Interesándonos siempre en la temática género, en contacto con nuestras propias vivencias y a nuestro lugar de residencia, desde la Cooperativa de Trabajo Ecomedios mantuvimos un diálogo con la artista plástica, egresada superior de Artes Visuales, Marina Aráoz. Continuó su carrera estudiando curaduría y administración de diseño, montaje y exhibición.

El Paseo de la Mujer es el sitio destinado a su obra. Contó que surgió del grupo Identidad, mujeres que en el año 1999 tuvo la idea de hacer un monumento para la mujer con la llegada del año 2000. En ese momento, se realizó una convocatoria donde se invitó a un escultor de Buenos Aires, otro de la ciudad y a Marina. Su proyecto ganó y se puso en marcha.

La obra propiamente dicha se trata de una base en forma de “M” de María, con dos bloques, uno de ellos representa al hombre y otro a la mujer, donde la proyección de ellos juntos significa que van a dar el futuro y la vida. “Porque una mujer no se puede calificar de mujer si no tiene también un hombre o enfrenta la vida desde la proyección de un hijo o alguna obra. Por eso, no me interesó hacer una mujer elevada o con un hijo solas, sino me interesó la familia”, explicó Aráoz.

Concepción

El monumento tiene tres metros de altura, rellena de tres ejes de hierro de cañerías de gas, y a partir de eso se le colocó, dándole la forma, una maya tejida y material. En ese momento, se colocaron trece luces sobre la base que es un triángulo, lo que significa el equilibrio de mente, cuerpo y espíritu.

“En la inauguración, con la llegada del 2000, se prendieron las luces y su proyección al monumento daba al cielo haciendo formas increíbles”, añadió Aráoz. Además comentó que dicha iluminación duró 20 días porque lo destrozaron con una masa. En relación a esta situación, dijo: “Soy una persona a la cual lo más importante está dentro en la parte espiritual que no tiene concepto en sí, sino el trato con los otros. Siempre la importancia es que te interese nada más que a vos y que de alguna manera el mensaje sea energéticamente para mejorar nuestra especie, que es una especie bastante particular”.

Al hablar sobre el destrozo y la repercusión que tuvo la obra en la ciudad, Aráoz comentó: “Como todas las cosas que se hacen podés tener gente a favor, otros no tanto, pero de alguna manera, pasa a ser un mojón de fortaleza, de creatividad, de cultura”.

Añadió que quizá las personas quieren ver lo tradicional, una figura humana perfecta, pero en muchos casos podemos demostrar que nuestro país fue defendido de otra manera y eso es lo que se trata de buscar en la modernidad. Por eso es que, hasta en los libros, existe otro tipo de movimiento por redes, por mensaje, “uno está continuamente ligado a otros países, a otras culturas, a otros mundos y Bahía es una ciudad distante, al sur, y una en otros lados ha hecho otros tipos de elementos en el cual tienen la proyección de acá y tienen otro vuelo. Todo tiene que ver con la situación en donde se está, el lugar, la lejanía”, cerró la artista plástica.

Para ver las exposiciones, el arte y los objetos de Marina Aráoz es posible visitar su taller en Avenida Colón 580.

Autor: Redacción Ecodías