La Biblioteca Rivadavia
celebró la reinauguración de su sala de exposiciones, un sitio más de extensión
cultural de la institución. Con una muestra de artistas plásticos locales
prestigiosos, el recorrido incluye obras de jóvenes creadores.

Esta sala
fue habilitada en 1931 y se constituyó en un sitio convocante para pintores y
escultores, quienes con su aporte contribuyeron a formar la nutrida pinacoteca y una
larga historia.
“En el proyecto para la construcción del edificio, un año antes, cumpliendo con
el objetivo plasmado en el estatuto de la asociación, de fomentar la cultura
popular en todos los niveles sociales, propiciamos el desarrollo de las letras
y bellas artes, también la difusión en el pueblo de los conocimientos del saber
humano en sus diversas manifestaciones, se previó la inclusión de una sala de
exposiciones que respondiera a las mayores exigencias de la época”, apuntó
Hilda Vázquez de Fortunato, presidenta del Consejo Consultivo en el acto.

Con trayectoria
Expusieron e hicieron sus aportes nombres destacados de la pintura argentina
como Ceferino Carnacini, Emilio Pettoruti, Juan Carlos Castagnino, Constantino
Popoff, Juan Carlos Miraglia, entre otros muchos que privilegiaron el espacio.
Durante años, además, fue la sala de exposiciones por excelencia, que incluyó
entre otras, muestras de filatelia, numismática, fotografía, escultura y una
amplia gama de expresiones del quehacer humano.
“Aparte de ser la primera en la ciudad y la única por décadas, constituyó el
recinto ideal para que los artistas locales y otros nombres relevantes de la
cultura pudiera exponer sus obras, logrando así que las sucesivas generaciones
bahienses las conocieran y disfrutaran enriqueciéndose culturalmente durante
más de 70 años”.
En 2007, el Consejo Directivo tomó la decisión de cerrarla para depositar en
sus instalaciones la biblioteca personal del Dr. Félix Weinberg conformada por
más de 15 mil volúmenes. “El paso del tiempo y factores externos hicieron mella
en su funcionalidad, provocaron desperfectos que gracias a la nobleza de la
construcción se pudieron solucionar”, según lo dicho por sus integrantes el
costo de las reparaciones se hacía imposible de cubrir con los fondos de la
organización. “Durante el lapso en que la sala estuvo cerrada, se encararon y
llevaron a cabo tareas previas tendientes a impedir los anegamientos originados
como consecuencia del funcionamiento deficiente de los desagües, tanto internos
como externos, que provocaban el deterioro de sus paredes”, acotó la máxima representante.
A partir de la decisión de su reapertura, la Biblioteca Rivadavia contó con la
colaboración de la entidad “A puro arte”. Su directora, Diana Vallejos, fue
quien “no escatimó esfuerzos para conseguir las colaboraciones necesarias
destinadas a encarar el remozamiento interior de la sala principal”. La puesta
en marcha contó con el aporte realizado por la Municipalidad de Bahía Blanca,
subsidios gestionados por legisladores locales ante el Senado de la provincia
de Buenos Aires y empresas privadas.
El agradecimiento se extendió a colaboradores, socios y benefactores, “hoy
compartimos un día festivo, porque la sala no solamente está, nuevamente,
habilitada para todas las expresiones artísticas que constituyen uno más de los
importantes pilares de la cultura, sino inclusive, se ve engalanada con obras
de artistas locales de indudable valía que han respondido a nuestra
convocatoria”.

Con el mismo espíritu
La primera muestra está constituida por obras de Carlos Belardinelli, Bruno
Petracci, Carlos Lahitte, Rafael Martín, Adrián Privitello, Francisco Pérez
Martín, Graciela Di Stéfano, Dorotea Fooks, Guillermo Pomiés y Bárbara Gil. Esculturas,
pinturas, fotografías y tallados en madera se expondrán hasta el día viernes 13
de septiembre.
“La importancia de este logro ha sido reconocido con la declaración de interés
cultural por parte de los gobiernos municipal y provincial. Los benefactores
serán publicados en los paneles del recinto como testimonio de solidaridad y
compromiso con la cultura”.
La sala puede ser visitada en el subsuelo del edificio, que es patrimonio municipal y
monumento histórico provincial y nacional. La noche se cerró con la presentación de un concierto
en piano y violín a cargo de César Tello y María Rojas con obras de Mozart,
Beethoven y Rojas.
El legado artístico se eleva a 350 obras, “en su mayoría son pintores locales,
en la medida que se lograban sus muestras en la institución, los artistas
donaban una”, comenta su directora, la Profesora Norma Bisignano.
La institución cultural con 131 años de trabajo sostiene una trayectoria de
exhibiciones de artistas plásticos, fotógrafos, humoristas, instituciones
culturales y colectividades, que durante estos años logró concretarlas en las
salas de ingreso, infantil, juvenil y Daniel Aguirre, anterior a la hemeroteca.
Los visitantes han podido observar esculturas que son parte de su patrimonio
expuestas en la sala Sarmiento. Recordamos que en arquitectura y funcionalidad,
la Biblioteca Rivadavia es la sede de la biblioteca pedagógica de la ciudad, con
una agenda de propuestas para todas las edades y la posibilidad de acceder a
las mismas de forma libre y gratuita.
Con brindis y música se cerró la primera jornada que promete más actividad
productiva, en un compromiso inagotable con la cultura.