Esta  cuarta
secuela reúne nuevamente al creador, al guionista y los protagonistas  de la primitiva Screan (1996), que renovó al cine
slasher o subgénero del terror centrado
en asesinos seriales de adolescentes.
El director Wes Craven agregó humor negro a las tramas características,
invirtió gran parte del presupuesto en efectos especiales y captó el interés
masivo del público. 
La novedad pronto se convirtió en tendencia 
y surgieron otras series de films como Destino Final, Saw u Hostel,
junto a las críticas por la repetición de argumentos y falta de originalidad.  
En Scream 4, desde los falsos comienzos hasta el último plano, Craven intenta
conjurar -lo consigue sólo en parte- esas críticas, bromeando sobre las
supuestas reglas del slasher, citando su propia filmografía y la de sus colegas
e ironizando sobre una cruel manera de innovar en el crimen y la manera de
mostrarlo.
La acción vuelve a la pequeña ciudad de Woodsboro, agitada por el aniversario
de los asesinatos de Ghostface y la aparición de dos chicas apuñaladas.
El ex agente y actual comisario Dewey deberá investigar los nuevos crímenes, mientras
Sidney Prescott -única sobreviviente del primer ataque- revive pasados horrores,
una nueva camada de adolescentes queda amenazada y todo se exhibe online.
Mucha sangre, persecuciones, humor ácido, guiños cinéfilos y apariciones
fugaces de actrices de cine y TV -Anna Paquin, Kristen Bell, Mary McDonnell,
Heather Graham-, que no quisieron perderse la adrenalina de ser “achuradas” por
el famoso asesino enmascarado. 
Secuela recargada, que supera el nivel de las dos anteriores sin alcanzar el de
la primera -eso contradeciría las reglas del slasher- y permite jugar a “Yo sé
que vos sabés que yo sé”, mientras llega Scream
5.

Dirección: Wes Craven
Guión: Kevin Williamson
Fotografía: Peter Daming  
Música: Marco Beltrami 
Origen: USA – 2011  
Calificación: Sólo apta para mayores de
16 años 
Intérpretes: Courteney Cox, David
Arquette, Neve Campbell, Emma Roberts, Hayden Pannettiere.