Hollywood ha reclutado a otro director
argentino.

A mediados de septiembre, poco después de que Pablo Trapero presentara El clan en la Mostra de Venecia -y recibiera
nada menos que el León de Plata al mejor director por su trabajo- las revistas
y paginas especializadas en cine de Estados Unidos publicaron la escueta
noticia de que había firmado con la Creative Artists Agency, una de las
agencias de representantes más reconocidas.
Un mero trámite sólo en apariencia, ya que a finales del año pasado -mientras Relatos Salvajes seguía en cartel como
uno de los mayores éxitos cinematográficos locales-, se supo que el director Damián
Szifrón había hecho lo propio la agencia William Morris y pocos meses y una nominación
a mejor película en lengua no inglesa después se confirmó que había sido
contratado para realizar su primer film en inglés para “la gran industria”.
Todavía es más lo que se presume que lo que se sabe de ese proyecto, pero su
compatriota y colega Pablo Trapero va por el mismo camino.
El conjunto de estudios y productoras cinematográficas que llamamos Hollywood, ha
hecho desde siempre -bueno… desde la primera década del siglo XX- este tipo de
movimientos para captar buenos elementos dentro o fuera de sus fronteras.
La idea es que si un largometraje ha llevado millones de espectadores a las
salas o -en menor medida- ha conseguido premios internacionales, el director y
los intérpretes principales podrían repetirlo para ellas.
Hasta el momento, Trapero sonaba en el radar europeo por considerarlo un autor
y por los elogios del director de Cannes Thierry
Frémaux y allí es donde se distribuían mayormente sus dramas o
comedias dramáticas con trasfondo social.
Pero la estructura de thriller y los casi tres millones de espectadores de El clan, han despertado el interés -en
más de una de las acepciones del término- en la soleada California.
Y durante su gira por muestras y festivales con una notable cosecha de elogios
y premios y la reciente designación de su film como candidato argentino a los
Oscar, el director ha confirmado -sin especificar demasiado-, que trabaja en un
guión en inglés.
Así que aún deseándole lo mejor a futuro, queda preguntarse si podrá seguir
contando el tipo de historia que prefiere en un contexto donde los que llevan
las riendas no son los realizadores sino los productores.