Se está llevando a cabo la 36° edición del más importante festival de
cine especializado en animación.

Se suelen difundir bastantes noticias de festivales cinematográficos famosos
como Cannes, Berlín o Venecia, pero pocas de otros que merecen visibilidad.
Entre estos últimos destaca particularmente el Festival Internacional de films de animación de Annecy, inaugurado
en junio de 1960 aunque la iniciativa surgió en 1956 de algunos miembros del
cine club de esa bellísima ciudad francesa -un centro turístico a orillas del
lago del mismo nombre-, que sentían que al cine animado le faltaba un espacio
propio.
Medio siglo atrás, animar era una actividad mucho más laboriosa y la cantidad
de producciones mucho menor, así que el festival comenzó siendo bienal. Pero
desde 1998 -la década del noventa trajo la digitalización, el crecimiento de la
oferta y la llegada masiva-, se celebra anualmente.
Una cita para aficionados y profesionales y un mercado de innegable importancia
para la distribución y el intercambio.
Este año -el director Serge Bomberg y su equipo pasaran 380 horas viendo cerca
de 2500 films para hacer la selección- se exhiben más de doscientos films de
diferentes formatos y géneros procedentes de unos 80 países y se rinde tributo
a la animación de Irlanda.
La competencia de largometrajes es la más reñida porque da más posibilidades de
posterior rodaje comercial y esta vez incluye a: Eun-sil-yee (Republica de Corea); Ronal barbaren (Dinamarca); Couleur
de peu: miel (Francia, Bélgica, Corea, Suiza); Zarafa (Francia, Bélgica); Crulic
(Polonia, Rumania); Le Tableau (Francia,
Bélgica);Voyaje vers Agartha
(Japón); Asura (Japón) y Arrugas (España), un conmovedor film de
Ignacio Ferreras sobre la vejez.
En su mayoría las obras provienen de Europa y Asia; aunque este año Argentina
envió una comitiva con representantes de varias productoras y tres films.
El más esperado es Metegol de Juan
José Campanella, que participa de la sección “Work in Progress”. Por su parte, Selkirk, el verdadero Robinson Crusoe de
Walter Tournier participa en la muestra no competitiva junto a Anima Buenos Aires, codirigido por
María Verónica Ramírez, Pablo Rodríguez Jáuregui, Florencia Favre, Pablo Favre,
Carlos Nine y Caloi, en el que fuera el último trabajo del “Papá de Clemente”.