“La iniciativa a la incorporación de género y diversidad tiene que ver con una línea especifica de trabajo de la gestión 2021 del Instituto Cultural, se trata de una gestión que tiene una mirada sobre género importante, y dentro de la dirección vimos la necesidad urgente de incorporar a este grupo de músicos, de todos hombres, a las mujeres y diversidades de la ciudad”, sostuvo la responsable del área de Acción Cultura municipal, Marina Fuentes.

El Municipio de Bahía Blanca lleva en actividad al servicio de la comunidad, hace más de 22 años, La Serenata Municipal, creada por ordenanza municipal. Originariamente, el objetivo fue el de agasajar a las y los ciudadanos que soliciten este servicio. Los serenateros asistían a los festejos de cumpleaños o aniversarios de personas adultas mayores, es decir, mayores de 60 años.

Transformaciones

“Con el correr del tiempo ese objetivo se fue modificando, sobre todo en este último año de gestión, siempre hablando con los integrantes y considerando que la ciudad ya no es la misma que hace 20 años atrás”, expresó. En este sentido, realizaron una convocatoria abierta, donde se presentaron 29 postulantes; de ellas fueron elegidas cuatro mujeres, y dos más, suplentes.

La elección estuvo a cargo específicamente de los serenateros, los músicos con los que estas nuevas incorporaciones iban a trabajar. Tuvo mucha injerencia en la elección lo que respecta a la ejecución de instrumentos musicales, que se suelen usar en el tipo de música de las serenatas, como la guitarra, el violín, el bandoneón y, por supuesto, la voz, otro instrumento importante.

Otro antecedente importante fue la de incorporar artistas con una basta trayectoria, además le dieron la posibilidad a aquellas músicas emergentes, sin requerirles de manera excluyente una experiencia previa. “Desde la mirada del Instituto vemos la necesidad de que el campo del arte se empiece a abrir a artistas más emergentes de la ciudad”, explicó Fuentes.

La base del arte es la de compartir conocimientos para nutrirse de forma colectiva, ya que las serenatas están compuestas por personas de 30 a 60 años, que aprenden unas de otras en el ejercicio profesional.

Con su propia voz

La serenatera Aldana Donofrio comentó que hace tres meses pertenece al grupo, “estoy muy contenta de estar participando y adaptándonos de a poco”, expresó la música. Donofrio lleva el mando del acordeón, por lo general salen a escena en tríos, con instrumentos variados y una voz, y también hace coros.

Oriunda de Puerto Madryn, vive en nuestra ciudad hace aproximadamente dos años. “En mi familia siempre hubo música, mi mamá canta y mi papá toca la guitarra, desde chica vengo mamando las peñas”, contó Donofrio, además haciendo una distinción entre el folklore sureño, donde añadió: “Lo sentí distinto cuando vine a la provincia de Buenos Aires”.

La actual serenatera desde los ocho años comenzó a tomar clases de piano, todo lo que tiene que ver con la parte teórica de la música, y alrededor de los 25 años conoció por primera vez el acordeón, hoy en día lleva ocho años en actividad.

En cuanto a la elección, se llevó a cabo fue entre 29 postulantes, donde tuvieron que, por el contexto de pandemia en el mes de mayo, enviar dos videos tocando temas a elección, se presentó con un chamamé y una rancherita. “Teniendo en cuenta que las serenatas tienen cierta inclinación de género, por lo general, tienen un repertorio armado, sumado a un currículum artístico donde se explican las experiencias y participación en otros proyectos musicales”, añadió.

“Siempre supe de las serenatas y me parecía increíble poder acercarse a lugares donde hay falta de música y de contención musical, que es tan importante, como en geriátricos o escuelas o mismo asistir a un cumpleaños y a brindarle un regalo al homenajeado”, comentó.

Por último expresó que la incorporación del género y diversidades a los eventos culturales es un gran acierto, “me parece totalmente necesario, siento que de a poco estamos ganando lugares, que no hay que ganarlos desde la lucha sino desde hacer valer los lugares como corresponden”.

“Si bien me parece increíble que den la posibilidad de darnos un lugar en algo tan importante como este proyecto musical, también hay que ir y tomar el espacio”. Finalizó comentando que “siempre traté de buscar un formato en el que pueda salir igual, en donde pueda ser una persona activa en la música de todas maneras. Buscar mi lugar, y hacerlo valer, ubicarme sin preguntar ni pedir permiso”.

La incorporación del género y las diversidades a los eventos culturales está respaldada por la ordenanza municipal que expresa la admisión del cupo del 30%. Podés leer la nota completa con la concejala Analía López en la edición 751.

Autor: Redacción Ecodías