La obra teatral “De tiempo somos” devino de una construcción colectiva, un
trajín de memoria que entreteje la poesía, el relato histórico y el drama
teatral.

“Se trata de una obra de creación colectiva de la Compañía Teatral La
Candelaria, que conformamos Mónica Oliver, Brenda Olivera y Luisa Antía y yo”,
contó Mariana Bordón, integrante de la puesta. La trayectoria de construcción
recorrió lecturas colectivas e individuales, “nos interesaban estos textos por
eso los trajimos a la memoria”.
“Está constituida por textos históricos, periodísticos, dramáticos, poéticos.
No tiene la lógica compositiva puramente realista, trabajamos desde un universo
simbólico para componer las distintas partes de la obra. También hay mucho
material trabajado, que por distintos motivos fuimos postergando tal vez para
un trabajo futuro” describió Bordón, quien habló con EcoDias.
“Trabajamos con los Dueños de La Tierra de David Viñas. También, trabajamos con
relatos periodísticos locales. De Viñas también leímos y aportamos algunos de
sus primeros textos dramáticos, trabajamos textos propios, principalmente del
universo poético de Oliver, y sobre todo historias locales. Van a encontrar en
la obra lo que resonó en nosotras de todo este amplio material” afirmó en
relación con las tareas previas de composición de la puesta en escena.
“Igualmente, por el tipo de procedimiento que utilizamos para la composición,
el texto es una parte tan importante como las otras: luces, sonidos, olores,
etc. No existe una supremacía de texto sobre el todo” argumentó, la puesta es
despojada de artificios, mujeres que hablan, que relatan, que recitan, una
búsqueda de respuestas, un ensayo de preguntas. Se presentan en las funciones
bajo el lema “no es la primera ni será la última función”, asimismo el espíritu
de la obra pretende rescatar ideas tales como la lucha, la vida y la
posibilidad de compartir estos textos con el público presente.
Bordón rescata que la actividad teatral se interesó por la creación de un
espacio poético, “nos interesa trabajar la poesía del espacio, un espacio
poético compuesto por muchos componentes”, que el público podrá percibir en la
visualización de la obra. “Cantamos/ con las hermanas brujas/ Las perdidas, las
locas, / las mugrientas, en tibios aquelarres/ donde el fuego danza/ y nosotras
aprendemos los lenguajes/ secretos/ de mujer a mujer” reza un poema de Mónica
Oliver, y esa comunión de mujeres tejen y destejen en palabras otras historias,
y a través de ellas las propias historias.
“De tiempo somos” recorrió varios escenarios hasta el momento, como el Teatro
Varietté y próximamente realizará funciones en la región, “iremos a la
Biblioteca Macedonio Fernández, en Villa Ventana y a la Biblioteca M. San
Martín, en la vecina ciudad de Punta Alta” apuntó la integrante con entusiasmo,
la permanencia y concurrencia a diversos escenarios es una posibilidad que ha
extendido las presentaciones hasta en espacios abiertos.

Influencias
En cuanto a los atravesamientos entre literatura y teatro, Bordón confiesa
que “estamos atravesadas ciertamente por el pensamiento de Eduardo Galeano:
¿Travesía de la nada, pasos de nadie? Las bocas del tiempo cuentan el viaje.”
Según estas mujeres el tiempo tiene sus efectos, “sí, sobre nuestros sueños es
un tema recurrente en nuestro trabajo. Necesitamos reflexionar sobre lo que
pasó, para no empezar siempre de cero”.
Las actrices evalúan su aporte y construcción como trabajadoras de la escena
teatral local, “más que un elenco, somos un grupo que apuesta al trabajo colectivo,
que se enriquece a través de los años. Somos todas integrantes de la Compañía
Teatral La Candelaria y esta es nuestra cuarta producción”. Sin copias ni
libreto ajeno, cuenta sobre las tablas lo construido entre todas. “Nosotras
trabajamos con la idea de obra abierta, para que lo que nos resuena de ella,
continúe motivando reflexión. Es muy lindo, escuchar a quienes nos acompañan en
las funciones, una vez que termina, haciéndonos llegar sus distintas lecturas”.
Con muchas funciones realizadas, la obra ha crecido y también el vínculo con el
público, “nuestro trabajo es bien recibido, estamos muy agradecidas a quienes
nos acompañan en las funciones. Cada espectador realiza una lectura que es
colectiva, y es a la vez personal. El universo personal se pone como siempre en
juego”.

¿SOMOS PALABRAS RELATADAS?
“Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no
tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha
debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia
colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así como
propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas”. Esta
cita pertenece a Rodolfo Walsh y es rescata por las integrantes del elenco como
contexto de relato, propio y social.
Las próximamente, el 12 de agosto, en la Biblioteca M. San Martín de Punta
Alta.