años, un camino que toma los nombres de todos los compañeros…” comentó y agregó que es un camino novedoso que en principio desubica pero que rápidamente ubica a cada uno de los países: “Ubica claramente a la derecha por donde es que tiene que dar los golpes, por donde es que tiene que golpear para que no puedan ser corridos de los lugares que habían ganado con tanta sangre, con tanta muerte, con tanto horror”.

La derecha tiene consigo justamente esas estructuras mediáticas que construyó a lo largo de la historia pero que, afirmó Saintout, no son imbatibles: “Es así como vamos a ver a lo largo de todos estos años, algo que estamos viendo acá en Argentina pero que estamos viendo en cada uno de aquellos lugares donde se luche por la libertad y por la igualdad. Y que aparecen atacando a cada uno de estos presidentes que no son los presidentes de las democracias liberales, que no se parecen a sus pueblos sino que forman parte de sus pueblos y defienden los derechos de sus pueblos”.

Los ataques son contra la persona con insultos como: “La yegua”, “macaco mal parido” o “nacido por las llamas que hay que eliminar…”.

Otros ataques son mediante golpes distintos pero tampoco tanto a los que hemos conocido: “No es que son completamente distintos como el golpe del 2002 a Venezuela, como el golpe policial a Rafael Correa en el 2010 donde los medios van a ocupar un lugar central”.

Saintout destacó la respuesta de los gobiernos populares y sus adherentes a estos golpes ya que esa respuesta no fue solo una posición defensiva.

Al respecto rescató una primera cuestión como es la denuncia: “Seguir profundizando la denuncia, la denuncia de Clarín Miente que ha sido la denuncia de El Mercurio Miente, la denuncia de O Globo miente…”.

Incluso, siguió, la denuncia llevada a la justicia como en Ecuador y el no achicarse “frente a una de las verdades también construidas históricamente de que con cinco tapas se terminaba con un gobierno”.

La segunda cuestión mencionada refiere a las legislaciones: “Después de muchísimos años hemos creado las mejores leyes no solamente en el terreno de las comunicaciones pero particularmente en el terreno de las comunicaciones. Nuestra ley de servicios audiovisuales, el dejar de lado las calumnias y las injurias en la Argentina…”

Una tercera cuestión sería la relacionada a las políticas de Estado de intervención para la consolidación del derecho a la comunicación: “A mí siempre me impactó mucho, me sigue impactando cómo me preguntan por qué un premio a la comunicación popular a Chávez. Y yo me pregunto si la libertad de expresión, el derecho a la comunicación no tiene nada que ver con la alfabetización. Cómo puede ser que se defienda la libertad de expresión cuando una parte de la población no sabe leer ni escribir entonces por qué las políticas de Estado, de alfabetización, de profundización de la educación no tienen que ver con el derecho a la comunicación”.

Cerca del final de su charla, Saintout llamó a seguir hacia adelante debido a que esperan grandes desafíos: “Claramente tenemos que seguir peleando por la aplicación de todas nuestras leyes, de estas leyes de la democracia. Es falso además que las leyes quedan en letra muerta, ya cuando nosotros llegamos a las leyes hay un camino hecho. Tenemos que seguir construyendo esos caminos”.

Autor: Redacción Ecodías

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2015-12-29 00:00:00
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