1960, una familia abre una posada en Bariloche
y el primer cliente es un médico alemán, que inmediatamente se interesa por la
hija de los hospederos.
Lilith es bajita para sus doce años, no crece al mismo ritmo que sus hermanos y
sufre con las bromas de sus compañeros de escuela.
Cuando el médico asegura que puede tratar la deficiencia, la madre y la niña se
esperanzan, pero el padre desconfía de las posibilidades de éxito y las razones
de la propuesta.
Este es el conflicto principal del tercer largometraje de la escritora,
guionista y directora Lucia Puenzo. Traslación de su novela homónima, que contó
con un presupuesto mayor a los precedentes y reafirma su capacidad de crear
atmósferas peculiares.
Pero Wakolda -nombre de la muñeca
favorita de la protagonista-, se aleja del intimismo de XXY (2007) y El niño pez
(2009) y abre la trama a una intriga internacional e histórica.
Casi demasiado temprano se identifica al huésped con Josef Mengele -el español
Alex Brendemül abigotado y parecido al “Ángel de la muerte” original-, entonces,
la leyenda negra de Bariloche como reducto nazi y la búsqueda del fugitivo comienzan
a competir con la enrarecida relación de Litlith y su inopinado salvador.
Tantas líneas de relato, a las que se agrega el paralelismo -para metáfora le
falta sutileza- entre los horrorosos experimentos de Mengele y las muñecas del
padre, dispersan la tensión dramática y la atención del espectador, que salta de
una a otra sin saber si está ante una revisión de la Lolita de Nabokov o una secuela de La casa de la calle Garibaldi (Peter Collinson; 1979).
Una pena, porque la calidad técnica, los majestuosos paisajes patagónicos -en
clave oscura que recuerda a El aura
(Fabián Bielinsky, 2005)-, la minuciosa reconstrucción de
época y las interpretaciones -especialmente la de la niña Florencia Bado y la de Elena Roger
como la fotógrafa- merecían un mejor tratamiento del guión.

Dirección y guión: Lucia Puenzo
Fotografía: Nicolás Puenzo
Música: Andrés Goldstein
Origen: Argentina, Francia, España,
Noruega – 2013
Intérpretes: Diego Peretti, Natalia
Oreiro, Alex Brendemül, Elena Roger
Calificación: Sólo apta para mayores
de 13 años