«La
herencia urbana y rural a través del ferrocarril» fue la temática del
Segundo expoencuentro de ferromodelismo y el primer foro de discusión sobre las
posibilidades turísticas de este recurso histórico y económico.

Un patio lleno de ferrocarriles a escala real, al pie del Castillo, aglomeran
expertos y vecinos. «El Museo Taller Ferrowhite con su Castillo, la Casa
del Espía, el Museo Taller y hasta con una carpa y patio de comidas, nos espera
a todos, locales, regionales y hasta viajeros de las rutas vacacionales, para
disfrutar de maquetas vivientes de mundos ferroviarios en miniatura, buenas
cazuelas, sándwiches, tortas y de imágenes del turismo de la región», invitan
desde el blog de la organización. Para los técnicos, los urbanistas, los
especialistas en turismo y, también, para los docentes, se desarrolló un foro
técnico en el tema. «Estamos organizándonos a toda marcha, muy contentos
de poder realizar el encuentro, que es un desafío porque supone movilizar
alrededor de 40 ferromodelistas de otros lugares del país», aseguró Nicolás
Testoni, director de Ferrowhite Museo Taller, antes del evento.

Aportes
«Van a desplegar sus maquetas modulares en el espacio del museo que se va
a reacondicionar para poder recibirlos porque son muchos metros lineales de
trencitos, al mismo tiempo, va haber modelistas de Bahía Blanca y la zona
participando del encuentro, que más allá de exhibir las maquetas funciona como
una excusa para que se desarrolle un foro, para pensar el potencial turístico del
patrimonio ferroviario existente en la región»,
asegura Testoni.
Según los organizadores, la actividad permitió la participación de jóvenes y
adolescentes «para atraerlos hacia actividades lúdicas creativas,
técnicas, artísticas y, fundamentalmente, asociativas. El caso es sobre
ferromodelismo, donde arte, electrónica, micromecánica, micro-técnicas
ferroviarias, software, electricidad y otros son necesarios de aprender para
poder desarrollarse en tal trabajoso ocio».
Una de las maquetas ostentaba 28 metros de largo y además, hubo ferromodelismo
en “escalas grandes”, más una fuerte dosis de modelismo naval y
plastimodelismo. Se expusieron experiencias educativas como la realizada en
Rafael Castillo, La Matanza, en la Escuela Técnica N° 1, el proyecto áulico realizado
y propuesto por un profesor de Geografía de escuelas medias a partir de un caso
de un grupo problemático en el que tomó la decisión de cambiar la forma de
hacer las cosas; se contó con la maquetea de la Estación realizada por los
alumnos participantes.
«El ferromodelismo no solamente porque representa la realidad a escala si
no porque a través de esos modelos se pueden representar situaciones
relacionadas con el porvenir, con los deseos. Pensado de esa manera, el
ferromodelismo puede entenderse como una manera de intervenir a futuro, de
pensar a través de esos modelos, materializar en pequeño el ferrocarril que
queremos para el futuro». Colaboraron de la actividad, alumnos del 5to año
de Electrónica con el fin de aprender de ellos su arte y contagiarse en el
interés. También asomaron los rostros e intereses de integrantes del grupo
scout local de la rama Caminantes. En cuanto a participación, hizo su aporte la
Orquesta Juvenil de Ingeniero White, más un conjunto de guitarras y la voz
tanguera de Rosana Soler.

Junto al mar
«Serán ferromodelistas que vienen de diferentes partes del país, además
contamos con la colaboración de El Monitor Ferroviario y de la sociedad de
fomento del barrio Boulevard, con lo cual va a reunir gente de Ingeniero White
con gente que viene de lejos» aseveraba Testoni.
Y en la función de unir, Iván Juárez y sus colegas contaron sobre su travesía
en zorra ferroviaria desde la Estación Grünbein en Bahía Blanca hasta la
estación Tucumán recientemente realizada con el objetivo de recuperar el
transporte ferroviario. Marcelo Soto, integrante del Ferroclub Argentino, y de
la Asociación Amigos del Tranvía expusieron sobre la tarea de más de 40 años
que esas instituciones llevan por la recuperación de material rodante histórico
y, en particular, describirá los procesos necesarios para, asociados y
voluntariamente, lograr reconstruir a “0 Km” locomotoras como la “39 grande”,
una gemela de “La Pueyrredón” ubicada en la plaza de Ingeniero White.
Complementario a la muestra en escala real, el foro técnico de patrimonio
urbano y rural dejó una semilla sobre la apropiación regional del patrimonio
técnico, tales como edificios, locomotoras y coches antiguos, para
comprenderlos no solo como un recuerdo de lo que fue, sino como una oportunidad
de atracción futura para el turismo. La actividad de ferromodelismo es
entendida como un quehacer asociativo, con un trabajo de voluntariado integrado
principalmente por jóvenes. «Alrededor de 700 km de vías del país están
siendo recuperadas y custodiadas por grupos de voluntarios asociados y un
sinnúmero de edificios ferroviarios están siendo restaurados formal o
informalmente, pero con el fin de devolverlos al uso de la sociedad. El
ferromodelismo materializa una idea cardinal del Museo Taller, que es transformar
el relato de la historia y la imaginación del porvenir en un acto constructivo,
y eso es el ferromodelismo, un acto constructivo».