Junto a organizaciones afines y la comunidad bahiense que siempre acompaña los eventos, sumado a personas nuevas que se acercaron a conocer, a fines de diciembre la Casa del Pueblo desarrolló su clásico y sexto festival.

La primera edición del festival nace como una forma de cerrar el año del espacio cultural independiente Casa del Pueblo, ya su vez como una manifestación de salir a la calle, tomar el espacio público mostrando a los vecinos lo que sucede dentro del espacio, ya que forma parte además de una red de espacios culturales de la ciudad. Luego con el tiempo la impronta de las ediciones fueron cambiando.

Desde el año pasado comenzaron a trabajar con otros equipos y organizaciones que forman parte de las acciones de Casa del Pueblo durante el año. Trabajaron junto a Soberanas, Mala junta, la Viejo Trolo, quienes entre todos forman un gran equipo de 25 personas. “Es muy importante porque al principio éramos cuatro, por eso pudimos trabajar un montón. Estuvo muy lindo, hay una costumbre de que la gente sabe que es un evento que perdura en el tiempo, sumado a otro público que pasó este año por la Casa, sobre todo la comunidad LGTBQ+. Fue algo para diferenciar esta edición que nos pareció muy lindo porque quizá son comunidades que no tienen espacios en Bahía Blanca para formar parte de una programación o sentirse cómodes”, expresó una de las integrantes de la entidad cultural, Giuliana Gottau.

El sexto festival contó con música en vivo de la mano de Marcia Iglesias, Violeta de la Pirámide y Verde Tuna. Además desarrollaron un taller de RCP a cargo del Foro Popular de Salud, junto a más de 50 emprendimientos locales tomando la calle y una performance de circo en altura por parte del espacio cultural La Nave Circo. Por otro lado, Limón, un estudiante de la Escuela de Teatro realizó una intervención teatral con textos de Camila Sosa Villada. Para el cierre de la jornada, por la noche, pusieron música a cargo de Dj Gatitx. “La gente tenía muchas ganas de bailar y de gozar, sumado a la emoción del mundial”, agregó Gottau.

Autor: Redacción Ecodías