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Esto no es un cadáver exquisito
Las expresiones artísticas pueden coincidir en sentidos y también pueden crear otros, con este objetivo central tres artistas de diferentes lenguajes crearon obras y una muestra.
Categoría: Cultura

Las expresiones artísticas pueden coincidir en sentidos y también pueden crear
otros, con este objetivo central tres artistas de diferentes lenguajes crearon
obras y una muestra.

Anouk Betania, Natalia Cánova e Iñaki Bonet se valieron de tres lenguajes
para expresarse en una colección de 27 obras elaboradas a partir de la técnica
de cadáver exquisito.
“Esta exposición la veníamos pensando hace un tiempo, lo que queríamos hacer es
una dinámica de cadáver exquisito, en la cual uno de los artistas pasaba al
otro una obra propia, por ejemplo el fotógrafo le pasaba una imagen a la
ilustradora, y ella a partir de la misma generaba una obra, producto de la
interpretación y luego pasaba a la escritora, sin ver lo que hizo la primera.
Entonces lo revelamos cuando terminamos toda la secuencia, que fue un total de
9 secuencias que produjeron 27 obras, para ver cómo interactuaban los distintos
lenguajes, cómo se generaban nuevos significados como incentivo para nosotros y
salir de lo que solemos hacer, generar producciones diversas y también
resignificar la propia obra”, relató Cánova en diálogo con EcoDias. La muestra
fue un proyecto presentado al Fondo Municipal de las Artes, y beneficiado con
el apoyo económico.
La muestra se exhibió en el Centro Histórico Cultural de la Universidad
Nacional del Sur, “elegimos ese espacio porque es un lugar relacionado con la
educación pública, que es algo que los tres artistas queremos defender, también
nos gusta porque es accesible a mucha gente por estar en el centro de la
ciudad”, explicó la artista.
Cánova, escritora, conocía a Anouk Betania, «ya habíamos trabajado juntas
varias veces, a veces ella leía un texto mío y quería ilustrarlo, a veces
buscaba algún tipo de inspiración y entonces le pasaba algún texto para que lo
logre, es muy amiga hace años». En cambio, Iñaki Bonet, el fotógrafo, fue
un contacto logrado en un taller de fotografía, dictado por la UNS, «nos
reencontramos mucho tiempo después». El proyecto colectivo nació de darse
cuenta que los lenguajes artísticos si se comparten se multiplican,
«tenemos una visión del arte en común, este proyecto es una forma de
defender la modalidad de trabajo colectivo, en contextos donde predomina mucho
individualismo, construir con el otro puede generar algo muy bueno, se puede
cambiar la mentalidad, se puede abrir, y saber que el proyecto puede ser
muchísimo mejor al poder ceder un poco a lo que uno está acostumbrado a hacer,
aprender con el otro».
En cuanto a la escritura y sus estilos, Cánova seleccionó dos rubros para
expresarse, «algunos son poesías y otros pequeños relatos, por eso la
invitación dice textos directamente». Cada obra que llegó a manos de la
artista fue tratado de manera distinta, «a veces sentía que era más acorde
para la poesía y otras me resultaba que contaba una historia, de una forma tipo
prosa, de allí nacieron los pequeños relatos».
La fotografía es variada, de tipo figurativa, «no hay abstracciones, hay
mucho objeto, el fotográfo es muy prolijo con lo que tiene que ver con la
asimetría, eso puede ser una de las característica de él a destacar, pero
también se permite explorar diversas técnicas, no hay una línea dura en lo que
hace, sino una variedad de miradas».
En cuanto a la tarea de ilustración, Cánova rescata su experiencia, “a mí me
generó mucha alegría porque vi cómo los significados ligaban, en algún caso la
primera y la tercera quedaban unidas pese a que no hay una relación directa, lo
que quiero decir es que hay un sentimiento de época que está flotando o que
estamos conectados entre los artistas y eso me pareció totalmente positivos”. A
pesar de acordar una estética, lo que se terminó generando es que en sí hay una
conexión, “y una necesidad de abordar determinados temas más allá de que no se
especifiquen”. Cada una de las obras se podría haber pensado sola, sin embargo
“al pensarse en conjunto con las otras dos obras se generaba un nuevo
significante, entonces podíamos mutar nuestra propia obra al acercarse a otra”.

La interacción con el público fue tomada en cuenta, por eso quienes visitan la
muestra pueden armar cadáveres exquisitos, “consideramos que el arte no es de
unos genios iluminados, sino que cualquier persona con la intención de realizar
el arte, investigar y formarse puede hacerlo, también el llamado al público
tiene que ver con eso, es defender esta postura”.
El cadáver exquisito es una técnica ligada a las vanguardias artísticas,
también se utiliza en forma lúdica, en un papel se genera una primera parte
para pasarle a otra persona, que continúa lo hecho por la anterior, muchas
veces tapando totalmente o parcialmente lo realizado. Busca generar ciertas
pistas y a partir de eso crear colectivamente algo nuevo, muchas veces el
cadáver exquisito está ligado a salir de las estructuras, a ser más espontáneo y
permitirse jugar con el arte.

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2017-12-19 00:00:00
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