©Todos los derechos compartidos

Sonidos de Miramar
Chicos y jóvenes despiertan del sueño a flautas, clarinetes, violínes, violas, violoncellos, contrabajos y trompetas o quizá, con el tiempo, la relación se invierta. La música es la oportunidad y la inclusión en la Orquesta Infanto Juvenil de Villa Miramar, sus integrantes cuentan a EcoDias sus vivencias y recorridos.
Categoría: Cultura

Chicos y jóvenes despiertan del sueño a flautas,
clarinetes, violínes, violas, violoncellos, contrabajos y trompetas o quizá,
con el tiempo, la relación se invierta. La música es la oportunidad y la
inclusión en la Orquesta Infanto Juvenil de Villa Miramar, sus integrantes
cuentan a EcoDias sus vivencias y recorridos.

«Empecé tocando el
contrabajo y seguí con el chelo, me gustó mucho más, es más liviano»,
cuenta Naomi, con sus 13 años. Hace 4 años que está en la orquesta. Al diálogo
se suman Brenda y Katja, de 19 y 17 años. «Antes de tocar en la orquesta,
sabíamos los que nos habían enseñado en la escuela, nos animamos, somos las más
viejitas. Está bueno porque conocemos gente, nos juntamos con amigos. Cuando tocamos
bien, nos sentimos bien. Si se escucha mal, estamos desafinados, ponemos caras
raras», sonríen a coro recordando esas situaciones. Ya visitaron la Feria
del Libro de Sierra de la Ventana, se presentaron en el Teatro Municipal, en
jardines, en escuelas, en la Casita de Miramar. «Tocamos en eventos y
estrenos en la Municipalidad, en el Parque de Mayo», la charla se hunde
bajo afinaciones y calentamientos de los más pequeños. «Me ponía muy
nerviosa y me daba miedo al principio», aporta Brenda, «y cuando todos
te aplauden y sabés que no tocaste bien no se siente bueno, pero si sale bien
nos sentimos bárbaro». Katja suma, «mientras empecemos y terminemos
juntos» y las amigas responden «noooo, tiene que salir bien».
Este compartir de impresiones y prácticas da comienzo al ensayo del día
miércoles, momento en el cual, los instrumentos despiertan en esas manos.

Promoción

La Orquesta Infanto Juvenil del Barrio Miramar es un proyecto perteneciente al
Programa Social de Orquestas del Ministerio de Cultura de la Nación. Nace en el
año 2008 y comienza a funcionar en octubre de ese año. El coordinador y
promotor, en sus inicios, fue Claudio González, con la colaboración de Silvia
Esquivel, coordinadora barrial. En octubre de 2010, el grupo queda a cargo de
Noelia Rodríguez, junto al Profesor Pablo Stocco hasta 2013. A partir de esa
fecha, Albin Cedeño dirige a los grupos, que este año debieron conformarse en
dos.
La propuesta fue formar una Orquesta con niñas, niños y jóvenes que vivan en el
Barrio Miramar y alrededores, con el fin de darles la posibilidad de acercarse
al mundo de la música desde otro paradigma musical, en este caso desde el
hacer, y nada menos que con instrumentos orquestales, tan distantes a sus vidas
en la actualidad. Esta iniciativa se logra a través
de la
Dirección Nacional de Artes, como una estrategia de integración socio cultural,
la inclusión social y la mirada en la regeneración de los vínculos
comunitarios.
«Este año dividimos la orquesta, en inicial y avanzados, teniendo en
cuenta los niveles musicales», comienza Albin Cedeño. «Desde hace dos
años practicamos en la Escuela 29, a partir de las 17 hs., el espacio cedido
nos es de gran ayuda para recibir más niñas y niños». Originalmente la
Banda se reunía en la Casita de Miramar, dependiente de la Municipalidad, otras
sedes fueron la Sala Médica, el Jardín de Infantes N° 952, la Sociedad de
Fomento.
«Se comenzó con un grupo reducido, provenientes de familias con
conflictos, y se constituyó como punto para contener a los chicos”, cuenta
Silvia Esquivel, la coordinadora barrial. «Ha cambiado mucho la actitud de
los padres, acompañan la actividad y comparten. Es una forma de mostrarles una
vida diferente». Esquivel visita a las familias en el barrio Miramar para
alentar la participación en la Orquesta, «también participo en el cuidado
de los chicos, el trato con los padres, que están asombrados por sus hijos que
tocan instrumentos a los 7 o 9 años. En las presentaciones participan, como en
los viajes».
Miriam Manzotti, directora de la Escuela sede de la Orquesta, asegura que
«cuando vino la propuesta nos encantó, nos entusiasma mucho cualquier
lenguaje, tenemos un aula dedicada a las artes». Hay chicos alumnos y ex
alumnos de la escuela que pasaron por la Banda, «trabajamos desde siempre
con el barrio, compartimos el espacio y el sentido de pertenencia que logran es
bárbaro». La Orquesta siempre participa de los eventos escolares y la
convivencia está signada «por la buena predisposición y es fantástico que
la escuela esté abierta y con los chicos en ella».

Satisfacciones
La Orquesta se reúne tres veces por semana, de esta forma, sus integrantes
toman clase de Lenguaje Musical, práctica y ensayo. «Independientemente si
el chico vaya a ser músico o no en el futuro, la Banda sirve como disciplina,
para temple de carácter, para ayudarse a autocontrolarse y concentrarse. Va a
tener más paciencia, aprender a trabajar algo y ser constante en ese
trabajar», destaca Albin Cedeño. «Tenemos muchas satisfacciones, como
Máximo, uno de los pequeñitos que empezó en el Conservatorio, graba en Youtube
sus presentaciones y me pregunta sobre sus realizaciones. Los pequeños de
flauta tienen tanto entusiasmo con el instrumento que te sorprenden
siempre». El día anterior, Santiago fue a la clase y escribió unas notas,
«no sabe leer aún y sin embargo, las escribió porque él pensaba cómo
debían sonar y tocó una música».
Aparecen, también, las aspiraciones para que la Orquesta mejore en lo musical y
en lo material. «Tenemos necesidad de atriles, de más instrumentos, más
presupuesto para las horas de los profesores, tenemos muchos chicos y pocas
horas». Este año la matrícula asciende a 55 niños y niñas, gracias a que
se realizan Conciertos Didácticos en las Escuelas del Barrio para promocionar
dicha actividad. Los instrumentos musicales que tenemos provienen del Programa
Nacional Orquestas del Ministerio de Cultura de la Nación; otros fueron
comprados con el dinero provisto por el Fondo Municipal de las Artes y también
se recibieron donaciones privadas. El grupo de profesionales está compuesto por
Albin Cedeño, que es coordinador musical, profesor de flauta y director de la
Orquesta Inicial; Luján Scaioli como directora de la Orquesta Avanzada; Sabrina
Italia es coordinadora socio-administrativa y los profesores Matías Miguez,
para contrabajo, Gustavo Rosman, profesor de violín y viola; Maximiliano
Medina, para violonchelo y Lenguaje Musical; Marcos Marchegiani, en violín y
Patricia Minucoy, para clarinete. Además; Silvia Esquivel es el contacto
barrial y la preceptora.
Este año la Orquesta se encuentra en un proceso re-organizativo, en el cual se
tienen como objetivo la elaboración de un reglamento Interno, ya en vigencia,
también, lograr que sea declarada de Interés Cultural por parte del Honorable
Concejo Deliberante de Bahía Blanca, aumentar la planta de profesores para
tener una orquesta completa y aumentar el inventario de instrumentos, ya que
con el crecimiento de la actual matrícula, los instrumentos deben ser usados de
forma compartida. «Aspiramos a ir al Encuentro de Orquestas Infantiles en
Misiones, es una meta».
La actividad de la Banda no es solitaria, en escenarios compartidos en el
encuentro anual de Orquestas surge otra mirada, «cómo tocan suelen
comentar, hay que estudiar, quieren tocar y que suene solo, no queda otra que
estudiar, está bueno porque ven otras formas de tocar y a otros chicos»,
afirma Luján Scaioli. «Se abre otro espacio de interacción con otros, se
relacionan», dice Albin.
Christofer, de 17 años, toca el clarinete hace 7 años, «voy a los ensayos
del Conservatorio, invitado por Claudio González”, a pesar de no estudiar en el
Instituto, la integración de los jóvenes está relacionado con sus intereses y
habilidades. Guillermo toca el chelo, “empecé a ir al Conservatorio”, cuenta
entusiasmado. Las anécdotas de una clase son variadas, desde afinar el
instrumento hasta la práctica en casa, con pocos o muchos logros, la lectura
con la vista de las instrucciones de los profesores, el encuentro de risas con
los compañeros.
Escuchar a la Orquesta de Villa Miramar en su día de ensayo es lo mismo que
viajar a otro mundo, donde se dice y se secretea en otro lenguaje, que al mismo
tiempo, extraña y estremece.

facebook
Twitter
Follow
2014-06-16 11:37:00
Relacionados
ESTEMOS CONECTADOS
campañas
144 600x600px (1)
137 (1)
adhesiones
adhesion facundo 600x325px (1)
adhesion lopez 600x325px (1)
última Edición
Cooperativa Ecomedios
Nos apoyan
Nosotros
Ecodías es una publicación de distribución gratuita.
©Todos los derechos compartidos.
Registro de propiedad intelectual Nº5329002

Los artículos firmados no reflejan necesariamente la opinión de la editorial.
Agradecemos citar la fuente cuando reproduzcan este material y enviar una copia a la editorial.

> Directora
Valeria Villagra
> Secretario de redacción
Pablo Bussetti
> Diseño gráfico
Rodrigo Galán
> Redacción
Silvana Angelicchio, Ivana Barrios y Lucía Argemi
> Difusión en redes sociales
Santiago Bussetti y Camila Bussetti
> Colaboradores
Claudio Eberhardt


es un producto de:

Matrícula INAES 40.246. 

Desarrollado por Puro Web Design.

RSS
Follow by Email
Telegram
WhatsApp