Exilio, memoria, la
vida de un pueblo y dos personajes que se niegan al destierro total y el
olvido, en una obra teatral que despliega, en guión y actuación, fluidez,
complejidad y emoción plenos.

“¿De qué país es usted?”, pregunta Oscar, “De Nuestra Señora de las Nubes”,
contesta Bruna; “¡ah! Yo también soy de ahí”, se alegra. El comienzo de la obra
es la apertura de un lugar impreciso en un tiempo cualquiera, sin embargo,
describe infinidad de estados de un pasado reciente de Argentina y de
Latinoamérica.
“Los militares de mi pueblo son tantos que para las fiestas patrias se paran en
la calle y la calle parece que no se hubiese afeitado en tres días”, cuenta
Bruna. Más allá de las similitudes y paralelismos, por sí misma, la acción
describe a los personajes de esta localidad: el político y su mujer, un padre y
su hija, el director de orquesta y una esposa abnegada, que se suman a la
abuela, la que sabe y conoce a la gente del pueblo junto a su nieta, los hermanos
músicos y piropeadores. El incesto, la locura, el silencio y la impunidad
atraviesan las escenas y movilizan al público.
“Esta obra, que es bastante escéptica, en el fondo es una obra trágica que
habla de dos tipos, uno de ellos está entrampado en un estar afuera
definitivamente, en un imposible y constante retorno que no es más que la
metáfora de la muerte. La imposibilidad de volver a algún lugar siempre genera
un sentimiento de nostalgia, que es la propia nostalgia de los que ven la obra.
Es que los personajes parece que aprenden o asumen esa posibilidad de no
recordar nada”, refiere Arístides Vargas en la en la revista digital peruana
Espacio Libre. El escritor de origen cordobés, vivió el exilio desde 1975,
hecho que marcó su dramaturgia. Ha trabajado en diversos países
latinoamericanos y fue uno de los fundadores del grupo Malayerba de Ecuador, de
larga trayectoria.
Un hombre parado en el escenario dice que “quiero tener un oficio imposible:
pescar con usted que es pelícano, para enseñarle a mi única hija que se puede
soñar en algo imposible, pescar con pelícanos”. Después se lamenta: “qué pena
hija mía, que te mataran en este pueblo, así nunca podrás aprender un oficio
imposible”. Los sueños, las pérdidas y las utopías dicen presente.
La Comedia Municipal es la responsable de la puesta en escena de la obra,
dirigida por Alejandro Méndez y Antonio Célico. Esta entidad del Instituto
Cultural y en funciones desde 1998,
ha logrado el fomento del teatro en los barrios y
escuelas. En “Nuestra Señora de las Nubes” actúan Karla Castillo, Anabella
Degásperi, Alejandro Gallego, Paola Giménez, Marcos Gómez, Diego Moon y
Graciela Mussotto. Algunos de los actores rotan y se transforman en otros
personajes que mutan con ductilidad, en un escenario montado con elementos
sencillos que se amoldan a ser puertas, ventanas o paredes, responsabilidad de
Célico y Federico Ritacco. El vestuario acorde con las evocaciones y los
estilos personalísimos, a cargo de Verónica Manzanares y la realización por
parte de Elizabeth Ocampo.
“Supongamos que despertamos súbitamente y que tú logras huir y ganas la calle,
y yo miro tu imagen, cómo se aleja, y es lo último que veo en este mundo”,
fantasean los personajes, mientras los asistentes se perturban. “Nuestra Señora
de las Nubes” marca la certeza de tocar las fibras humanas y deja el alma
conmocionada.

Funciones
La obra sigue el circuito de presentaciones durante el mes de junio. Las funciones
programadas serán en:
-Escuela de Adultos N° 702, calle Chiclana 851, el viernes 22 a las 19 hs.
-Teatro del Fortín Mercedes, Pedro Luro, sábado 23 a las 21 hs.
-Sociedad de Fomento del Barrio 12 de Octubre, en Humbolt 3758, el domingo 24 a las 17 hs.
-Teatro de la
Sociedad Italiana de la localidad de Médanos, calle Bulnes
70, el día sábado 30 a
las 20 hs.
El espectáculo está dirigido a mayores de 13 años y la entrada al mismo es
gratuita. El circuito de la
Comedia cerrará el 31 de julio.