Dirección: Michael Patrick King
Guión: Michael Patrick King; basado en la serie de televisión de Darren Star
Fotografía: John Thomas
Música: Aaron Zigman
Origen: USA – 2003
Calificación: Sólo apta para mayores de 16 años
Intérpretes: Sarah Jessica Parker, Kim Cattrall, Kristin Davis, Cynthia Nixon, Chris Noth, Candice Bergen, Jennifer Hudson, David Eigenberg, Jason Lewis

La serie Sex and the City -curiosamente nunca se tradujo el título- supuso una pequeña revolución en la TV estadounidense de finales de los noventa, por ser una de las primeras ficciones exitosas producidas por el canal de cable HBO y por su desenfado sexual.
El argumento era super sencillo: las experiencias de cuatro atractivas treinteañeras de Manhattan, exitosas en sus respectivas profesiones, pero con enormes problemas para hallar al hombre de sus sueños.
Por ocho temporadas pasearon sus aventuras y su humor por la pantalla, hasta que en 2004 cerraron el envío, con las “chicas” ya emparejadas con candidatos aceptables.
Cuatro años y muchas negociaciones monetarias después el cine retoma su historia, en un momento relativamente intenso.
Miranda (Cynthia Nixon) entra en una crisis matrimonial; Samantha (Kim Cattrall) extraña su carrera y sus amigas a pesar de disfrutar del amor de un famoso actor en Hollywood; Charlotte (Kristin Davis) está embarazada y Carrie (Sarah Jessica Parker) -cuya voz en off ha conducido siempre la acción-, finalmente ha puesto fecha a su casamiento con el elusivo Mr. Big (Chris Noth).
Para aportar un poco de sal y pimienta a los consabidos enredos, vuelven viejos personajes de la serie y entran otros nuevos como la angelical asistente encarnada por Jennifer Hudson, la “escarizada” ex Operación Triunfo.
Poco que agregar a lo visto en TV, aunque las dos horas y media de metraje hacen casi insoportable la superficialidad de los personajes y las situaciones, algo que en los 25 minutos de la serie parecía una broma.
Todo se reduce a un desfile -literalmente- de modelos exclusivos y publicidades de marcas de moda, para terminar donde se había comenzado.
A pesar del intento de captar al público en general, sólo un módico producto para fans.