Chris Roel, poeta, escritor y constructor, de 34 años, es miembro activo de la Asociación Artistas del Sur y del Consejo Cultural Consultivo en el área de Literatura, y cuenta con dos libros publicados y un tercero en camino. En el caso de Dámaris, de 27 años y estudiante de Letras, escribe desde los diez años y desarrolló un estilo personal influido por lo gótico, el existencialismo y la salud mental. Organiza el evento «Intersecciones» y dicta un taller literario en una cárcel. Ambos, diferentes en sus estilos y motivaciones, comparten una visión sobre el papel de la escritura como canal de expresión personal y reflexión profunda.

Desde joven, Roel se sintió atraído por la escritura, y se vinculó con ella desde la diversión, de forma esporádica. Sin embargo, los ritmos de la vida adulta y el trabajo hicieron que se fuera alejando. La revancha comenzó luego de un accidente que lo dejó unos meses en reposo: “Hubo un clic fuerte, nunca lo pensé. Me gustaba escribir, arranqué, y después quizás se formó el hábito, más el amor que le tengo a la literatura, y empecé a formar círculos. Fue divertido. Llegó y me absorbió, y al mismo tiempo fue muy natural”, recordó.

Por su parte, Dámaris contó que a pesar de tener diferentes empleos y llevar adelante sus estudios en la Licenciatura y el Profesorado en Letras, mantuvo el vínculo con la escritura desde su infancia. Así definió el camino que recorre como escritora: “Me interesa vincular lo que escribo con lo gótico, lo dark, el existencialismo especialmente, el existencialismo cristiano y también un poco del absurdo, me gusta también reflexionar sobre la salud mental y más o menos mi estética va en torno a todo eso”.

De su participación en un voluntariado en la cárcel, la escritora reflexionó que “en el taller vemos cómo pasar desde la propia mente al manuscrito, hasta después armar el libro y llevarlo a publicar, con herramientas concretas. Se logra un intercambio muy rico y justamente, me hace reflexionar sobre mi estética literaria y la importancia de tratar temas que comúnmente no se abordan”.

Procesos de escritura

Roel, escribe porque necesita sacar de adentro lo que siente, lo que piensa: “No pienso a quién le va a llegar, intento enfocarme en mí, aunque después de escribir termino con más líos que certezas. Quedo contento y conforme porque salió. Trabajar en esos textos ya es algo parecido a un laberinto”, afirmó.

Sobre la perspectiva del lector o lectora, dijo, “me gusta enredarme, perderme y quizás también elijo que el lector se pierda un poquito. A mí me pasa que cuando leo me gusta jugar a las escondidas, a ver qué quiso decir el autor”.

Dámaris escribe desde dos voces distintas. La primera es un personaje que ella misma creó y que se hace llamar My Blood, un personaje oscuro y tierno al mismo tiempo, que abraza sus sombras sin negarlas. La segunda voz es la suya propia, quien integra su visión existencialista con una profunda reflexión sobre la vida, la muerte y las relaciones humanas. “Me interesa hablar de lo que no se habla, de temas incómodos que esconden otras profundidades”.

Tiene como eje una banda de música que se llama Twenty one pilots, de Estados Unidos. “Toda su estética me influye muchísimo, habla de la salud mental, lo oscuro y también de la esperanza, reflexionan mucho desde ese lugar y en mis obras, agrego mi toque que tiene que ver con lo gótico”, detalló.

Para Damaris, cada palabra es una pieza cuidadosamente elegida, pensada para un lector o lectora reflexiva y crítica. Inspirada por sus profesores, reconocidos poetas y analistas, como Mario Ortiz y Sergio Ramos, ella consideró que “escribir es un análisis minucioso de la poesía, cuidando cada palabra”. Su ideal es que quien se encuentre con su obra, la examine y explore cada verso, buscando conexiones y significados entre cada palabra.

Reflexiones

En cuanto a la posibilidad de trabajar como escritor, Cristian afirmó: “De poder, se puede, no digo que sea fácil. Mi camino era totalmente distinto y en el medio pasó algo muy loco y se fusionaron dos plataformas totalmente distintas. Tuve un año de obsesión donde escribí como loco, busqué a alguien para que trabajara conmigo en la ilustración de los libros y la primera persona que encontré, aparte de ser la ilustradora de mis libros, hoy en día es mi pareja”.

Por otra parte, también remarcó la situación de tener un trabajo que le permita dedicarse a la literatura en su tiempo libre. “Tengo 34 años, soy una persona joven, con tiempo para estudiar, hacer los talleres y aportar mi granito de arena para ayudar a otros que lo hagan”.

Sin dudas, “no lo tomo como un trabajo, es un escape de mi otra realidad, que por suerte también lo disfruto muchísimo. Me encanta laburar, pero al mismo tiempo los días que tengo libre me aboco totalmente a esto. Si bien hacemos todo con mi novia, lleva tiempo, tratamos de profesionalizarnos cada vez más, y a la vez que nunca deje de ser un juego y un hecho de disfrute”, concluyó.

Desde la perspectiva de Dámaris, busca darles lugar a las sombras y la incomodidad, reconocerlas para tener conciencia y aprender de ellas. “Las sombras son parte de nosotros y nos enseñan sobre la vida, incluso cuando más tratás de esconderlo, más sale por otro lado y de la peor manera”, sostuvo.

Por eso se siente tan conectada en la combinación de estéticas elegidas, “porque ponen sobre la mesa el incómodo y ahí se aprende muchísimo, esto es fundamental para conocerse una misma y tener relaciones profundas con los demás. Quizás está hablando del cementerio, de la muerte, de los zombis, vampiros, pero en realidad, hay otra cosa más profunda detrás de esa construcción”, finalizó.

Obras

A lo largo de su trayectoria, Dámaris publicó cuatro libros, dos de ellos en formato digital con la Editorial Trafkintu y dos en formato físico, con el apoyo del Fondo Municipal de las Artes. Para ella, ambas modalidades tienen su encanto, ya que el formato digital le permite autogestionarse, mientras que el formato físico representa un logro que difícilmente podría haber alcanzado sin apoyo institucional.

Por su parte Roel trabaja en su tercer libro, Subacuático, un proyecto quese presentará el próximo año.

Autor: Redacción Ecodías