“Mujeres de la Patria” y “Tierra Negra”,
espectáculos montados a través del programa de extensión del Instituto de
formación docente y técnico profesional artístico, bajo la coordinación de
Sebastián Pérez Traviezo presentan un despliegue de color e historia nacional.

Mujer y patria
El año pasado se
estrenó “Mujeres de la Patria” y fue puesta en escena nuevamente ahora.
Inspirada en la obra de Ariel Ramírez y Félix Luna, “lo que hicimos fue
recortar y quedarnos con cinco mujeres, sobre esas ideas construimos una obra
coreográfica donde intentamos ver sus distintos roles en la vida argentina. No
sólo pensarlas como esas mujeres que tuvieron un lugar patriótico, como Juana
Azurduy y Manuela Pedraza, también incluimos a Alfonsina Storni, que nos deja
ver a la mujer poetisa”, nos cuenta Pérez Traviezo. La obra muestra desde la
gringa chaqueña, el obraje de inmigrantes de fines del siglo XIX y principios
del XX, mezclado con la mujer toba. La idea originaria de esta obra es mostrar
dos caras de la mujer. “Tomamos, también, dos miradas de la cautiva, una, la
del Martín Fierro, que muestra a la mujer prisionera de los indígenas, y en
paralelo, la versión de Dorotea Bazán, una cautiva que se niega a volver y se
queda con los ranqueles porque tenía sus hijos y su vida”.
De
lecturas e investigaciones, surgió que “muchísimas mujeres argentinas merecen
un espacio o incluso una obra propia. Este recorte responde a un lugar visual y
coreográfico, más interesante para trabajar lo escénico”. La banda musical está
en la voz de Patricia Sosa. También, “conseguimos un Himno Nacional en la
versión de un grupo cerrense, Aymará, que pasan por diversos ritmos folklóricos
y por eso, al final bailamos el himno. Esto ha tenido una gran repercusión positiva”.

Bailongo
“Tierra Negra”,
por otra parte, propone trabajar al candombe como eje de interés. Pérez
Traviezo cuenta cómo en la época de la conquista llegaron los africanos a
nuestro país. Algunos autores hablan de “la invisibilizacion de los negros, y
cuanto de negro hay en nuestro folclore”. La obra tiene cinco momentos muy
claros, comenzando con la llegada en los barcos, la esclavitud, los acuerdos
que estos distintos grupos de africanos logran establecer entre sí, cómo logran
una comunión en esta nueva tierra y el surgimiento de los personajes del
candombe.
En este ritmo,
“existen personajes muy definidos: el escobillero, los gramilleros, las mamas
Inés, los reyes, entre otros. Lo que hacemos es dar una vuelta de tuerca para
pensar cómo surgieron. El que guía el candombe, el escobillero, lo hace con un
palo que funciona como cetro, seguramente, fue un cacique, un líder en sus
inicios, con el don de organizar, marca el paso y es seguido”.
La música de la
puesta es en vivo, y lo interesante también aquí es la interacción con los
músicos. Algunos son invitados, como La cuerda de Candombe Vamo Arriba, que
hará algunas intervenciones, Pablo Vega en bombos, y Miguel Gilligan.
El espectáculo promete “un crescendo que termina a todo color, y es el resultado
de una construcción, que surge con una idea rítmica”.

A pleno
Los bailarines de las puestas son alumnas y alumnos de la Escuela, en su
mayoría del Profesorado y la tecnicatura de danzas en la orientación danzas
folklóricas. El taller de producción folklórica, junto con el Ballet
Contemporáneo y el Ballet Clásico, son espacios de extensión comunitaria,
abiertos a los demás alumnos para que participen de montajes escénicos
relevantes. “Trabajamos con todo el alumnado de Danzas Folklóricas y los que
quieran venir de Danzas contemporáneas o de Clásico o Expresión Corporal. Ese
trabajo se realiza los sábados, en cuatro horas. El proceso siempre es el
mismo, estrenamos en julio, con la obra sin madurar, y luego queda más definida
a fin de año, después de muchas presentaciones”.
Los docentes de otras áreas son Alejandra Ballevona y Diego Carlini en Danza
contemporánea, en clásico, Guillermina Gómez, Andrea Petrini y Florencia del
Pino. “Hay un equipo de profesores que acompañan los montajes, los conceptos de
las obras. También contamos con un equipo de producción, alumnos de 4° año que
son asistentes de producción, diseño de vestuario, puestas, escenografía. Para
el alumnado desde su formación se piensa que hay una parte para hacer en el
aula y también, escenario vivido, bailado”.
Las obras para
“ser maduradas y que queden afinadas” realizan al menos diez presentaciones,
con salidas a la zona. No hay dudas que los aportes de ambas producciones
artísticas enriquecen la vida cultural local.