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Planicie de marea
Aves de nuestro estuario sobrevuelan espacios culturales diversos. Una obra que se transforma en las manos de la artista Romina Tejerina.
Categoría: Cultura

Aves de nuestro estuario sobrevuelan espacios culturales diversos. Una obra que
se transforma en las manos de la artista Romina Tejerina.

En el Centro Histórico de la Universidad Nacional del Sur se expuso la obra
de la artista visual Romina Tejerina, “Planicie de Marea” nace de una inquietud
propia de conocer las aves playeras, “hace varios años que hago avistajes de
aves, y siempre contemplando lo que llamamos ´pajaritos´, los que vemos en los
árboles o en los pastizales de campo”. Las inquietudes de la artista hacen a la
obra, y la obra modifica a la artista. “En un momento me anoto para participar
de Guardianes del Estuario, hago el curso y en los recorridos veía playeras, me
parecía que eran todas iguales, es muy difícil de identificar. Se me ocurrió
hacer una guía de aves para identificarlas, por una cuestión propia. Empezó con
esa inquietud y la propuesta de hacer una guía de aves en diferentes formatos,
uno clásico, que contiene imagen y texto, que refiere nombre científico y
nombre vulgar, y después empezaron a surgir otras guías, con información, con
texto, siempre desde el arte textil y el grabado mediante transferencia manual.
Hay otra guía incluye el barro de la ría, está trabajada con transferencia
sobre gasa quemada, la tela está intervenida como una tela poco plástica. Hay
otra que son pollitos que vuelan y tienen su nombre científico”.
Los aportes fotográficos de Pablo Petracci ayudaron a Tejerina en su acción,
asimismo, su participación en el Proyecto Cosecha 2017 le permitió cerrar la
obra. “Venía con las guías compuestas por dos o tres aves en cada una, y en el
Museo de Arte Contemporáneo pude completar seis guías, cerré estas series”
aseguró.
Con su participación en el Proyecto Cosecha, Tejerina encontró otros artistas,
«estuvo buenísimo los vínculos que se generaron, no tanto desde la obra
porque tenía claro lo que quería hacer, entonces hubo más bien un
entrecruzamiento de conceptos que incorporás de los otros, de los talleres que
hicimos». Según la artista, en este punto la obra empieza a transformarse,
«en el vínculo con el otro, hubo muchos talleristas que aportaron lo
conceptual, y la apertura de visión, uno trabajando en su propio taller y
encerrado, si bien asisto a una clínica con Nilda Rosemberg una vez por mes, la
retroalimentación es necesaria». Cosecha le planteó a Tejerina estar con
otros artistas y con el público, «te va interpelando y haciendo preguntas,
la obra se transforma, no sabés cómo, porque nunca sabés cómo hubiera sido si
la terminaba en mi casa o el hacerlo en Cosecha. Me sirvió como espacio de
experimentación para montaje, hay cosas que no hubiera hecho sino hubiera
estado ahí”.
El artista visual es una figura actual, señala a quien “va tomar los medios que
necesita para el trabajo artístico, un medio puede ser lo textil, el grabado,
antes pintaba. En mi caso, utilizo esos medios y también trabajo con el sonido,
eso dejaría de ser visual. No importa tanto el género o la técnica sino lo que
necesitás para la expresión y lo tomás donde lo encontrás, lo que sea mejor
para la obra que estás haciendo en el momento”.
La palabra planicie surge como título de la obra en referencia al lugar donde
comen las aves playeras cuando la marea comienza a retirarse. El montaje final
de la muestra es calificado por la creadora como «muy de museo, que uno en
su taller no lo hace, lo imagina. Además, todo el tiempo estuve modificando,
por ir charlando, por ir observando.
No te quedás con la primera idea». Este aporte se vio reflejado casi
inmediatamente, porque Tejerina expuso en los Museos de Arte y después lo hizo
en el Centro Histórico de la UNS, «donde la obra dispuse de otra forma,
con los objetos interactuando, depende del montaje la obra termina siendo un
poco instalación».
La primera invitación de exhibición fue recibida en el mes de abril, “la llevé
a Coronel Suárez, me invitaron a realizar una actividad de avistaje con los
chicos de un barrio, dentro de este marco hicimos Planicie de Marea, pero fue
totalmente distinta a la que monté en la Universidad, porque la obra al pasar
por Cosecha se modificó, creció». El posicionamiento artístico cambió
después de Proyecto Cosecha, asimismo, la artista asegura que su paso por la
propuesta hizo que «fuera una manera de crear una comunidad artística,
ahora también paso a pedir una opinión de los integrantes de los Museos, se
brindan abiertamente. Esto se va refortaleciendo».
La exposición en Rondeau 29 estuvo vinculada al primer aniversario de Club de
Observadores de Aves (COA), integrado por Tejerina.

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2017-10-03 00:00:00
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