Qué es el arte, cómo intervienen las nuevas
tecnologías en el mismo, es posible pensar el arte y las redes como espacios
colaborativos: estos son los interrogantes que buscan respuestas en la segunda
edición del Festival HTML.

«El internauta medio participa activamente en algo que ha venido
acompañando a la cultura digital desde sus orígenes; la colaboración y el
intercambio descentralizado de saberes. Y esto no es un tema técnico sino
social y cultural. El desafío es en qué medida estas nuevas posibilidades de
interacción pueden modificar nuestros hábitos de conducta on y off line; es
decir, pueden crear cultura». Estas conclusiones fueron las que cerraron
el Festival HTML en el mes de noviembre de 2013.

Nueva versión
Jam de bateristas, de ilustradores y tweets, la Bienal de Pasacalles,
Festifreak Itinerante- Festival Internacional de Cine Independiente de La
Plata- presentación y jornadas de edición de Wikipedia, charlas, visitas para
todo público y la presentación del Centro Experimental Vigo conformaron la
agenda de actividades de esta edición.
Recibe a los visitantes una reflexión: “Definimos networking, como la acción de
promover la creación de redes y de utilizar las herramientas de comunicación
bidireccional que las nuevas tecnologías nos ofrecen. Centrándonos en
propuestas en las que el arte deja de ser un «objeto (aún siendo virtual)
hecho por artistas», para ser una plataforma, un entorno, una máquina de
sentido cuyas piezas se van acoplando constantemente en función de la
participación que éstas generen. En algunos casos, el artista intenta
desaparecer, hacerse invisible tras un «colectivo». En otros, ni
siquiera esto resulta relevante ya que el artista adopta el rol de promotor, de
alguien que pone en escena un argumento del que nadie conoce su final y ni aún
su próxima escena”.
A las redes virtuales las preceden y les dan sentido las redes físicas. No hace
falta aclarar que la mayor interactividad se da en un encuentro físico entre
personas que comparten puntos de vista similares. “El autor es quien crea la
plataforma y la deja libre para los usuarios”, reflexiona Christian Díaz,
integrante del Museo de Arte Contemporáneo.

Inspiraciones
Para entender el abordaje tan variado que propone el Festival HTML nos asomamos
a las instalaciones del primer piso del Museo de Arte Contemporáneo. “Ciertos
proyectos en la web pueden ser mejor apreciados si los entendemos no como obras
cerradas, sino como intervenciones. Se trata de intervenciones en un nuevo
espacio público, Internet, un espacio de intercambio, de reunión. Pero como
toda intervención en un espacio público, la acción debe camuflarse con el
entorno y evitar que se perciba su carácter de proyecto artístico. Es que
pareciera ser que en el mismo momento en que aparece la palabra arte, la
intervención es desenmascarada y pierde toda peligrosidad”. Estas instalaciones
mostraban diversos abordajes y cruces entre tecnologías, comunicación en red y
arte.
Uno de los más innovadores, es “The Johnny Cash Project”, un proyecto global de
arte colaborativo de construcción de un video musical del tema «Ain´t no
grave» (¿No es grave?) del legendario cantante Johnny Cash. El video se
realiza con cientos de retratos del artista realizados por gente de diversos
lugares, los mismos se realizan utilizando una herramiento online similar a la
de Amazon Mechanical Turk, que selecciona al azar tres fotogramas para que el
contribuyente elija y dibuje. En “The Johnny Cash Project” se puede realizar
una curaduría algorítmicamente de diversas versiones del video alternando entre
diferentes criterios para ordenar los fotogramas individuales y lograr un video
con matiz realista, abstracto y otra categoría.
Detrás de un teclado y un mousse hay miles de mundos. Twitter Art es uno de
ellos, muestra tuits programados por los bots, autómatas virtuales cuya
naturaleza se compone de bits y funcionan como pequeños programas que
automatizan sencillas tareas como enviar mensajes. La propuesta puede ser
interpretada como una reflexión y una crítica a las infinitas cadenas de
mensajes y al efecto exponencial que genera Twitter. En doble pantalla aparecen
Great Artist y On Kawara, ambos proyectos rescatan dos ideas. Great Artist es
el lienzo digital utiliza la aplicación Become a Great Artist in Just 10 Seconds
programada por Michael Brough y Andi McClure, para crear cuatro veces al día un
nuevo lienzo, que se difunde a través del perfil @greatartbot. On Kawara está
realizado en homenaje al homónimo artista conceptual japonés. Se trata de un
bot que desde el 15 de enero de 2009 repite inexorablemente una vez al día
«I AM STILL ALIVE», un mensaje que el verdadero artista japonés solía
enviar a sus conocidos a través de un telegrama.
El que tiene mayor trayectoria, en años, es Cummunimage, un proyecto de arte
colaborativo, un intento de establecer un diálogo visual global, que desde 1999
continua creciendo y evolucionando libremente. Es un sistema de red que define
exactamente la posición de cada imagen que ha sido descargada. La idea consiste
en crear una escultura colectiva virtual, por lo tanto, cualquiera que
participar puede colocar en la zona próxima de los últimos aportes, con un
dibujo, una fotografía o cualquier imagen deseada, que sume un matiz al mural
tecnológico.
Si de palabras se trata, se expuso el Inventor de Historias, una instalación
audiovisual que hace parte de la exposición del mismo nombre, se puede ver el
cerebro de Edgardo, el inventor, en acción, quien narra, sin descanso,
historias de todo tipo. Esta narración emerge de un algoritmo aleatorio que
recorre una red semántica. «Es una especie de cadáver exquisito de este
tiempo» apunta Díaz.
“Qué es el arte” preguntó el poeta Allen Ginsberg a William Burroughs, escritor
contemporáneo. “Una palabra de cuatro letras”, respondió éste. Los visitantes y
los participantes del Festival recorrieron esas dudas y encontraron sus propias
respuestas.