Dirección: Matthew Vaughn
Guión: Jane Goldman y Matthew Vaughn
Música: Ilan Eshkeri
Fotografía: Ben Davis
Origen: USA, UK – 2007
Calificación: Apta para toco público
Intérpretes: Claire Danes, Charlie Cox, Sienna Miller, Ricky Gervais, Jason Flemyng, Peter O’Toole, Michelle Pfeiffer, Robert De Niro

Como todo cuento de hadas o de brujas, Stardust comienza con “Había una vez…”. En este caso un pequeño pueblo en la campiña inglesa llamado Muro, porque un alto paredón lo separa del reino mágico de Stormhold, poblado de brujas, piratas volantes, fantasmas, príncipes malvados y otras rarezas.
Los habitantes tenían prohibido cruzar el muro, pero el joven Tristán quiere conseguir el amor de la chica más bella del pueblo trayéndole una estrella fugaz que vio caer del otro lado. Así que viola la prohibición y comienza una vertiginosa aventura con no pocos peligros, ya que la posesión de esa estrella -encarnada en la bella Yvaine- significa riquezas y vida eterna, por lo que deberá ocultarla de Lamia, la cruel reina de las brujas.
Hace uno años que magos de todos los tipos y colores llenan las pantallas, y especialmente la imaginación del público menudo. Por ello los productores cinematográficos siguen interesados en versionar casi todos los textos que los incluyan. Originalmente, Stardust era una novela gráfica del británico Neil Gaiman, especialista en el género fantástico, con dibujos de Charles Vess, que han inspirado directamente la ambientación y el vestuario del film.
Una historia muy a lo Narnia -Gaiman se declara lector de C. S. Lewis- y una película muy en ese estilo, con su pequeña moraleja sobre el amor y su avalancha de efectos especiales. Hace la diferencia con un reparto mucho más “lujoso”, con Michelle Pfeiffer, como una bruja cada vez más decrépita; la fugaz intervención de Peter O’Toole y Robert De Niro, dando más pena que risa como un pirata amanerado. Secundando al chico y la chica protagonistas: el británico Charlie Cox y la siempre efectiva “americana” Claire Danes.
Magia y aventuras que harán pasar un rato amable y pochoclero, si se puede ignorar la absurda traducción al castellano “neutro” de las copias locales, totalmente inútil porque lo complejo de la trama deja fuera a los niños menores de siete u ocho años.