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Alegato ejemplar
En las últimas audiencias continuó el alegato por pare de la fiscalía a cargo del doctor Abel Córdoba. Para después de la feria judicial, se esperan las peticiones de condena.
Categoría: Derechos Humanos

En las últimas audiencias continuó el alegato
por pare de la fiscalía a cargo del doctor Abel Córdoba. Para después de la
feria judicial, se esperan las peticiones de condena.

Es hasta ahora el alegato más extenso de todos los que se han escuchado.
Estamos hablando del realizado por la fiscalía a cargo del Fiscal doctor Abel
Córdoba que junto al doctor Horacio Azollín fueron desarrollando un trabajo
excelente, junto a todo su equipo, el cual pudo verse y escucharse en las
últimas audiencias.
La última parte del mismo quedará para cuando finalice la feria judicial, y
contendrá seguramente las peticiones de condena.
El alegato de la fiscalía en el juicio contra 17 represores acusados de delitos
de lesa humanidad en Bahía Blanca, había comenzado, tal como informáramos en
estas páginas, con una descripción entre lo actuado por el diario La Nueva
Provincia y su influencia en la ciudad, y las Fuerzas Armadas desde antes de
que comenzara el Golpe de Estado de 1976.
Luego el alegato pasó a ser una exposición de todos los casos de secuestros y
asesinatos que integran la causa.
Así ocurrió por ejemplo, en la audiencia de la tarde del martes 3 de julio de
2012, cuando el fiscal Azollín prosiguió el alegato con los casos de Estrella
Marina Menna de Turata, Héctor Osvaldo González o también el de Susana
Margarita Martínez quien fuera secuestrada en octubre de 1977, junto a su
esposo y sus pequeños hijos, en Viedma.
El matrimonio fue separado en Bahía Blanca, y ambos, atados y vendados, fueron
llevados a La Escuelita por el “Tío” Cruciani.
Fue el mismo Cruciani quien participó del interrogatorio en el cual fue
torturada Margarita.
Días más tarde, el matrimonio fue fotografiado por Horacio Calzetta y
trasladado a un campo donde fueron abandonados. Posteriormente fueron
levantados por un auto que los derivó al penal de Villa Floresta donde,
Margarita, permaneció hasta noviembre.
Héctor Ayala también fue secuestrado en Viedma, en una chacra en la que
trabajaba, mientras que al momento de su secuestro, ya se habían producido las
desapariciones de tres amigos suyos.
El de Ayala ocurrió el 20 de diciembre de 1976 por efectivos de la Policía
Federal de Viedma. Entre ellos, Ayala reconoció al hoy imputado represor
Contreras, a quien ya conocía desde antes por haberlo visto en el pueblo y
porque el mismo Contreras lo quiso convocar como testigo para un operativo.
Ayala fue víctima de un simulacro de fusilamiento, al tiempo que ya en la
dependencia policial fue interrogado por el también hoy imputado, Forchetti.
Luego, Ayala fue llevado a La Escuelita donde fue torturado por el “Laucha” y
el “Tío”, Corres y Cruciani.
Allí reconoció la presencia de médicos y enfermeros así como la de los chicos
secuestrados de la escuela ENET. El 24 de diciembre, Ayala es trasladado a
Floresta mientras que el 22 de agosto lo derivaron a Rawson.

Señalamientos
En la audiencia de la tarde del miércoles 4 de julio, tanto el fiscal Abel
Córdoba como el doctor Horacio Azollín dedicaron parte del tiempo brindado para
su alegato, a explicar el modo de operación del Estado terrorista en Bahía
Blanca así como también la participación y complicidad de civiles de nuestra
ciudad. Además, se documentaron secuestros y desapariciones, se expusieron
recortes periodísticos y se insistió con el rol de La Nueva Provincia en esta
historia.
Un día después, en la mañana del 5 de julio, los fiscales comenzaron a detallar
las responsabilidades de cada uno de los imputados en lo que fue, una vez más,
una forma de señalamiento a todos ellos.
Así fue como la fiscalía arrancó con Vicente Forchetti, jefe de la Policía
Federal de Viedma y se siguió con Héctor Abelleira oficial de la misma fuerza
Se citó el caso de secuestro de Jorge Abel, donde quedó acreditado que la
víctima fue secuestrada por la Policía Federal de Viedma y que el traslado
estuvo a cargo de Abelleira. Allí también estuvo el represor Contreras.
En su testimonio, la testigo Cristina Cevoli, señaló que su marido, Chironi, le
había dicho que Abelleira fue uno de los que lo llevó a La Escuelita.
Fue el mismo Chironi quien en 1985 fue citado al juzgado de Viedma para
reconocer a Abelleira. Previamente fue amenazado de muerte.
Algunos otros imputados a los que se hizo cita para relatar sus
responsabilidades fueron Contreras, Selaya, Miraglia y Goncálvez.
Sobre éste último, agente de la Federal de Viedma, se hizo alusión al secuestro
de Jorge Abel quien al momento de ser secuestrado fue inmediatamente
interrogado y por las preguntas que eran muy precisas, se dio cuenta de que el
interrogador era Goncálvez a quien conocía con anterioridad.
“La persona más ensañada para encontrar a mi hermano era Goncálvez”, había
dicho en su momento Silvia Crespo, hermana de la víctima Mario Crespo.
De esta manera se fue desarrollando el alegato de la fiscalía que ahora entró
en una pausa por la feria judicial. Una vez que concluya ésta, se darán a
conocer las peticiones de condena.

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2012-07-16 03:16:00
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