Se puede disfrutar de un día frío o lluvioso, un recorrido por la ciudad
sugiere el aprovechamiento del fin de semana con actividades recreativas y
culturales sin pagar un peso y para disfrutar en familia, pareja o en solitario.
El otoño nos
obliga a recluirnos, sin embargo, la variedad de propuestas y lugares en la
ciudad nos permite dar paseos cortos, sugerimos algunos posibles recorridos.

Para afuera
Sin querer
resignar tiempo al aire libre, los espacios verdes más concurridos suelen ser
el Parque de Mayo y el Parque Independencia. Proponemos renovarnos en estos
paseos tan concurridos con rincones poco frecuentados.
El Jardín
Botánico muta sus paisajes a lo largo del año, en esta etapa otoñal, exhibe
colores dorados y verdes perennes en sus canteros de piedras. Algunas especies
conviven en espacios compartidos, como es el caso de los cactus y las flores de
estación. “Surge en el año 1986 como respuesta a la inquietud de un grupo de
vecinos interesados en que la ciudad”, cuente con un espacio con fines
educativos, recreativos y de investigación, enclavado en el Parque
Independencia. “En los últimos años se dictaron cursos de introducción a la
botánica para aficionados, valoración y conservación de humedales de la región
del Sudoeste de Buenos Aires, educación para la conservación del pastizal
pampeano serrano. También, el público pudo inscribirse en educación para la
conservación del monte nativo y curso de guías del jardín Botánico”, según
cuentan sus integrantes. Si la decisión es una caminata por estas
instalaciones, proponemos aprovechar las comodidades de los bancos insertos en
el paisaje para tomar mates o sacar fotografías, como así también, conocer y
reconocer plantas para los simpatizantes de la jardinería o la decoración de
exteriores.
En las
proximidades del sector acuático del Parque de Mayo, se instala todos los
domingos la Feria
del Lago. “Es una feria de economía solidaria donde se prioriza el trabajo
artesanal, el reciclado con materias primas reutilizables, los alimentos sin
conservantes ni aditivos químicos, la producción orgánica y agroecológica y el
comercio justo con una relación y venta directa, del productor al consumidor”, según
su web. Con artesanías, textiles, alimentos, productos de jardinería y de granja
recrean la oferta legítima e independiente de productos de manos directas de
sus productores. Plantines y tejidos colorean la tarde como una postal.

Volando por la
ciudad
Para los que
tengan la intención de conectarse con las actuales muestras, recomendamos, en
primera instancia, se visite la
Bienal regional de arte en el Museo de Arte Contemporáneo, en
la calle Sarmiento 450 a
partir de las 17 hs. El recibimiento es atractivo desde el exterior, donde se
luce un mural realizado por los integrantes del Taller de Pintura del Hospital
de Día. Ya en los interiores, los premiados “Érase: armablanda” o “Bahía
Blanca: fragmento 1”
acompañan acrílicos, collages, objetos y fotografías digitales que se expondrán
hasta el 6 de junio. “Esta bienal recoge un conjunto variopinto de trabajos.
Contrario a la tendencia humana de ordenar y clasificar, como jurado, nosotros
decidimos dejar de lado nuestros puntos de vista habituales para distintas
edades, lugares de origen, lenguajes artísticos, niveles de formación o grados
de visibilidad. Intentamos que nuestra selección dé lugar a estas diferencias y
convicciones”, declararon Tamara Stuby, Federico Baeza y Daniel Joglar.
Las propuestas
musicales del domingo en la
Confitería de la
Estación van desde el tango, la ópera a un repertorio de los
años ´70. La cita comienza a las cinco de la tarde, las Amigas del lugar
convidan con café, chocolate caliente y tortas para acompañar el momento de
disfrute. En un café restaurado, donde se exponen discos de vinilo, manteles
con mensajes de los vecinos y muebles de la época de una estación con
movimiento constante, la indiscutible es la calidez del lugar.
Si la salida se
planifica para la tardecita o la noche, la elección indicada es ver la Comedia Municipal,
que en este primer semestre está consagrada a la obra “Nuestra Señora de las
Nubes” de Arístides Vargas, con actuaciones bahienses y la dirección de Antonio
Célico. La obra realiza circuitos barriales y en la zona: el 6 a las 20 hs se presenta en el
Teatro El Tablado y el 13 en la
Sociedad de Fomento Villa Ressia, a las 17hs. “Nos narra los
sucesivos encuentros entre Oscar y Bruna, dos exiliados, que en el transcurso
de un tiempo impreciso se ven en diferentes lugares, y recuerdan episodios de
sus vidas en un pueblo llamado Nuestra Señora de las Nubes”. Los desaparecidos,
la memoria, el incesto, la corrupción, las relaciones sociales atraviesan las
escenas. El espectáculo está recomendado para mayores de 13 años, y la entrada
es libre y gratuita, el circuito se extenderá el 31 de julio.

Al sur
Y en Ingeniero
White, se contienen las historias de vida de ferroportuarios, pescadores,
amarradores, estibadores, prácticos, entre otros trabajadores de la ría.
Atravesando el Puente La Niña,
la estampa inconfundible del Castillo se erige a las orillas. La ex usina con
su taller de máquinas y discursos, frente a una reciente apertura con visión
panorámica del estuario, buques y remolcadores, en la Rambla de Arrieta. También,
los secretos de la Casa
del Espía que pueden ser desentrañados con budín y café con leche. Ferrowhite
sigue progresando en sus remodelaciones y usos, y en este mes todavía es
posible disfrutar de un patio central de rosales.
En Guillermo
Torres y Cárrega, se muestran frugales mesas de delicias hechas por vecinos en
los manteles floreados y repasadores que decoran desde el aire, pueden sonar el
órgano de Rubén Castro o el bandoneón de Chiche Ursino. Una vuelta por las
salas de exposición que recrean la bodega del barco de inmigrantes, la escuela,
el bar, la peluquería, el Correo para las salas internas. Y en los exteriores,
el patio de los bidones con creativas macetas y gajos que esperan ser
trasplantados en los propios patios.
Pensar en el
descanso, planificarlo con actividades sencillas y recorridos a la medida y
gusto para esta temporada, no está vinculado directamente con el consumo, sino
más bien con un ocio creativo de disfrute, relajación y aprendizaje motivador.