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Una boya y después
“De todos los objetos, los que más amo / son los usados”, decía Bertolt Brecht y la revista digital Boya 70 reproduce esta idea para ser debatida, compartida y recreada por la comunidad. Otra novedad digital del Museo del Puerto.
Categoría: Cultura

“De todos los objetos, los que más amo / son los
usados”, decía Bertolt Brecht y la revista digital Boya 70 reproduce esta idea
para ser debatida, compartida y recreada por la comunidad. Otra novedad digital
del Museo del Puerto.

“La definimos como una revista digital, pretendemos que tenga una periodicidad
trimestral. Lo que sostiene esta revista es nuestras ganas y nuestra intención
de articular, compartir, debatir con gente de distintos ámbitos, de la
academia, de la cultura, de la poesía que están pensando cosas similares a las
problemáticas que aborda el Museo”, contextualiza Leandro Beier, responsable
del Museo del Puerto. “Sentíamos que había gente que por ahí estaba pensando
unas cuestiones similares a las nuestras y dijimos inauguremos un espacio para
hacer circular esa información”.

Y más allá, más luz

La revista se llama Boya 70 y es “una metáfora porque el acceso a la ría tiene
69 boyas luminosas, el sistema de balizamiento y nosotros dijimos imaginemos
una más, una imaginaria, la boya 70 como un modo más de entrar a la ría, al
puerto y al Museo”. A diferencia de las luces del faro, “una boya tiene una
baliza, una luz chiquitita, es una luz que ilumina con las otras, con esa idea
de pensar colectivamente las cuestiones. Al Museo le sirve para darle densidad
a las cuestiones que está pensando, para invitar gente a debatir y construir
colectivamente, y nos sirve estratégicamente para articular con el mundo
académico y cultural”. Según Beier, “la publicación está en linea con las
publicaciones que hemos estado digitalizando con la sección Papeles Públicos,
el Museo tiene un interés de aprovechar las herramientas digitales, eso nos
parece interesante”.
“Este primer número en particular abordamos la política de objetos que tiene el
Museo, como el Museo piensa los objetos, cómo los trata. Para nosotros, en los
objetos se lee el mundo, la historia, nos interesan los objetos de la vida
cotidiana, los que están marcados por el trabajo”. Para los trabajadores del
Museo la historia “es un devenir concreto, material, que se inscribe en todo lo
que nos rodea. En muchas de nuestras acciones invitamos a leer procesos
históricos locales, nacionales, mundiales, en objetos de la vida cotidiana: una
lata de té de Ceilán para hablar del capital inglés en el puerto o una botella
de aceite Cocinero para pensar las políticas neoliberales en Ingeniero White.
En un objeto se concentran y se cruzan informaciones de distintas escalas”.
Las “hechuras” aparecen por toda la publicación. “Invitamos a cuatro jóvenes
para que escriban: Zenón Deviagge, un estudiante de Letras de Coronel Suárez,
es poeta, su poética está muy vinculada a la perspectiva del Museo, sus poemas
indagan territorios concretos, sujetos particulares y entonces hizo un artículo
sobre un tío abuelo que era camionero, y hacia el trayecto Coronel Suárez-
White y en los ratos libres dibujaba sobre las boletas de viaje, sobre los
remitos, hace una reflexión sobre ese soporte y la vinculación entre el dibujo
y el trabajo. Aldana Telechea, que es profesora de Artes Visuales y está muy
dedicada e indaga el arte textil, desde la perspectiva de género, desde la
historia, da talleres de bordado y estuvo reflexionando entorno a eso y a unos
objetos textiles que tenemos en las salas. Agustina Paz Frontera y Jimena
Zeitune fueron a una feria una vez y encontraron unas bandejas que les
parecieron raras, vieron que estaban intervenidas y empezaron a indagar que
eran unas bandejas que se hacían en la década del ´50 y empezaron a abrir el
mundo desde una casualidad. Hay una editorial donde nosotros marcamos y
tematizamos de qué va el número y exponemos nuestra perspectiva. Convocamos
además a un fotógrafo, Renzo Luna Chima, tomó el concepto de hechuras pero no
fotografió objetos sino que hizo un objeto con la foto, con un montaje”.
Los objetos del Museo no son propios de lo institucional, están inscriptos en
el mundo, se usan, se transforman o se inventan. “Son materiales que no se
encuentran en otros lados, ponerse a pensar en objetos de la vida cotidiana y
darle un cauce, otro más, porque esa perspectiva se desarrollan en muchos
proyectos”. Con un diseño atractivo, la revista va ganando lectores y
simpatizantes, “el equipo de diseño del Museo es muy lindo, trabajan con mucha
entrega” agrega Beier.
El proyecto Hechuras surgió desde “una revisita extrañada sobre la muestra del
museo: ¿qué era exactamente un barco adentro de una botella, o un frasco de
mermelada con arena de Portugal traída por un vecino, o una botella revestida
de Klaukol con vidrios de colores? ¿qué hacían esos objetos en el museo? ¿qué
funciones cumplen? En el marco del puerto hiperproductivo, donde día a día se
informan cifras en aumento de volúmenes de exportación, dónde la lógica de
maximizar ganancias efectivizando costos se impone cotidianamente, algún
vecino, dedica una tarde entera a hacer un objeto –desde esa lógica- inútil.
Las Hechuras
nos dispararon nuevas preguntas para nuestra política de objetos: estos objetos
producidos fuera de la lógica de la mercancía ¿contienen acaso los indicios
para entender la historia del ocio en la localidad? Y por fuera de esa lógica:
¿qué nuevos usos y funciones se inventan? ¿existen métodos, categorías para
pensarlos?” publica la revista. Las participaciones y artículos permitieron
generar más preguntas, más categorías para pensar y nombrar objetos. “El
segundo número está en proceso de cierre, vamos abordar el territorio y la
actividad que propone el Museo con las caminatas. Vamos a publicar un texto que
teníamos guardado de Braian Holmes, un crítico que nos visitó hace unos años,
hizo la caminata, después escribió unos textos en inglés, le pedimos
autorización para traducirlos y publicarlos”.

Hacia los 30

El Museo del Puerto cumplió 29 años de existencia en comunidad. “Estamos
empezando a pensar los 30 años del Museo, el año que viene llegan y es bastante
importante para nosotros, primer Museo de la democracia, con todo lo de
particular que tiene esta experiencia de museo comunitario y entonces le
queremos dar una impronta y una identidad como se merece. Queremos que sea
participativo, por eso la primera cuestión es conformar una comisión de
fiestas, para que trabajemos juntos con los vecinos, para ver cómo lo
encaramos” apuntó Beier.
Un festejo en número redondo requiere que las instalaciones se luzcan y en
cuanto a eso el Museo del Puerto está demando algunos compromisos apremiantes.
“El festejo va atado a solucionar unos problemas de infraestructura que
tenemos, como la lancha. Ricardo Margo (secretario de Cultura de la
municipalidad) vino al cumpleaños 29 y se comprometió frente a las Amigas de la
Asociación, tomó el micrófono y dijo que su regalo de cumpleaños era la promesa
del intendente de resolver el tema de la lancha para los 30 años. La lancha
necesita una reconstrucción total, está muy deteriorada, es lógico porque es
muy vieja más allá de las reparaciones que se le han hecho, tenemos el acta de
Prefectura cuando se incorporó al puerto, creo que fue en 1897, tiene más de
100 años, su estructura es centenaria y es muy significativa para el pueblo, un
ícono. No me imaginaría White sin esa lancha. Estamos avanzando y tenemos el
compromiso del gobierno municipal, lo cual es una alegría”.
El año 2016 continúa su marcha, fines de semana de fiesta y reunión más la
actividad educativa a cupo cerrado hasta el mes de mayo del próximo. “A la par
de esas dos actividades regulares que implican gestión, tenemos proyectos
puntuales como Boya 70, recetas versionadas que estamos trabajando con Escuela
de Artes Visuales, los chicos están dibujando unas recetas de nuestro archivo y
vamos hacer una publicación con eso, como las Hechuras, estamos tratando de
modificar las salas y convocar a los vecinos pronto para hacer un recorrido con
ellos”.
Desde hace un tiempo, el Museo del Puerto cuenta con la labor de una museóloga,
Julieta Rausch, “es muy versátil, está participando muy activamente en el área
educativa, empezamos a trabajar juntos en una cuestión que teníamos bastante
postergada que es la parte de los archivos del Museo, que es fundamental. Se
seguían siempre en las tareas de inventario y de conservación, Julieta vino a
profundizar ese trabajo, a mejorarlo y hoy estamos en un estado mucho mejor
porque tenemos un patrimonio gigantesco de objetos, de relatos orales, de
documentos. En las transiciones de equipo de trabajo cada uno tomaba métodos
distintos para llevar adelante la tarea, en estos años se ha ido uniformando,
sistematizando y eso es una tranquilidad. Si bien uno de los grandes temas a
solucionar para el año que viene es nuestro deposito, lo tenemos en muy malas
condiciones, ya tenemos planificado un traslado a Ferrowhite, los objetos van a
tener un lugar allá, que es acondicionado, con temperatura y eso nos terminaría
de dar un aire importante con eso. Es lo que menos se ve pero los archivos son
la base de todo lo otro, un trabajo invisible pero fundamental”.
En cuestiones de balance y de fortalezas, Beier asegura que la Asociación de
Amigas, la participación comunitaria y la continuidad de los equipos, de las
formaciones y de cómo se han ido pasando la posta un equipo a otro son las
mayores fortalezas logradas a lo largo de estos años institucionales. “El Museo
siempre se preocupó por formar gente nueva, por traer becarios. No ha pasado
nunca que en una transición de gobierno se haya vaciado y se haya traído gente
nueva y eso le ha dado una continuidad al proyecto que también es fundamental,
creo que ha sido una decisión de sus directores y un poco también la distancia
con Bahía Blanca. El Museo es una referencia de la experiencia de trabajo con
la comunidad, habría que rastrear desde 1987, porque ahora sí hay similares
pero en los comienzos no sé, es bastante único en su tipología, es muy reconocido.
El fin de semana que estuvieron con el Festival de Poesía Latinoamericana, vino
gente de Chile, Brasil, México, Colombia y todos terminan fascinados, con este
y con el Ferrowhite. Eso es muy notorio”.

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2016-10-25 00:00:00
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