Las estatuas vivientes
deleitaron a una gran público de todas las edades. El arte de la quietud tuvo
dos días de exhibición, formación y encuentro, el saldo positivo se lo llevaron
sus seguidores y los sorpresivos paseantes.

«Estamos sorprendidos por la cantidad de público que tuvimos, fue
muchísima la cantidad de gente que se acercó el sábado, en el Teatro Municipal
y el domingo en la Casa de la Cultura», aseguró Mariela Olivera, que junto
a Mirta Gutiérrez, organizó el 3° encuentro de Estatuas Vivientes. «En nuestra primera edición tuvimos la oportunidad de
nacer, hoy nos toca crecer», afirman las impulsoras de los encuentros en
su blog. «Este encuentro nace con la intención de intercambiar
conocimientos, significancias y experiencias en torno al hecho artístico como
Estatua Viviente, desarrollándose en y desde nuestra Bahía Blanca, aportando
así a su historia cultural».
Se convocó a artistas de todo el país, «como es un
evento de gestión independiente se pueden seleccionar hasta 10, hasta ahora el
presupuesto que manejamos». El evento que tiene un doble carácter,
artístico y solidario, recaudó con las alcancías de los artista 11.032 pesos,
destinados a Fundación Lazos y Ayuda Le. Hay que tener en cuenta que la primera
edición ascendió a mil pesos y la segunda a tres.
«Este dinero se reparte por partes
iguales entre ambas fundaciones».

Ser
Las estatuas vivientes llegaron de diversos puntos del país: Entre Ríos, Jujuy,
Mar del Plata, Tandil, Buenos Aires, una representante local. «Por primera
vez artistas de la ciudad, después de un seminario, estrenaba sus propias
producciones, fueron 6 artistas que trabajaron por primera vez como estatuas
vivientes. Se pensó como una fecha de estreno en el marco del encuentro, si
bien algunos habían alcanzado a hacer alguna presentación antes del
encuentro».
Tanto el foro como el seminario son dos propuestas que permiten el encuentro
entre los artistas y la comunidad. «En el foro hubieron dos ponencias, una
coordinada por la Dra. Ana Luisa Dozo, directora del Museo y Archivo Histórico
y Carlos Fos, doctor en Antropología cultural, investigador e historiador
teatral, que visita la ciudad en las jornadas de Bahía Teatro. Como invitada
especial estuvo María Inés Banegas, que es una artista que trabaja como estatua
viviente hace más de doce años, de la ciudad de Olavarría y que ha participado
del encuentro. El foro tuvo como título ´Proceso creativo colectivo´, la idea
es poder construir de modo colectivo cuestiones que tienen que ver con la disciplina,
el proceso creativo de una estatua viviente. Vinieron compañeros artistas,
gestores culturales, periodistas, fue bastante enriquecedora la actividad del
foro. El seminario que se dictó el domingo por la mañana fue coordinado por
Jorge Habbib, que es un teatrista y docente de Teatro de nuestra ciudad, se
llamó ´Mirarse desde los ojos del espectador´, la idea es generar herramientas
para los espectadores que tengan un criterio para poder evaluar el espectáculo
de estatuas vivientes, nosotros como artistas poder tomar esa valoración para
nuestro proceso creativo, poder escuchar y aprender, tomar en cuenta las
opiniones de los espectadores para nuestra propia construcción».

Formación
Los más pequeños fueron los protagonistas del disfrute de las presentaciones.
El sábado sobre la vereda de ingreso del teatro se podían ver las actuaciones
de actores y actrices de mayor experiencia en el rubro, en la Plaza Payró se
desplegaron 6 estatuas vivientes más, participantes en formación. Se destacaron
los vestuarios, las poses y personajes de El caballero y la dama y el Monumento
al Bombero, originales performances que fueron más fotografiados. A ellos se
sumaron Nazareno, Madre Tierra Pachamama, Gardel de Oro, El Gaucho argentino,
El inmigrante, Emperatriz Sissí, La Campesina.
«El nacimiento es el de la actuación, son actores y actrices, si no
tuvieran esa formación es la que necesitarían tener, lo que pasa es que no es
un pensamiento teatral clásico o tradicional, sino quehacer teatral que
necesariamente trabaja en red con otras técnicas y otras disciplinas de artes
escénicas, yoga, Tai Chi, mimo, tenemos que cruzar con técnicas del teatro, la
danza, la música, las artes plásticas, lo que es la producción involucra más,
no es solamente ponerse un traje, ahí hay vestuario, por qué tiene ese
significado simbólico, ese color tiene un peso, esa es la complejidad del
trabajo. El hacer teatral también es bastante complejo, porque es un espacio no
teatral, público, porque la demanda y el vínculo con el público es en el aquí y
ahora, siempre diferente, hay un espacio de improvisación que el actor tiene
que estar preparado para lo que suceda».
El cierre de esta edición exitosa es el impulso hacia la próxima.»El
Teatro Municipal y la Casa de la Cultura nos parecieron dos espacios
apropiadísimos para este encuentro, nos parece que sea solidario, Bahía Blanca
mostró que se mueve y se mueve en solidaridad con nosotros, que lo artístico
puede ser una excusa para visitar la ciudad, para salir a la ciudad, para
participar de un evento solidario y artístico. Los artistas se fueron
maravillados por la vivencia, es el único encuentro en el país con espacios de
formación, de reflexión y espacio para compartir las presentaciones teatrales,
en conjunto y además, es solidario».