Aiesec es la ONG
de estudiantes de nivel superior más grande del mundo. Presente en 111 países
tiene como fin generar intercambios internacionales no solo para oportunidades
laborales sino también con objetivos que se enmarcan en la cuestión social.

Mariana Martinetti tiene 18 años y trabaja en el área de Administración,
Finanzas y Legales. Florencia Maceiro, tiene 24, y es la encargada de
Intercambios Salientes, esto es buscar chicos de Bahía Blanca que quieran hacer
una práctica profesional en el extranjero, en una empresa u ONG. Estos chicos
deben ser estudiantes de una carrera terciaria, universitaria o bien ser recién
recibidos. Mariana y Florencia hacen esta labor en Aiesec Bahía Blanca. Aiesec
son las siglas en francés de lo que comenzó siendo la Asociación
Internacional de Estudiantes de Ciencias Económicas y
Comerciales, pero ese nombre ya quedó chico debido a que ahora sus integrantes
son de diversas carreras estudiantiles.
Se trata de una ONG internacional que se encuentra presente en 111 países,
siendo, de esta manera, la ONG
de estudiantes de nivel superior más grande del mundo por la cantidad de
miembros que posee.
Se declaran apartidarios, globales e independientes ya que su trabajo va más
allá de orientaciones políticas y demás. Mariana le explicó a EcoDias cuál es
el espíritu de esta ONG: “La visión de Aiesec como organización en realidad es
la paz y el pleno desarrollo del potencial humano y eso lo buscamos, nuestra
principal actividad son los intercambios, la idea vendría a ser cambiar el
mundo persona por vez. Porque vos mandás un chico a Colombia, a Sudáfrica o a
Sri Lanka y el chico allá entra en contacto con una diversidad increíble y le
cambia la forma de pensar. Vuelve acá, se lo transmite a todo el mundo y se
convierte en un agente de cambio”.
La organización nació en 1948, después de la Segunda Guerra Mundial a través
de un grupo de jóvenes que no querían que ese horror vuelva a suceder: “Por eso
está tan orientada a la multiculturalidad, a la paz mundial y a esos valores”.
Hace un par de años, Aiesec llegó a Bahía mediante la inquietud de un
estudiante que junto a algunos de sus compañeros de Economía, formaron un grupo
de debate político sobre la situación del país. Eso tomó repercusión y llegó a
oídos de Aiesec La Plata
desde donde invitaron al mencionado estudiante a realizar una práctica
profesional en Costa Rica y Panamá. Al respecto, Florencia agregó: “A la
vuelta, muy contento con la organización y con lo que pudo hacer, tiene la idea
de abrir un comité acá. Lo comenta con ese mismo grupo de estudios, llamaron a
otros chicos más que se interesaron por el proyecto, se pidió ayuda a otro
comité para formarlo acá, se hicieron estudios de factibilidad, número de
estudiantes, la potencialidad de abrirlo y finalmente se abrió hace más o menos
dos años”.
Ahora, dos veces por año se realiza una convocatoria para todos los jóvenes
estudiantes bahienses que quieran formar parte de Aiesec: “Tratamos de darnos a
conocer, que se inscriban, asistan, nos conozcan, se hace un proceso de
selección buscando perfiles que estén alineados con la organización, que tengan
los mismos intereses y la misma visión del mundo aproximadamente que nosotros y
los invitamos a participar”.
Los requisitos para ingresar son tener entre 18 y 30 años, ser estudiante de
nivel superior o menos de dos años de graduación: “No discriminamos por sexo,
religión ni orientación sexual, entonces buscamos perfiles que tengan interés
en generar el impacto positivo en la sociedad, aparte de trabajar mucho en las
actividades, generar intercambios que es lo último que hacemos en realidad pero
es lo más notable, nos reunimos mucho, trabajamos mucho sobre ver qué se puede
hacer por Bahía, generar jornadas académicas, charlas y demás”.
Además de las nombradas, Aiesec cuenta con áreas de Intercambios Entrantes,
Gestión de Talentos, Comunicación y Marketing, Relaciones Corporativas y
Gestión de la Información:
“O sea que hay oportunidades para lo que vos quieras desarrollarte, de acuerdo
a tu expectativa personal y profesional”.
Acerca del proceso de selección, Florencia detalló: “Se convoca a los chicos
que quieran inscribirse y demás, evaluamos el perfil del chico, no solo que
esté interesado en trabajar afuera sino que también tenga un perfil social y
que tenga interés en conocer esa cultura que va a meterse. En base a las
expectativas que tiene, se le hace una ficha que se sube a una plataforma y
otro comité del mundo puede ver esa ficha y a su vez el chico ve todas las
prácticas que están publicadas en el mundo. Eligen las prácticas, se postulan y
cuando son elegidos viajan para allá”.

Trabajar para Bahía
En cuanto a los intercambios y prácticas, explica Mariana que hay dos
modalidades: “Tenés por un lado la de desarrollo social que consiste en que el
chico va a trabajar para una ONG como voluntario, o sea no le pagan un sueldo,
le dan alojamiento y comida. Es más apuntada a lo que es desarrollo personal
porque por ahí vas a trabajar a una ONG con chicos que por ejemplo sufren de
violencia familiar y entonces escuchás un montón de experiencias de vida.
Después están las prácticas orientadas a lo que es el desarrollo profesional a
través de empresas donde ahí si son remuneradas, es como una pasantía, te dan
lo justo para vivir”.
Actualmente, Aiesec tiene un chico haciendo prácticas sociales en Marruecos,
otro en Panamá y una chica en Chile haciendo prácticas profesionales.
Esas dos modalidades incluyen al trabajo a realizar en Bahía Blanca, sobre todo
en lo que tiene que ver con el aspecto social. En ese sentido, Mariana
describió: “Trabajamos mucho también con proyectos sociales, la idea de Aiesec
siempre es también aportar a la comunidad. Cada año se trabaja en base a un
proyecto social que los mismos chicos del comité proponen y después se elige.
Este año estamos trabajando con un proyecto para fomentar la donación de sangre
en Bahía Blanca porque es un problema ya que están bajando las tasas de
donantes voluntarios y cada vez es más dominante el modelo de donación de
sangre familiar y por reposición. Eso es un problema porque tal vez en una
emergencia con una persona que no tiene a nadie a quien contactar o por ahí
falta sangre o lo que sea, es un problema porque una persona puede llegar a
morir por eso”.
Refiriéndose al otro perfil de Aiesec, Florencia agregó: “Además hacemos
charlas para chicos sobre liderazgo, sustentabilidad en todo lo que sea la
comunidad universitaria e institutos privados como también para capacitar a la
gente, al margen de que quieran o no hacer intercambios, quieran o no ser
miembros, aportar nuestro granito de arena con lo que podemos generar si está a
nuestro alcance”.
A la hora de los intercambios se realiza una capacitación para que ya en el
extranjero, el estudiante tenga herramientas como para buscarse otras
prácticas: “Tenemos mucho contacto cuando el chico está en la práctica y además
cuando vuelve nos encanta que nos cuenten porque es fascinante ver el cambio de
la persona”.
Hasta hace unos días en Bahía estuvo trabajando una chica oriunda de El
Salvador quien realizó sus prácticas en el grupo Crecer por la Vida: “Un término que se usa
mucho en Aiesec es el choque cultural y uno no se da cuenta pero hace poco me
fui a un congreso a Chile y me di cuenta que tuve el choque cultural porque fue
en Concepción, una ciudad muy golpeada por el terremoto de 2010, y como es una
zona muy sísmica, las casas están construidas de otra forma, la ciudad es
distinta, la forma en que está dispuesta, las comidas. Son cosas que te chocan
culturalmente”.
Al final de la charla cada una dio su opinión sobre la importancia de
comprometerse en Aiesec. Mariana comentó: “A nivel personal es importante
porque es un espacio para aprender un montón de cosas, sobre otros países,
otras culturas pero también uno termina aprendiendo un montón sobre uno mismo
sobre tus propias capacidades, porque si vos querés, podés ponerte
constantemente a prueba porque Aiesec te da un montón de oportunidades para
muchas cosas. Desde trabajar con proyectos sociales, a trabajar en un puesto de
liderazgo, o haciendo algo que no tenga absolutamente nada que ver con tu
carrera, con tu formación como a mi me pasó”.
Por su parte Florencia rescató que “cada chico que se va te transmite unas
ganas terribles de irte ya. El tema de vivirlo, de ser vos y un montón de gente
alrededor que habla un idioma distinto, el tema de insertarte en otra cultura,
particularmente poner a prueba lo que uno aprendió en la universidad… Cuando
entré era para irme de intercambio, después me di cuenta de que me faltaban
muchas materia y decidí posponerlo pero la misma onda que había ahí fue la que
me llevo a decir que quería conocer a esta gente. Nos gusta el tema de
contagiar a otro con hacer algo distinto, dejar de destinar parte de tu tiempo
personal y dedicarlo a otra cosa y la retribución que te da”.