Tres bandas musicales se
presentaron en el marco del Festival de Bandas del Conservatorio, proyectos
colectivos locales que están integrados por alumnas, alumnos y docentes del
instituto terciario público.

La segunda edición del
Festival de Bandas del Conservatorio se realizó en el escenario del Centro
Cultural La Panadería. «Es la segunda vez que lo hacemos bajo el mismo
formato, la primera vez fue al final del cuatrimestre del año pasado»,
recuerda Maximiliano Ftulis, integrante del Centro de Estudiantes del
Conservatorio de Música, encargados de la organización del evento.

Idea benéfica
Las bandas que participan
están integradas por algún alumno o alumna del Conservatorio, también se suman
las que están compuestas por profesores, «no pensamos en cursos, carreras
o niveles sino más bien en mostrar proyectos musicales donde el artista del
Conservatorio tiene participación por su cuenta, ya sea con composiciones
propias o es músico, fuera de la formación académica». Este evento
impulsado por el Centro de Estudiantes es propuesto como una oportunidad para
que «los chicos que cursan tengan un lugar para mostrar lo que hacen desde
la producción propia». Esta actividad está pensada como una muestra y al
mismo tiempo, un espacio que recauda fondos para la agrupación estudiantil, que
eleva proyectos dentro del Conservatorio, en beneficio de la institución y de
ideas que genere el alumnado. «Este dinero no queda para alguien en
particular sino que se destina a los alumnos y sus proyectos».
La dinámica del Centro de
Estudiantes del Conservatorio apunta, también, a cubrir necesidades
institucionales, «contribuimos a ver cómo ayudar con esto, y lo hacemos en
comunión con los directivos, por eso relevamos aulas y vemos si se tienen que
pintar, cómo podemos contribuir a arreglar instrumentos, y darles posibilidades
a los alumnos para que puedan acceder a becas o eventos que no estén al alcance
del Conservatorio, no porque no estén en conocimiento y voluntad de los
directivos sino porque como escuela pública terciaria no tenemos beneficios. Un
ejemplo de hace poco tiempo fue el arribo de Leo Brouwer, guitarrista muy
conocido a nivel internacional, llegó a Mar del Plata a dar una clínica, junto
a la Unión de Músicos del Sur pudimos becar a dos estudiantes de la carrera de
Guitarra Clásica, la Unión abonó las entradas para las clases y el Centro
cubrió los pases de ida y vuelta, en parte esto se logró por lo recaudado en el
festival anterior, y lo que hicimos con las otras escuelas de Arte de la
ciudad, en ese sentido queremos brindar apoyo». En este sentido, el año
pasado vino a la ciudad Pedro Rossi, guitarrista de la cantante Liliana
Herrero, dictó unas clases en el Conservatorio de Música, «esto se logró
por la intervención de una profesora, y cubrimos algunas de las entradas, las
pudimos sortear entre alumnos».
Ftulis define el Centro
como «un pequeño lugar donde se trabaja para mejorar las cosas dentro del
Conservatorio, y lo que hacemos está logrado en conjunto con los directivos,
con quienes nos reunimos para acordar actividades». Con puntos en común y
diferencias, Centro y equipo directivo más Cooperadora llevan adelante
proyectos que representan a los diversos sectores, carreras y años. «Hay
comunión entre los cuatro institutos terciarios, esto está muy bien lograda. La
Escuela de Danzas, la Escuela de Teatro y la de Artes Visuales están trabajando
mucho y muy bien, desde lo que tienen que ver con reclamos necesarios como
actividades internas para cada institución, tratamos de hacer cosas en
conjuntos como festivales y eventos». A lo largo del 2018, las
agrupaciones acordaron armar una coordinadora que lleve adelante el reclamo por
el boleto estudiantil, «en conjunto, como uno solo, unidos como institutos
de Arte, hay un trabajo logrado que tienen unos años, esto es para
destacar».

Y las bandas tocan
La sede del Festival de
Bandas fue el Centro Cultural La Panadería, en Lamadrid 544, tocaron tres
bandas: Spaghetti Western, música country y folk; Los TNT, trío instrumental
donde suena saxofón, bajo y batería y cerró Bien de Viento, dedicada al candombe.
«Queríamos mostrar variedad y pluralidad de géneros», apunta Ftulis.
En 2017 el evento se realizó de manera similar, «también respetamos la
diversidad de géneros, con un cuarteto de bandoneones, que hicieron tango, una
banda de rock conformada por tres alumnos del Conser y finalmente, tocó Vieja
Vecindad, una banda de ska, cumbia y regaee, y terminamos bastante para arriba
para terminar bien la fiesta». El intercambio de las bandas es muy
enriquecedor, cada una atrae a su propio público, “esto representa hacerse
conocer y lograr un intercambio de público, y se conocen entre las bandas,
hablan de hacer algo juntos. A pesar que pueden ser de ambientes más
distanciados surge un conocimiento entre músicos”.
La selección del lugar para
realizar la actividad está vinculada por la facilidad que el Centro Cultural
tiene con el Centro de Estudiantes, «entienden desde qué postura lo
hacemos, son accesibles desde las fechas y los costos, esto nos da una mano
grande y es algo para agradecer y que entendemos que es un apoyo». Un
formato que logró éxito en ambas funciones, y que contó con mucho público,
«a futuro queremos que el festival se repita al menos dos veces al año, si
se puede más mejor, que se sepa que hay un Festival de Bandas».