Los encuentros de trabajadoras de distintas generaciones giran alrededor de la construcción histórica local, y lo hacen en torno al bordado. El proyecto surgió en el año 2019, en articulación con la Subsecretaría de Educación municipal. Las actuales reuniones se adaptaron a los protocolos correspondientes a la coyuntura, que permite encuentros presenciales para darle continuidad al mapeo textil colectivo.

Si bien el grupo de bordadoras mantuvo la comunicación vía Whatsapp, por fin pudieron ver materializada la tarea compartida en los pequeños bordados reunidos en muestrarios colectivos: pájaros, insectos, herramientas de trabajo, lanchas de pesca, organizaciones destacadas y espacios a reconocer.

“La vuelta estuvo fantástica. De 20 participantes que teníamos, ahora llegamos a completar 32. Comenzamos con encuentros presenciales con distancia y protocolos en el patio del museo. Estamos alternando los encuentros por burbujas con encuentros virtuales donde pueden participar todas”, expresó la coordinadora de la iniciativa, Malena Corte.

“Trabajamos en tres muestrarios nuevos de comida emplatada, frutas y verduras y un sistema solar”, enunció Corte. Además, contó que siguen trabajando en el bordado del mapa de Ingeniero White, realizando muestrarios para ampliarlo. En ese sentido, “el sueño es que cuando esté listo pueda mostrarse primero en el Museo del Puerto y también que pueda circular por distintas partes de la ciudad”, agregó.

Respecto a la identidad del proyecto, Corte destacó: “El propósito es fomentar el intercambio de saberes entre distintos agentes de la comunidad whitense. Es un taller que tiene un abanico enorme de integrantes y buscamos ese intercambio fundamental por la transformación individual y colectiva de quienes participan y también a la construcción colectiva”.

Alimentan el sueño conjunto

La pandemia impuso pensar nuevas formas de encuentro, replanteando el trabajo comunitario.De igual manera, sucedió con el taller de bordado que el año pasado adaptó su propuesta a la virtualidad y entregó puerta a puerta kits de bordado miniatura, para disponer de las herramientas necesarias para continuar trabajando, mientras mantenían el diálogo a través del celular.

Los logros estuvieron centrados en la composición de muestrarios con imágenes de animales, plantas, objetos o situaciones que amplíen el mapa de la localidad. La docente y tallerista adaptó los contenidos para procurar el intercambio de información, videos y nuevas propuestas de trabajo.

Bajo la consigna de ser mujeres bordando juntas, siguen intercambiando saberes, percepciones, escalas del espacio y hasta sueños. En este marco, Corte remarcó que la proyección para este 2021 es poder seguir indagando otras técnicas vinculadas con el oficio y al universo textil al igual que continuar incorporando el saber popular.

Autor: Redacción Ecodías