Febrero de carnaval, levitas, sombreros y
estandartes se elevan sobre el cielo de los barrios bahienses. Sergio Raimondi,
titular del Instituto Cultural, nos adelanta las actividades y festejos.

«Toda la movida de las murgas y los carnavales ha
tenido un desarrollo muy grande en estos años. El año pasado, realmente,
tuvimos una explosión de corsos barriales, tanto los organizados por las murgas
más tradicionales de Bahía Blanca, como La Cucharón, Vía Libre o La Periférica,
como los corsos mismos impulsados por sociedades de fomento y clubes, que se
han prendido, como Villa Mitre, Harding Green, Ingeniero White y Cerri, lugares
históricos, donde en otras épocas se festejaba el carnaval», introduce
Raimondi. Este año los corsos barriales comienzan el primer fin de semana de
febrero y se extenderán hasta el segundo fin de semana de marzo.

Fervor
“Vamos a tener corsos en todos los barrios, parte de ellos están organizados
por las propias murgas, que se han venido reuniendo a lo largo de todo el año,
entendiendo que el carnaval, si bien explota un fin de semana o un mes, en
realidad, conlleva un trabajo que se hace durante muchísimo tiempo».
Talleres, seminarios, reuniones fueron parte de la etapa preparatoria.
«Las murgas se han reunido entre ellas, hemos tenido una mejor dinámica de
trabajo para desembocar en estos corsos. Puede sonar frío, pero, la alegría,
también, es un trabajo, hay que producirla. Está bueno que desde el Estado se
acompañe esa capacidad de trabajo porque en ella hay ciudadanía, transformación
del espacio barrial, además de la ocupación del espacio público”.
Los corsos barriales todos los fines de semana van a suponer presencia de la
ciudadanía en el espacio público, “la ocupación del vecino de su propio
espacio, de la calle, de la plaza. Esto, por supuesto, es una ejercitación
democrática y es propia de una ciudad abierta, heterogénea, viva, organizada
colectivamente, el Estado y los vecinos. Lo importante que Bahía Blanca, como
todo el país, vivió décadas eternas sin carnavales, como síntoma de ser una
sociedad más triste y menos democrática. Festejar los carnavales es,
claramente, una celebración de la capacidad de hacer que tiene la sociedad, y
por supuesto, reconocerlo es una ocasión de alegría. Los carnavales se
interrumpen con la última dictadura militar».

A los saltos
Las murgas más grandes y con larga trayectoria son muy convocantes de la
barriada, más allá que los corsos céntricos suman muchísimo público, de
diversos lugares de la ciudad y la región. En un trabajo articulado y bajo una
política cultural descentralizada, la alegría vuelve a la calle y son días que
los bahienses esperan, próximo a su casa.
“Los carnavales tienen que ver con los saberes y las experiencias de muchísimos
sectores de la sociedad, que conllevan una vida cotidiana y difícil pero que
justamente, gracias a esa complejidad y esas dificultades han desarrollados
enormes capacidades para saber vivir”, afirma el titular. En una pausa, rescata
una imagen que ejemplifica. “En la cancha de Huracán, en el Boulevard, pintaron
un lema de mucha sabiduría y potencia, dice: porque no tenemos nada, hacemos
todo. Está escrito en el paredón. Ahí se muestra que la actitud ha sido pararse
en la falta para construir, la falta vuelta capacidad de hacer. Para mí, este
mes de corsos es eso. Además, que la calle se vuelva el espacio para el festejo
colectivo, que es un momento particular del año”.
Los carnavales de la ciudad, históricamente, han sido eventos muy fuertes,
multitudinarios, y la gente asistía con sus disfraces, más vinculados con las
comparsas. Con el regreso de la democracia, las murgas se imponen en cada
barrio, con logros de inserción de los pequeños y la guía de jóvenes y adultos.
«Hay un fuerte eje en Bahía que es la murga, plasmado en una publicación
de Guillermo Tellarini, Bahía Murguera, que contiene y recupera toda esa
historia», obra financiada por el Fondo Municipal de Artes. «En estos
dos últimos años se le están agregando nuevos elementos, como el candombe” y recuerda,
entre otros, la llamada de candombe de diciembre y el Encuentro Nacional de
Murgas Argentinas.
El 4° Gran Corso céntrico se viene, “lo vamos hacer en el escenario de la
Avenida Cerri, sentimos que hemos encontrado el lugar más propicio para desarrollar
los carnavales céntricos. Por un lado, una avenida que se está recuperando
después de un tiempo bastante largo inactivo. Ahora, reactivado con la
Confitería de la Estación, el Museo del Deporte, la Plaza del Tango, están los
carnavales en marzo».
Los feriados del carnaval serán el lunes 3 y martes 4 del mes de marzo,
«con algunos agregados, que son presentaciones de algunos grupos musicales
y recuperar la idea de que son jornadas de baile, tratamos de terminar con un
gran baile popular y por supuesto, estará disponible el espumódromo en el
playón de la Estación Sud”, dice a modo de invitación Raimondi.