La propuesta es liberar a el o la artista que se lleva dentro, de forma lúdica y relajada, destinada al público infantil de 5 a 10 años de edad. “Llegan al taller con mucho entusiasmo y con una capacidad de hacer preguntas, de indagar, que al transitar juntos esa experiencia, que es juego, están teniendo un aprendizaje”, remarcó la profesora en Artes Visuales y coordinadora del taller, María José Petrosino.

En el calendario de la Biblioteca Rivadavia se proyecta la posibilidad de brindar el taller de arte una vez al mes, con diferentes temáticas y propuestas del autor francés Hervé Tullet. Los dos primeros realizados en los meses de mayo y junio tuvieron que ver con el libro Diviértete, taller de arte y tuvo como protagonista a Turlututú, un personaje del cuento y con una dinámica para pintar. “Es una experiencia poderosa que tiene que ver con la impronta visceral que desplegaron en el momento y se ve cuando terminan los dibujos, en esa diversión hay un montón de cosas que se entretejen” argumentó.

Recalcó los pasos que dan los niños y niñas al llegar a un ambiente desconocido, se animan a hablar y a trabajar en conjunto. “Dependiendo cómo transitó la pandemia, a algunos puede costarles más la socialización. La experiencia que le invitamos a hacer es dar un paso hacia algo colectivo, que no es la casa, la escuela, es un lugar que les ofrece, en relación al arte, una propuesta donde pueden hacer preguntas, explorar, porque no buscamos un resultado con lo que se pinta, sino que el juego o la dinámica nos lleva a algo, que es un poco lo que va surgiendo”, explicó.

Generar procesos

Se trata con estas actividades de cambiar el formato de hoja en el escritorio, “donde si hacés esto te llevas este resultado, es confiar, disfrutar y generar el proceso, son las existencias creativas que nos permiten intercambiar mundos”. Durante una jornada se pueden apreciar los cambios que se van dando en quienes participan, Petrosino aseguró que “el taller empieza con una temperatura y termina con todos sintiéndose amigos, compartiendo las pinturas y nos sacamos fotos”.

La primera convocatoria fue en mayo, con una gran aceptación y concurrencia de público. Habían preparado material para treinta participantes y llegaron a ser 45. En la segunda edición pusieron el cupo limitado de 40, con inscripción previa. El próximo se prevé que será a fines de julio durante las vacaciones de invierno, donde se propondrá la opción de repetirlo.

La profesora hizo hincapié en el mérito de la familia por elegir la actividad que se desarrolló un sábado a la mañana. Otro de los puntos a destacar fue que hubo un grupo de niños y niñas que fueron a la biblioteca por primera vez. Para los próximos meses, la propuesta continuará con inscripción previa. Para participar hay que enviar un correo electrónico a [email protected].

Autor: Redacción Ecodías