Hace ocho años el espacio de compra-venta y canje de artículos musicales y literarios se prepara para convocar a un gran público el domingo, como casi todos los fines de semana.

Once feriantes asumieron esta actitud de servicio que va más allá de lo que se pueda recaudar. “Queremos que el cliente se vaya contento y satisfecho por el producto que encontró y el precio que pagó”, explicó uno de los feriantes más antiguos, Rodolfo Price Echandi.

Encuentros

“Cada persona que forma parte de Femuli tiene el compromiso de brindar el mejor stand, con toda la información necesaria, material original, para que cada persona que se acerque tenga un intercambio enriquecedor, que no sólo sea la adquisición de un producto, sino que podamos construir esta relación”, señaló el encargado del puesto Rodo Rock.

En este tiempo de pandemia en la mayoría de los rubros crecieron las ventas: “Los dispositivos culturales brindan una cierta satisfacción por la que eligen la compra de este tipo de productos, como distracción y para compartir en familia, entre las distintas generaciones, sobre todo por que no se agota en una sola vez que se usa, sino que permanece en el tiempo”.

Para Price Echandi la pasión es fundamental para ser vendedor porque el público que frecuenta la feria hace preguntas sobre la historia de los productos, de sus autores y esperan respuestas específicas.

Compartir las tardes

En este espacio cultural declarado de interés municipal, los y las feriantes asumen el compromiso con el grupo y con el público visitante. Con respecto a las fechas, contó que al definir los días de las actividades se tiene en cuenta los eventos sociales, por ejemplo si hay una final de fútbol o un fin de semana largo que sabemos que no habrá concurrencia en el parque, se trata que sean días preestablecidos considerando estas variables.

Por otra parte, a nivel general el integrante dijo que enero y febrero son siempre fechas complicadas para las ventas y participación, luego de marzo a diciembre es positiva, “los feriantes estamos contentos con ello y cada uno hace su parte para salir adelante”, remarcó.

La feria inició en 2013, estuvo por diferentes lugares. Al inicio, sólo vendían discos de vinilo, discos compactos y casetes. Había un puesto de literatura y uno de arte. Antes de la pandemia, llegaron a ser 30 feriantes. De marzo a noviembre del 2020 no pudieron organizar la feria, a partir de diciembre retomaron las actividades con menos feriantes a causa de los espacios, normativas y costos.

Autor: Redacción Ecodías