El talentoso y premiadísimo animador japonés
anuncio su retiro.

A principio de septiembre en la septuagésima edición del Festival de Venecia, Hayao
Miyazaki presentó su nuevo largometraje animado: Kaze Tachinu, que los italianos tradujeron como Si alza il vento.
Se centra en la vida de Jiro Horikoshi, el ingeniero que diseñó los aviones
caza usados por Japón durante la Segunda Guerra Mundial. Un tema más realista
que los anteriores, pero por lo que se puede apreciar en el tráiler oficial -disponible
en YouTube- con el reconocible lirismo del autor.
La presentación fue acompañada por una declaración que causó alarma entre sus
admiradores de todo el mundo: en breve daría una conferencia de prensa para anunciar
las razones de su inminente retiro.
Finalmente, la citada conferencia trajo tristeza por la confirmación de ese retiro
y también alivio, ya que las razones no eran tan graves como se temieron en un
primer momento.
El maestro nipón cumplió 72 años y sigue dibujando de manera tradicional, aunque
posproduzca digitalmente. Completar un film le insume unos cuatro años y sentiría
que su vista no está en condiciones para trabajar en otro.
Para ir adaptándonos a la idea, los espectadores tenemos el último estreno,
cuya distribución no fue confirmada para Argentina y esperemos que se haga con
un poquito más de apoyo publicitario que el de Ponyio (2008).
Siempre podremos disfrutar de sus obras previas. Las más conocidas como El viaje de Chihiro (2001) -con la que
ganó el Oscar- o El castillo vagabundo
(2004) y otras igualmente estupendas como Nausicaa
del valle del viento (1984), Mi
vecino Totoro (1988) o La Princesa
Mononoke (1997).
Y a largo plazo, el consuelo de saber que Miyazaki seguiría escribiendo,
produciendo, guiando a otros animadores y al frente del Estudio Ghibli, fundado
por él junto a su colega y amigo Isao
Takahata en 1985.