“Una
invitación a recrear el juego de la niñez y a descubrir nuevos recursos
generadores de un movimiento interior que nos conecte con el proceso creativo e
inspirador, con la risa y con las emociones”, es la propuesta del taller de
Psicodrama dictado por la lic. Carolina Goldman en las instalaciones de avenida
Colón 80. Adultos y jóvenes pueden compartir esta posibilidad gracias al
impulso de la Secretaría General de Cultura y Extensión Universitaria de la
Universidad Nacional del Sur.
La creatividad, el juego y la espontaneidad son los pilares
fundamentales del psicodrama. “Una de las dificultades es que hay que
experimentarlo para poder definirlo, es vivencial”, asegura Goldman, licenciada
en Psicología, psicodramatista y docente a cargo desde hace 11 años.
Jacob Levy Moreno es el creador del psicodrama, inspirado en el teatro de
improvisación, a lo largo de la década de 1950. Considerado un método de
diagnóstico y tratamiento en diversas disciplinas y ámbitos es un punto decisivo
para explorar en acción y grupalmente. “Salir de las conservas culturales, así como
están los niños. Porque a medida que vamos creciendo vamos bloqueando algunas
cuestiones, principalmente las que están relacionadas con la creatividad. El
psicodrama presenta técnicas y recursos que se ponen al servicio de esas zonas
un poco dormidas o que no pudieron despertarse, para lograr desplegarlas y
ponerlas a pruebas”.

Espacio local
La práctica en la UNS realiza su apertura en el año 2000, con una prueba
piloto abierta a todo público, la cual se caracterizó por la heterogeneidad.
Adultos y jóvenes se encontraron para trabajar la espontaneidad. Las
afirmaciones compartidas son “no tengo imaginación, no tengo creatividad”.
Diversas
técnicas dramáticas regidas por principios y reglas ayudan a lograr a darse
cuenta de los propios pensamientos, sentimientos, motivaciones, relaciones y
conductas. También, mejoran la comprensión de situaciones, de puntos de vista
de otras personas, de nuestra imagen o de nuestra acción sobre ellas. En estos
trabajos se descubren nuevas y mejores opciones de conducta, que logran
reforzarse por ser más convenientes a las situaciones cotidianas.
“El gran desafío es el comienzo. Muchos vienen a ver de qué se trata, para
luego evaluar si se suman o no. La clave es que todo el grupo arranca en el
mismo punto: se llega cómo se puede”, relata la profesional. El taller se
plantea de menor a mayor complejidad, para superar las barreras iniciales como
el miedo al ridículo, la exposición, la pertenencia a un ámbito local, que
influye en la construcción de un ámbito de intimidad. “Se van soltando y
relajando de a poco, finalmente, se logra trabajar en un paréntesis. Se detiene
la vida de cada uno para después salir de esa burbuja”. Mujeres y varones se
inscriben, aunque la paridad es bastante diferenciada, de 7 a 3 es la
proporción.

Primero siento luego existo
¿Cuál es el lugar que ocupa el juego en la vida de los adultos? ¿Qué aporta
lo lúdico a la vida cotidiana? Son las principales dudas que nos planteamos a
la hora de decidir participar en psicodrama. Jugar es serio. A la hora de la
propuesta se ponen en evidencia las características del individuo en acción con
los otros, surge el tramposo, el competitivo, el indeciso, el que no sabe
perder. Todos los actores adquieren roles, sus posicionamientos frente a la
situación.
Sin embargo, el juego desdramatiza. “A la gente le asusta la palabra
psicodrama, pero drama tiene que ver con acción, la acción de conectarse con
las emociones, muchos de los integrantes registran al niño/a
que llevan adentro, esa parte de nuestra identidad, están acallados. El humor y
el juego relativizan, cortan con el narcisismo, con lo melodramático, permite
sacar cosas de adentro, hace bien reírse y pasarla bien” cuenta la profesional.
El psicodrama tiene muchos campos de aplicación, ya que proyecta situaciones
que con palabras no emergen, pero a la hora de la representación se hacen
visibles en el cuerpo. El lic. Eduardo Pavlovsky, responsable en dar a conocer
la técnica en América Latina, propuso un trabajo con un grupo de
niños en el hospital. Mediante el mismo y la empatía lograda entre los
participantes se desplegaron ciertas características que los ayudaron a
sobrellevar situaciones particulares. Hay que reconocer que el lenguaje es una
adquisición posterior en la vida humana, al principio los registros pasan por
el cuerpo, atraviesan los sentidos antes de reconocerse en la mente y en las
palabras.

El universo infantil
“Hay ámbitos más auspiciosos que otros para que el juego y la exploración
se realicen. Si las condiciones materiales o el ambiente no ayudan o impiden
que las habilidades surjan, sí podríamos hablar de una persona desconectada.
Pero hay muchos ejemplos de resiliencia, de personas que en condiciones
materiales desfavorables son ejemplos intelectuales o deportivos, el potencial
creativo se puede desplegar igual”, aclara Goldman. Siempre se habla de
satisfacer necesidades básicas para luego concretar cuestiones del pensamiento
y del conocimiento, “no hay que dejar como cerrado un caso, actualmente hay
talleres de juego en sociedades de fomento, escuelitas de fútbol, murgas, hacer
buen uso del tiempo libre y hacerlo de manera dirigida ayuda”.
Desde diferentes disciplinas se habla de resiliencia. “En términos sencillos,
es la posibilidad que tenemos los seres humanos para recuperarnos de
situaciones displacenteras, obstáculos y capitalizarlo en favor de sí mismo.
Cada persona tiene una caja de herramientas, las que pudo adquirir en la vida
que se suman a las que traemos de nacimiento, la resiliencia es cómo salimos de
situaciones revitalizados, la capacidad de caer y volver a levantarse. Sí es
cierto que hay situaciones que no podemos elegir, por lo tanto, esos
sufrimientos se deben atravesar, sortear y salir refortalecidos, con un
aprendizaje”.

Teatro y psicodrama
Mediante este método se exploran las dimensiones de los acontecimientos
humanos, los pensamientos no verbalizados, las fantasías sobre sí mismos, sobre
los otros, el futuro imaginado con miedos y certezas, los encuentros con
quienes no están presentes ya en nuestras vidas. El psicodrama es muy distinto
a su impulsor el teatro. Al poner en juego nuestro cuerpo, salen cuestiones
favorables y otras que no lo son. Una de las diferencias con la obra teatral es
que el guión está creado por otro, en cambio, en el psicodrama el participante
trabaja con lo propio, son exploraciones en las propias emociones. “Suelo
aconsejar el acompañamiento de psicoterapia si estas actuaciones son demasiado
movilizantes”, amplía la especialista.
La experiencia se replica en diferentes partes del país y del mundo, más
habitual en Estados Unidos, Brasil y México, adquieren diferentes modalidades,
tales como seminarios, combinada con psicoterapias, también se despliegan en
empresas que capacitan a sus recursos humanos, en comunidades de riesgo y en
barrios.
La interacción y encuentro con los sentidos es la propuesta experimental para
un abordaje de la identidad propia y colectiva. El psicodrama propone un
recorrido para desplegar la complejidad humana, sumando herramientas a
cualquier trabajo grupal y comunitario.

Fuente: Entrevista realizada en el
programa Anochecer de un día agitado, que se emite de lunes a viernes de 20.30
a 21.30 hs por Radio Nacional Bahía Blanca, AM 560.