Cerró el ciclo musical en
el Balneario Maldonado el último domingo de febrero. “¡Se terminan las
vacaciones, tienen que llevar los chicos a la escuela!”, gritó el líder de Los
Parraleños. Un mes y medio dinámico en el lugar más visitado por los bahienses
en verano.

En el ciclo cultural se
sacudieron hasta las reposeras, visitantes del balneario bailaron y cantaron y
hasta los profesionales de la medicina y los bañeros que se tentaron con los
ritmos de la «kumbia samurai». «¿Qué puede resultar de mezclar
Luis Miguel con Pier, Led Zeppelin con la Mona Jimenéz, Leo García con Megadeth
y Johny Tolengo, Dragon Ball Z con Cristian Castro y Queen o Iron Maiden con
Bob Marley? El resultado fue una gran fiesta, que contagió alegría»,
dijeron desde el Instituto Cultural. A lo largo del ciclo se hicieron presentes
Los Carabajal, Tambó Tambó, el Trío Mandinga, Rubén Segovia, Laureano Jaime
entre las figuras nacionales apoyadas por la Secretaría de Cultura de la
Nación. Además actuaron el mago Zacarías, Los Pibes del Portón, Santiago y Los
Suspendidos, Las Charabonas y Los Fears, como animadores locales.

Chapuzones
Maldonado es el espacio público mayor de los meses de verano en la ciudad.
«Sucundum en este sentido no es simplemente un ciclo de música y baile, es
una invitación a una conexión entre las distintas Bahía Blancas que conviven,
desde la convicción de que la diversidad que nos constituye tiene que ser una
parte fundamental de nuestra dinámica cultural». Cumbia, folklore y magia
fueron los espectáculos convocantes. «Este enero que pasó no fue como
todos», aclaran desde la organización. Desde su inauguración en 1907,
Maldonado ha sido el balneario más popular de Bahía Blanca, con bañistas que
llegan de todos los puntos de la ciudad.
El complejo se destaca por su pileta, sombrillas y gente, que habitualmente
visita el lugar, más todos los que se suman con los días de calor. «Es un
lugar estratégico, donde el bahiense puede asumir el entorno de la ría y, con
un golpe de vista panorámico, tensionar el paisaje natural en una serie de
chimeneas petroquímicas que aparecen sobre el margen izquierdo. “El Balneario es el hit del verano. Es la primera vez
que la Secretaría de Cultura prepara un evento para el balneario, es parte de
reconocer que es uno de los espacios más dinámico que tiene Bahía Blanca
durante el verano. Se aglutinan hasta 5 mil personas un día domingo, es
inédito. La Municipalidad cumple un servicio muy importante al tener a cargo el
complejo, en buenas condiciones, con sus carpas, pileta, sector de camping y de
sombra. Nos parecía que como así en las playas más chic de la Costa Atlántica
tienen sus grupos y sus eventos musicales, Maldonado también tenía que tenerlo”,
agregó Sergio Raimondi, titular del Instituto Cultural.

Convocante
Es cierto que el Balneario ya presentaba espectáculos musicales antes de
Sucundum. De la mano de Jorge Cruces, encargado de la concesión de la cantina y
presidente de la ONG se presentaban “Los Pibes del Machimbre”, con sus
canciones de cumbia y la Murga Machimbrera. Esta entidad funciona en Chaco
1860, en el corazón del barrio Noroeste, y contiene a 120 chicos. “Funciona
como un pequeño hogar, con chicos que vienen de la casa con problemas de
adicciones. Apuntamos un poco a sacarlos de la calle, por eso armamos un grupo
de cumbia, porque en el barrio se escucha cumbia” cuenta Cruces. “Los chicos
aprenden muy rápido a tocar los instrumentos y entienden que el trabajo en
colaboración, desde el centro mismo de su propio barrio, puede ser una
herramienta para cambiar su realidad cotidiana”.
Padres, madres, amigos trabajan en el sonido, los trajes, la organización. “Los
resultados están a la vista, composiciones que se ocupan del contexto inmediato
del Noroeste y que traspasan las fronteras geográficas e idiomáticas”, ya que
los Pibes fueron convocados desde España para contar sus experiencias y trabajo
comunitario. “Corazón de Machimbre” es un corte que relata la vida de tres
chicos con los padres presos, su videoclip está hecho por gente de Noruega, que
conoció la canción a través de las redes sociales.
El trabajo de la cantina aporta a la ONG el dinero necesario para adquirir
instrumentos, combustible para los traslados a la región y para el
mantenimiento de las instalaciones, donde se ensaya la murga, la cumbia y el
reggaetón, a cargo de un grupo de chicas. Además de las actividades recreativas
musicales, los chicos reciben apoyo escolar y psicológico.

Más espacio
“Acá el mar es una pileta gigante y municipal”, define el Instituto Cultural.
La recreación para los veraneantes locales se convirtió con Sucundum en una
forma de producir espacio público. “Ahí está nuestro mar: una ría con siluetas
industriales y una marea que viene y va dejando ver el barro de la costa”. Y
este año, el verano se completó con palmas, baile, pañuelos agitados, mate y
reposera en malla. Un ciclo que se cerró exitosamente y promete volver el año
próximo.