A continuación, compartimos el documento elaborado por H.I.J.O.S. Bahía Blanca y la Red por el Derecho a la Identidad Bahía Blanca leído en Radio Nacional de nuestra ciudad.

“Este 24, no es un 24 más, es un 24 diferente, sobre todo en este lugar. Es un 24 de reencuentro, de salir a la calle nuevamente luego de 2 años de cuidarnos y de cuidar a los demás, luego de dos años sin marchar.

Cuatro años de macrismo y dos de pandemia, que nos dejaron como pueblo muchísimo sufrimiento, años que se llevaron la vida de mucha gente querida, demasiada, lo que nos hace necesariamente reflexionar por donde seguir y elegir el modo, como diría Víctor Heredia.

No haremos discursos, los documentos políticos que habitualmente leíamos aquí, los leeremos a la tarde en el acto posterior a la marcha. Al menos por este año decidimos hacerlo así, luego de muchos golpes y cambios sentimos la urgencia de frenar y ponernos a reflexionar en este sitio junto a todes ustedes.

Nos surgió la necesidad de poner en valor lo hecho hasta aquí y la importancia de todo el camino recorrido, el cual inevitablemente hoy desde hijos bahía blanca y desde la Red por la Identidad estamos recibiendo como un legado, que nos honra y nos llena de responsabilidades. Acá estamos las y los hijos de los compañeros y compañeras, desaparecidos, asesinados, ex presos y presas y sobrevivientes. También están sus nietas, nietos y nietes que ya son protagonistas de un tiempo nuevo y diverso, pero cargado de historia.

Este acto, que desde hace muchos años se realiza, fue pensado, convocado y llevado adelante desde siempre por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), en la figura, como todos sabemos de Eduardo “Chiquito” Hidalgo, estos actos permitieron sin duda a cada una de las víctimas que pasaron por acá , volver a recordar el horror , pero también a lo largo de los años poder habitarlo desde la conciencia plena de que ese horror vivido está siendo investigado y que hasta hoy se está juzgando a los responsables.

Haciendo un poco de historia recordábamos el primer acto, que fue convocado para el 24 de marzo del 2004. Afuera en la tranquera, porque obviamente no se podía entrar, ese 24 de marzo, del 2004, mientras Néstor (Kirchner) descolgó los cuadros marcando un claro cambio de época en lo que respecta a política de Derechos Humanos, en Bahía Blanca, luchadores de toda una vida, también estaban haciendo historia. Y no es casualidad. Empezaba un tiempo de reparación para tantos años de dolor, silencio e invisibilización, sobre todo de parte del Estado.

A partir de allí, comenzando siendo apenas algunas personas en esos primeros encuentros y tornándose masivo con el correr de los años, “El acto de La Escuelita” organizado por la APDH, se tornó histórico.

Recordemos que recién en el año 2010, se deja de realizar el acto en la tranquera y se pasa al interior del sitio de memoria. El primer y segundo acto se realizaron del otro lado, y posteriormente, a partir de los relevamientos arqueológicos del 2011 y 2012, y con la necesidad de la preservación del suelo, con los genocidas ya en el banquillo, nos trasladamos a este lado, para no entorpecer el trabajo de investigación que hasta hoy continúa.

Recordábamos a propósito de esta excavación que Eduardo Hidalgo por APDH, junto a Hugo Cañón, en momentos que era ministra de Defensa Nilda Garré, presentaron el proyecto para que el ex Centro Clandestino La Escuelita, sea un futuro Espacio de Memoria, algo que hasta la fecha no se ha podido materializar por varias cuestiones entre ellas la caución judicial, pero el 10 de agosto del 2012, se dio el primer paso y La Escuelita fue señalizada como sitio de memoria, con la colocación de ese gran cartel que está sobre la ruta que así lo indica, también rememoramos que de caras al 24 de marzo del 2013, los 3 organismos, APDH, Red por la Identidad e H.I.J.O.S, instalamos al lado del cartel de señalización, la figura de la mujer embarazada, para visualizar los, al menos, dos niños nacidos en este lugar que aún seguimos buscando. Hijos de Maria Graciela Izurieta y Graciela Romero.

Y acá hacemos un paréntesis para contarles que hace muy pocos días, distintos técnicos nos informaron, con documentación y maquetas que se realizará la cubierta del terreno donde se produjo la excavación, algo que había sido pedido por las personas que llevaron adelante ese trabajo, y los organismos, para la preservación del mismo. Según nos informaron, la obra se realizará este mismo año y la misma la llevará adelante el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.

También informar lo que seguramente muchos ya sepan, que Bahía Blanca va a tener su primer Espacio para la Memoria que funcionará en donde fue el Centro Clandestino de detención de Prefectura en Ingeniero White. Será el primer Espacio para la Memoria en Bahía y la zona. Espacios necesarios para poder pensar no solo lo que en esos lugares ocurrió, sino por qué ocurrió en clave de presente, y poder colectivamente proyectar qué futuro queremos. En donde la memoria invite a construir, una sociedad más justa, más igualitaria y más libre.

Compañeros y compañeras este lugar fue siempre un espacio de reflexión colectiva, de pensar las luchas de nuestros compañeros, de convocar a los sobrevivientes a que puedan pisar este lugar con la esperanza y el alivio de que la justicia estaba llegando. Pero también fue un espacio pensado para expresar de forma manifiesta y pública las críticas, sobre todo en lo local, para quienes no estaban políticamente a la altura de un gobierno como el de Néstor y Cristina, siempre como eje fundamental las banderas de Memoria Verdad y Justicia, aún muchos siguen sin estarlo.

Las reflexiones, fundamentalmente de Eduardo Hidalgo, en su carácter de sobreviviente, familiar, y sobre todo militante de convicciones inclaudicables, sin especulaciones ni prebendas de ninguna índole, marcaron el rumbo, señalando sin hipocresías ni medias tintas, las realidades políticas de la Bahía del Silencio como él la llamaba. Nos convocaba siempre a defender nuestros principios, de la única manera posible, enfrentando a quienes los pisotean.

Hoy nos cabe un enorme legado y una tremenda responsabilidad, que sabremos enfrentar con las mismas convicciones con que nos nutrimos de quienes nos antecedieron todos estos años. Porque nosotras no salimos de la nada. En esta ciudad hay historia, solo que hay muchos que prefieren, por conveniencia, silenciarla, minimizarla, ignorarla y hasta tergiversarla. Hoy nos toca a nosotres poner en valor toda esa valiosa historia, continuarla y hacer que nos trascienda.

Porque reivindicamos la vida y la democracia como valor esencial para construir una sociedad mejor y plena de derechos.

Y queremos terminar como lo hacía Eduardo: Porque aunque treinta mil veces nos maten, treinta mil veces volveremos.