La profesora de Filosofía, con once años de experiencia docente, en 2018 por un comentario de una de sus alumnas, pensó en la posibilidad de llegar a más personas a través de las redes sociales. “En su momento tenía Facebook, sabía que estaba pasando de moda, así que tenía que incursionar en instagram e hice algunas publicaciones y no se enganchó nadie”, relató el resultado de su primera experiencia.

A partir del 2020, con la pandemia y las nuevas posibilidades que presentaba ese escenario, la docente se desafió: “En este contexto, los chicos modernos van a estar todo el día con el celular haciendo algo, así que volví a encender la llama de la filosofía en la página”. Realizó publicaciones sobre las temáticas que las y los estudiantes tenían en el nivel secundario, por ejemplo, la vida de Sócrates con dibujos, fotos o memes, un video explicativo sobre ética y moral.

“Mi página de Filosofía en secundaria apunta a que la o el estudiante que esté complicado con un tema, pueda encontrar una ayuda para resolver su tarea y si se engancha, y encuentra algo más, como alguna frase o texto que lo pueda llevar al camino de la filosofía para charlas o reflexiones”, estimó.

En cada profesión existen las facetas más académicas, más pedagógicas, más divulgativas, “En mi caso lo hago con amor para socializar cuestiones filosóficas del día a día, cosas que ven los chicos en el aula, que la gente se puede preguntar mirando un partido de fútbol, que se pueda cuestionar”, sostuvo.

Con la finalidad de que la filosofía llegue a la gente, la docente mantiene vivo ese contacto por la red social, que asegura no llega masivamente y a su vez, está en un constante intercambio con personas de otras provincias y países, que también buscan nuevas formas. “En la filosofía ya todo fue dicho, hay que desmenuzar, deconstruir y traerlo al siglo XXI, debatirlo acá, por eso me alegra mucho que surjan estos mensajes, es signo de que la filosofía está funcionando de boca a boca”.

Innovación

La reflexión que hace la autora de @Filosofíaen es el crecimiento que tuvo. “Me surge seguido la pregunta sobre qué más me falta para innovar, que autoras no dimos en la carrera y que puedo traer para que los chicos las conozcan. Fue un descubrimiento, un emprendimiento hecho con amor y paciencia, la responsabilidad de la palabra, porque una no sabe hasta dónde y a quién puede llegar”.

Sin dudas, afirmó la docente, lleva tiempo este emprendimiento digital pero es muy enriquecedor, “los dos primeros años que empezás a dar clases, querés innovar, tener lecturas nuevas, después con la rutina del trabajo entrás en una meseta y esto me permitió, abrir otras puertas, tengo ganas de leer más, descubrir nuevos autores, estudiar un poco, sin idea de universidad sino por mí misma”, aseguró.

Filosofar

En algunos casos, no se reconoce el valor del acompañamiento docente, cuando un o una estudiante admira a su profesor o profesora, esas dos horas de clase marcan un camino profundo en ambas personas. “Materias como historia, filosofía, sociología, cultura, son parte del ser humano, sin embargo se tienen pocas horas cátedras, y si luego van a estudiar carreras como Ingeniería, se pierde la posibilidad de poder filosofar”, ejemplificó.

La docente valoró el aporte realizado por el filósofo argentina, Darío Sztajnszrajber, quien pudo mostrar que cualquiera puede filosofar, hay que tener ganas de abrir la puerta de la crítica, de la deconstrucción de la idea que uno tiene de libertad, de Dios, de alma, permitir la crítica de todo lo que te rodea. Y a esto agregó: “Como decía el filósofo griego Epicuro que nadie pierda la posibilidad de filosofar, es para todas y todos, no hay edad, ni contextos, hay que hacerlo”, concluyó.

Autor: Redacción Ecodías